En entrevista mantenida con el programa radial La voz de La Mañana, Gabriela González, directiva de la Asociación de Escribanos aseguró que muchos de los artículos de la LUC son de interés notarial y algunos responden a reivindicaciones de los propios escribanos.
Uno de los argumentos esgrimidos por quienes defienden el Sí en el referéndum que se llevará a cabo el domingo 27 de marzo sobre La Ley de Urgente Consideración (LUC) es que se quitan controles al lavado de activos, la secretaria de la Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU), Esc. Gabriela González, dijo que “eso no es así”.
La AEU “está en permanente contacto con la Senacaft (Secretaría nacional para la lucha contra el lavado de activos y financiamiento del terrorismo) y estamos asesorando a nuestros socios de las modificaciones que hay, siempre damos charlas y cursos de cómo se debe hacer para que el colectivo no se confunda con lo que la gente dice, porque se debe seguir haciendo el control del lavado de activos”, aseguró al ser entrevistada por La voz de La Mañana (radio Oriental).
Explicó que si “en una compraventa de US$ 10.000 hay un dólar en efectivo”, se realiza un “control intensificado como antes, no es que se dejó de hacer, se dejó hacer el intensificado cuando el dinero está bancarizado” porque el banco cuenta con los medios adecuados para su realización.
La ley generaba problemas económicos y de salud
“Muchos de los artículos de la LUC son de interés notarial y algunos responden a reivindicaciones que hace un tiempo están haciendo los propios escribanos” ya que previo a esta ley que ahora se cuestiona “nosotros teníamos bastantes problemas para trabajar, no teníamos libertad de acción y los clientes tenían que tener el dinero totalmente bancarizado”.
Pero “más allá de la bancarización obligatoria” la normativa tenía o traía complejidades como que en una compraventa la letra de cambio debería estar a nombre del comprador, entonces si yo tenía la plata en mi banco y le quería regalar una casa a mi hijo, éste tenía que abrir una cuenta en el banco, pasar de mi cuenta a la de él para que pudiera pedir la letra de cambio y así pagar”, explicó.
Esa normativa, ahora derogada por la LUC, generó “muchos problemas económicos porque eran gastos” que se debían afrontar, además de que se exigían controles “que el escribano desde su escritorio no puede hacer porque le faltan herramientas” adecuadas.
La LUC atiende lo que fue “un reclamo general del colectivo” de escribanos que ya “no se podía trabajar en esas condiciones” porque las exigencias a las que se los exponía “causaba enfermedades y apuraba a las jubilaciones porque no se podía seguir trabajando de esa manera”.
Lo que la LUC hizo fue “traer racionalidad”, aseguró González, porque “los bancos tienen departamentos que pueden hacer una mejor tarea en el control de lavados de activos”.
Es una ley que “tiene casi 2 años y no creo que haya un colega que pueda decir que la ley lo haya lo perjudicó en algo. Al contrario, cuando esta ley salió todo el colectivo aplaudía y aun no se sabía que iba a haber un referéndum”, por otra parte, mientas se debatía “se pidió asesoramiento a la Asociación de Escribanos”, y la racionalidad que trajo la LUC hace que “ahora para nosotros sea mucho más fácil trabajar”, pero no la facilidad de quien puede decir “ahora no hago nada, sino porque se cambió determinada normativa que a nosotros y a nuestros clientes nos perjudicaba mucho”.
González dijo que la Asociación de Escribanos es una institución gremial y como tal tiene como cometido defender los intereses del gremio y de quienes represente, “más aún si esos intereses van de la mano de la población en general”.
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