En Uruguay el 94% de la población del país vive en zonas urbanas y el 70% en zonas costeras. El titular de la DINOT, Norbertino Suárez, explicó que se está avanzando en programas de desarrollo marino y fronterizo, a través de un trabajo coordinado con las intendencias. Además, consideró que la temática de los asentamientos “se debe atender como una política de Estado”.
En la página web del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) se explica que la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot) “tiene el cometido de promover y desarrollar los procesos de planificación y ordenación ambiental del territorio, asegurando su implementación en todas las escalas territoriales”. Pero su director, el Cnel. (R) Norbertino Suárez, profundizó el concepto señalando que “el ordenamiento es una materia transversal a todo el Estado y abarca todos los ámbitos y escalas del territorio”.
Consultado por La Mañana dijo que dentro del MVOT su función es atender el desarrollo urbano con una visión integral del territorio “donde no solo esté lo urbano”, aunque se trata de una disciplina “muy vinculada al urbanismo”. “La maestría Ordenamiento Territorial está en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, pero hay que tener una visión integral, incluso saliendo de la dicotomía campo ciudad y viendo el territorio integralmente”, indicó.
Puede parecer un slogan o una frase políticamente correcta, advirtió, pero él considera que hay que tener “una visión bien clara y de desarrollo sostenible pensando en la satisfacción de las necesidades del presente y sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras”, esto es “garantizar el equilibrio entre el desarrollo económico, la competitividad económica y el cuidado del bienestar social y del medio ambiente”.
Partiendo de ese objetivo, “una de las funciones principales es articular y coordinar” con las intendencias, “pensando en el ordenamiento territorial como un conjunto de acciones transversales al Estado, coordinando, articulando, promoviendo y colaborando con las intendencias para lograr una ocupación ordenada del territorio”.
Si esa acción no se diera, la consecuencia puede ser un impacto negativo del emprendimiento que se desarrolle. El ordenamiento territorial se planifica y gestiona en base a las normas plasmadas, y si estas no se aplicaran “se podrían urbanizar zonas que no son las adecuadas” para no generar un impacto ambiental negativo.
Es lo que ocurre con los asentamientos, que acaban instalándose en áreas rurales que la norma no permite que sean urbanizadas, o en zonas inundables, contaminadas, sin caminería, sin saneamiento o energía eléctrica, alejadas de los servicios de salud o educación, todas situaciones que al solucionarlas “generan costos económicos mucho más elevados que de haberse instalado en las áreas adecuadas”. La temática de los asentamientos “se debe atender como una política de Estado”, viendo “cómo se pueden prevenir las ocupaciones irregulares de territorios”, agregó.
Ordenamiento territorial también en el espacio marino y costero
Partiendo de la visión integral del territorio, abarcando todas sus escalas y dimensiones “hemos pensado trabajar en incorporar al tercer nivel de gobierno, los municipios. Pero también “los cursos de agua” porque el espacio marino y costero forman parte del territorio”, aclaró.
Asimismo, anunció que “empezamos a trabajar en el desarrollo de un programa de ordenamiento territorial para el espacio marino y costero que debe estar dentro de la planificación y gestión”, además de avanzar en el “desarrollo de un programa de un espacio fronterizo con Brasil y Argentina”.
El 94% de la población del país vive en zonas urbanas y el 70% en zona costera entendiéndose como tal la costa del Río de la Plata y el Océano Atlántico. “América latina tiene un porcentaje elevado con respecto al mundo en áreas urbanas. La tendencia mundial es la migración del campo a la ciudad y nuestro país tiene los porcentajes más altos de población en áreas urbanas, eso denota esa migración del campo a la ciudad que es una preocupación a nivel estratégico la de poder mantener la población rural, pues sabemos que es muy dificultoso revertir esa migración una vez que se da”, explicó Suárez.
Otro tema que “nos debe interesar mucho pensando en el cambio climático y las medidas que debemos tener en cuenta para mitigar los riesgos es el de la población en áreas costeras”, enfatizó.
Al respecto señaló que se está en una etapa de revisión de la normativa porque “el tema costero nos debe ocupar con la visión futura de pensar que la tendencia dentro del cambio climático es una fuerte evidencia del aumento del mar”, razonó.
En Uruguay hay zonas de avance del mar del entorno de los 1,5 mm por año, “lo que hace pensar que en algunos años ese avance sería hasta 5 metros en algunos sectores de nuestra área costera, con lo cual debemos pensar en medidas de atención”, considerando además que los “eventos extremos se evidencian impactos en la costa e incluso en las construcciones y ocupaciones”.
No es un fenómeno únicamente nacional, “en otras partes del mundo eso también se ha visto y es lo que le llaman la sociabilización del daño, esto es que empieza a aparecer reclamos de los ocupantes o propietarios de casas en áreas costeras que al ser afectados le reclaman al Estado acciones concretas para mitigar o atender esas grandes pérdidas que se ocasionan. Tenemos que mitigar esos daños y comenzar a pensar en medidas de adaptación para que los costos futuros sean mínimos”.
Una red de información
Consultado sobre el vínculo de la Dinot con Mevir o Colonización, el jerarca expresó con respecto al caso Mevir: “Nosotros iniciamos la idea de generar una red de gestión de la información geoespacial, de datos concretos para la toma de decisiones en el ámbito del sistema público de vivienda tratando de generar información procesada, actualizada, para analizar y combinar datos con el plan de mejoramiento de barrios que estamos trabajando con la Dirección Nacional de Viviendas (Dinavi), la Agencia Nacional de Viviendas (ANV), el Plan Juntos”.
A su vez e involucrando a otras instituciones, la idea es “llevar adelante una red de información donde intervenga como protagonistas las direcciones del MVOT y todas aquellas vinculadas, pero también las intendencias como actores principales y otras instituciones como OSE, UTE, el Ministerio de Transporte, Catastro, y en el futuro poder contar también con el vínculo de Colonización”.
Por otra parte, y en cuanto al uso del suelo “tenemos un vínculo muy importante con la Dirección de Recursos Renovables” del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. “Allí desarrollamos una capa de información espacial que tiene que ver con el uso la cobertura de suelo, incluso en el Ministerio de Ambiente la problemática que tiene que ver con lo que se llama la lucha contra la desertificación. Esos son los vínculos que tenemos y esa es nuestra visión de generar una red de intercambio de conocimiento, de información donde intervengan todas aquellas instituciones que estén vinculadas con el ordenamiento territorial”.
Además, Suárez subrayó que “en Uruguay también hay población en áreas costeras de los ríos y a raíz de eso hemos visto la problemática de las inundaciones” que abarca a barrios enteros ubicados próximos a los ríos Uruguay, Santa Lucía o Yi, entre otros.
“En esos casos se ha trabajado muy bien generando información cada vez más precisa de las áreas inundables y eso es parte de la actividad del ordenamiento territorial, trabajar con información precisa, actualizada, para poder planificar los realojos de quienes ocupan esas áreas. Todo eso requiere información geoespacial actualizada”, comentó.
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