Mariana Pomiés, directora de la consultora Cifra, señaló que la Coalición logró retener una importante cifra de votos con relación a la primera vuelta, pero también sufrió una fuga que no pudo compensar con el aporte que efectuaron votantes de partidos como Identidad Soberana, de los cuales el 50% optó por Álvaro Delgado. En diálogo con La Mañana, la analista aseguró que, mirando los resultados, “el estilo de conducción o de vinculación de Yamandú Orsi con los votantes terminó siendo exitoso”.
En primer lugar, le pregunto, ¿cuál es su impresión sobre lo ocurrido en esta segunda vuelta?
El resultado fue un poco más amplio de lo que se preveía en las encuestas, pero responde un poco a lo que venían dando ya desde antes de la elección, cuando se veía un favoritismo para Yamandú Orsi.
¿Le sorprendió la diferencia registrada entre uno y otro candidato?
Es un poco más amplia de lo que las encuestas veían o podían prever. En realidad, lo que muestran las encuestas, básicamente, es mucho acierto en la votación de la Coalición y un aumento de la de Yamandú Orsi, a costa de una baja de lo previsto en los votos en blanco y anulados. Esto quiere decir que ese grupo de votantes en blanco o anulado, a la hora de mirar las opciones que no eran tal vez su preferencia inicial, terminó optando por el candidato del Frente Amplio.
En referencia a la votación en el interior, ¿qué fue lo que más le llamó la atención?
Yamandú Orsi creció entre octubre y noviembre en todos los departamentos, y en el conjunto de los que son más blancos creció varios puntos porcentuales. En esos departamentos, en octubre el Frente Amplio había tenido poco más del 30% de los votos y llega en noviembre casi a 41%. De esta manera se ve una mejora y un éxito de esa estrategia que había tenido hasta el momento la campaña de Orsi, denominada “de pueblo a pueblo, persona a persona”.
¿Considera que Álvaro Delgado no le dio demasiada importancia al interior?
No. Lo que pasa es que ahí jugaron otras cosas. La gira de Álvaro Delgado por el interior fue intensa. Lo ocurrido tiene que ver con las preferencias de los candidatos. Nosotros, por ejemplo, veíamos que Orsi siempre tuvo un nivel de popularidad más alto que Álvaro Delgado, incluso entre votantes de la Coalición. O sea, era un candidato muy popular, que de arranque cuenta con una valoración personal muy alta. Creo que eso pesa. Me parece que los estilos también influyen. Mirando el resultado, el estilo de conducción o de vinculación de Yamandú Orsi con los votantes terminó siendo exitoso. Probablemente, la propuesta de promesa y de ilusión que genera Orsi caló más hondo que la de Álvaro Delgado.
Cuando se observa el crecimiento del Frente Amplio en el interior, en algunos departamentos es muy grande. ¿A su criterio cuánto influyó, por ejemplo, el desempleo o la atención a la pequeña y mediana empresa?
Es muy difícil mirar aislados esos elementos porque tendríamos que preguntarle a cada votante cuál fue el factor decisivo de su voto. La evaluación de la gestión de gobierno es muy buena. El presidente se va a retirar con un 50% positivo de evaluación de gestión, con lo cual el problema no parecería estar allí, sino que tal vez no logró ilusionar a los votantes a dar un paso más. Tal vez no se comunicó lo suficiente que hay algo más, qué se espera para después, qué se quiere hacer después.
¿Cuál es, entonces, su conclusión de la falla en la campaña de Delgado?
No hay que mirar solo la falla. O sea, uno falla, pero el otro acierta y me parece que juegan dos. Creo que la campaña de Yamandú Orsi fue muy buena y logró convencer y captar, y no lo logró así la campaña de Álvaro Delgado, capaz que muy centrada en el pasado y la buena gestión de gobierno. Eso no alcanza para ilusionar al voto de cara al futuro.
¿A qué atribuye el crecimiento de Álvaro Delgado en Montevideo y Canelones?
En realidad, el Frente Amplio también mejora su votación entre octubre y noviembre en Montevideo y Canelones. La Coalición crece a costa del resto de los partidos que no forman parte de ella y también del voto en blanco y anulado, que es un poco más bajo de lo que fue en octubre. Pero el Frente Amplio no pierde votos entre octubre y noviembre en esos dos departamentos.
Pero la Coalición tampoco pierde votos en Montevideo y Canelones.
La Coalición no pierde votos en el conjunto. Nosotros lo que vemos, es que sí tienen una fuga, pero compensa con los votos de los otros partidos. En las encuestas veíamos que había votantes de algunos partidos de la Coalición (no del Partido Nacional) que se fugaron, pero también lograron captar votos de otros partidos más chicos y ahí compensaron. No es que no hubo fuga de votantes de la Coalición, nosotros la vemos.
Esa fuga de votos, ¿estaría focalizada en algún partido en particular dentro de la Coalición?
La fuga se da de Cabildo Abierto, Partido Colorado y algo también del Partido Independiente. Casi no hay fuga de votos del Partido Nacional.
En el caso de los votantes de Identidad Soberana, de Gustavo Salle, ¿pudo existir un corrimiento hacia Orsi en esta segunda vuelta?
No, porque a nosotros nos da que, de los votantes de Salle, casi la mitad apoyó a Álvaro Delgado y la otra mitad se divide entre Orsi y votos en blanco o anulado. La Coalición también capta, por ejemplo, votos del Partido Constitucional Ambientalista de Eduardo Lust y de otros partidos, menos de Asamblea Popular. Eso compensó la fuga de votos hacia Orsi.
¿Cómo fue esta elección en comparación con otras desde que está instalado el balotaje?
Era una elección que empezó con una ventaja de Yamandú Orsi al arranque, ya que tenía como 4 o 5 puntos por encima de Delgado. Y la Coalición hizo una buena estrategia, reteniendo más votos de los esperados, pero no los retuvo todos. Tuvo fuga y la compensación con los partidos más chicos no le alcanzó para ganar.
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