En una extensa conversación con La Mañana, el ministro resaltó el rol de la ciencia, la tecnología y la industria nacional para una gestión soberana de la pandemia. Señaló que “el Estado respondió como un todo” con una importante coordinación entre distintas entidades públicas y privadas con el liderazgo del Ministerio de Salud Pública. Tras una interpelación que ya forma parte del pasado, Salinas mira adelante hacia los desafíos del porvenir, tanto en lo sanitario como en lo económico y social.
Si bien el primer caso de covid-19 en Uruguay se detectó el 13 de marzo de 2020, ahora hay estudios que señalan que el virus entró antes. ¿Es así?
Sí, por estudios de la fecha genómica que determina la fecha de ingreso al país, se estima que la introducción del virus en Uruguay fue alrededor del 15 de febrero. Lo otro que es claro es que no fue por un solo vector, sino que fueron cuatro, aparentemente, que ingresaron al país. Esto quedó demostrado por el trabajo del Instituto Pasteur.
¿Se puede afirmar en este momento que el retorno a la normalidad depende de la vacunación?
Yo diría que para el retorno a la normalidad tenemos que ser prudentes y hacerlo de forma gradual. Pero sin lugar a dudas, el pilar básico es la vacunación. Dijimos que queremos llegar al 70% que es lo que indicó la OMS, pero tenemos que ser ambiciosos y procurar llegar a lo máximo por encima de ese porcentaje, a 75% o más. Hoy por hoy tenemos captado al 73% de la población total del país, teniendo en cuenta que el 17% son menores de 12 años. Por eso diría que en el tema de captación hemos sido exitosos. No es el único pilar. El resto es mantener las medidas de cuidado, el estrecho control de fronteras y secuenciar genómicamente los ingresos positivos para determinar si hubo ingreso de la variante Delta.
Por otra parte, ¿qué entendemos como normalidad? Para la presencialidad en distintos lugares, por ejemplo, en cines y teatros, tenemos nuevas herramientas. El pasado jueves en el Sodre pusimos diez detectores de concentración de partículas por millón de anhídrido carbónico. Eso es muy importante porque va a permitir escanear con un código QR desde un teléfono qué concentración de CO2 hay en el ambiente y saber si el aire está o no viciado. Me parece que nosotros tenemos que ir por la parte más racional e inteligente. Esperemos que lo adopten las distintas empresas.
¿Lo plantea también para el sector turístico por ejemplo?
Tenemos que pensar en este sector que es uno de los motores de la economía, que quedó trunco durante 2021. Antes ofrecíamos el ‘Uruguay Natural’, hoy ofrecemos el ‘Uruguay Seguro’ desde el punto de vista sanitario. Me parece que es un producto que se tiene que diferenciar para un segmento de mercado específico y que hay que promocionarlo de manera especial. No es para un turismo masivo, sino para uno selectivo, que vengan con las dos vacunas, que se haga el PCR al ingreso y a los siete días. Ofrecemos la seguridad sanitaria de que los empleados de un comercio están todos vacunados, pero también queremos seguridad para nuestra población.
Nosotros mutamos tanto como mutó el virus y tomamos medidas que siempre se fueron adaptando al momento epidemiológico. Ahora el gran desafío creo que es volver a la normalidad en el plano educativo, en el social, en la dignidad del trabajo, en la recuperación del laburo. Aun aquellas personas que no se vacunan por temor o por convicción como los antivacunas se ven beneficiados de la acción del resto, porque la solidaridad del 75% de la población total vacunada hace que el restante 25% esté protegido y eso se va a ver en las próximas semanas, en julio, agosto y setiembre.
¿Sorprende que el departamento de Rivera muestre las cifras actuales casi de desaparición del covid-19?
Para nada, por la forma que se trabajó, fue un trabajo muy arduo. Nosotros reforzamos desde el inicio la vacunación en toda la frontera, tanto en la seca con Brasil como en la litoraleña con Argentina. Sobre todo en Rivera-Livramento, cuando sobraron las vacunas de AstraZeneca dimos un refuerzo. Además hubo un liderazgo muy fuerte allí y el intendente (Richard) Sander me mandaba whatsapp todas las noches. Estaba arriba del tema. Lo mismo que (Carmelo) Vidalín, también (Omar) Lafluf, (Carolina) Cosse ha colaborado bien y (Yamandú) Orsi se ha preocupado en su momento y con razón, por eso removimos al director departamental de Salud de Canelones inmediatamente.
La variante P1 del virus golpeó fuertemente desde su ingreso antes del inicio de la vacunación. ¿Cuál ha sido su incidencia?
Se detectó el 22 de marzo y se dio a conocer al día siguiente. Se estima el ingreso en el entorno de la segunda quincena de febrero. Veníamos en un relativo control y un descenso de casos desde diciembre, venía bajando en enero y febrero lentamente la gráfica. Decíamos “qué bien entrar a una zona de mayor control cuando vamos a empezar la vacunación y van a comenzar las clases”. Pero de pronto, empezó a aumentar y el 5 de marzo cuando yo me vacuné dije “aquí hay una variable que está jugando que es distinta y es biológica. Y debe ser la P1 de Manaos”. Luego se logró reconocer.
En tan solo cuatro semanas pasamos del 15% de muestras positivas de P1 a tener el 100%. Uruguay tiene que ser considerado diferente porque es el único país de América y del mundo prácticamente con ese porcentaje, ni siquiera Brasil. Chile tiene un 50% de P1, por ejemplo. Fuimos infelizmente muy receptivos a esa cepa, con un 280% más de contagiosidad o transmisibilidad y un 180% más de letalidad.
¿Qué esperar de las nuevas variantes como Delta, teniendo en cuenta ahora el alto nivel de vacunación?
Nosotros tenemos formado lo que llama el GTI (Grupo Transdisciplinario Institucional) que está formado por el Ministerio de Salud Pública, el Instituto Pasteur, la Udelar y el Sanatorio Americano que capta todas las muestras de Fepremi (la Federación de Prestadores Médicos del Interior), dándonos la noción de universalidad del territorio, porque ninguna otra unión de mutualistas abarca todo el país. Entonces hemos secuenciado aleatoriamente en forma permanente y se hizo un cribaje para la detección de la variante sudafricana, la británica, la de Manaos y la india. Ahora hicimos un acuerdo con Migraciones y se hace como un trasmallo donde van cayendo los peces y a los siete días estamos llamando a los viajeros.
La Delta va a entrar, porque va a pasar como con la P1. El tema es que estamos en una forma diferente porque este fin de semana pasado cerramos con un 55% de la población total con dos dosis y con un 67% con primera dosis. Lo que sirve más son las dos dosis y catorce días. Como dije antes, nuestro objetivo es más ambicioso, teniendo en cuenta que tenemos un 17% de población menor de 12 años y estamos atentos si la FDA (Food and Drug Administration de EEUU) aprueba Pfizer para esa población de menores, quizás podríamos nosotros incorporarla de acuerdo a los términos de llegada y de acuerdo comercial que se puedan lograr.
En la interpelación dijo textualmente que “nunca se tuvo que elegir a quién dejar vivir o morir. Es una hazaña”, en referencia a la gestión de los CTIs y a que esto no fue así en todo el mundo, ni siquiera en el llamado primer mundo.
Exacto. Recordarán las imágenes de España y de Italia, el colapso de CTIs. No quiero mencionar países de América, porque es doloroso. En el caso de Uruguay tuvimos la previsión de que no faltaran todos los recursos materiales, inclusive en febrero ya habíamos incrementado potentemente la cantidad de camas, hicimos llamados para la compra de respiradores, monitores y entregamos a las instituciones públicas sin costo y a las privadas en un formato de cesión de crédito Fonasa de cuarenta cuotas sin intereses.
Pusimos una cuota de incremento de 35% de la capacidad de CTIs ya desde el inicio de la pandemia y se cumplió. Después en diciembre dimos un nuevo impulso y entregamos equipos y en febrero compramos 200 equipos respiradores más, que permitió armar una estructura muy sólida, de duplicación de camas de CTI. Además estuvo sustentado en la formación de más de 1200 médicos en forma transversal, a través de un curso con SUMI y el SMU con la rectoría del MSP, de manera que estos médicos de alta especialización pudieran fungir en funciones y suplementar a los intensivistas, que son irremplazables. También se hizo una estrategia de recursos humanos y generamos con la Comisión Nacional de Enfermería casi 1900 enfermeros preparados en el manejo de los equipos de respiración mecánica. Eso también fue un logro. El 2020 no fue inerte, sino que nos fuimos preparando…
…Para un peor escenario.
En su momento detectamos que podía haber un faltante de sedo analgésicos. Se hizo una gestión a través de la Asociación de Laboratorios Nacionales con la que trabajamos muy en conjunto y copamos la banca. Resolvimos que no podía haber escasez de medicamentos de ninguna manera. Compramos más de dos millones de ampollas de sedo analgésicos que fuimos distribuyendo de forma centralizada. Fue clave el Ministerio de Relaciones Exteriores para destrabar importaciones de materias primas y productos terminados de Brasil, Argentina, China, India, Suiza, entre otros. Hubo momentos en que todo el mundo peleaba por esas materias primas y Uruguay tuvo la fortaleza no solo de su sistema de salud sino también en su producción de laboratorios nacionales, que además estuvieron a la altura porque levantaron licencias. Tuvimos que hablar con la fábrica de ampollas porque estaban de licencia y se debía levantar para fabricar esas ampollas y envasar los sedo analgésicos. Eso no se conoce, pero lo hicimos desde acá.
Tampoco faltó oxígeno, ni para CTIs ni para tratamientos a domicilio. Y en esto hubo una gestión activa de las empresas que vinieron a plantear el problema. Inclusive en algún momento me plantearon parar una planta de Ancap porque una parte de la producción de oxígeno se utilizaba para óxido nítrico que enfría las plantas evitando explosiones, pero no se tuvo que llegar a ese extremo. Se trajeron técnicos extranjeros, se hizo la planta Charrúa, que aportó un 15% más de oxígeno, y se importó de Argentina hasta que tuvo sus propias necesidades y lo hicimos desde Chile. Luego hicimos tratativas con Brasil, con una embajada muy activa.
¿Cuáles son las principales capacidades que le quedan al MSP y al país con esta pandemia?
Es muy importante el tema de la soberanía, tanto en diagnóstico como en estudios de investigación de efectividad de vacunas. El rol de liderazgo del MSP, el rol de la ciencia y la innovación tecnológica, el rol de la industria nacional, de fármacos y otras. Despertó una cantidad de cualidades que teníamos embrionadas, que como células madre despierta su potencial para transformarse en lo que se necesita en el momento. Eso me parece que es muy resaltable.
Por otro lado, la transparencia en los datos. Nunca se ocultó un dato. Cuando hubo algún error, se admitió y salimos a dar la cara. El rol que tuvo también desde el punto de vista del soporte tanto la Agesic como Genexus como partner para la aplicación ‘Coronavirus’ que fue una innovación tecnológica que nos genera ser un Sillicon Valley desde el punto de vista informático.
¿Cuáles son las secuelas post-covid que más preocupas a las autoridades sanitarias?
Ese es un mundo muy nuevo, es una historia por escribirse. Indudablemente todo lo que tiene que ver con la funcionalidad respiratoria en los casos graves. Y después cosas por descubrir, como lo que se ha descubierto en los niños del síndrome de la enfermedad inflamatoria multisistémica, que habla de una reacción autoinmune o casos raros como la enfermedad de Kawazaki que es una vasculitis cerebral. Estamos atentos a todo. En esto tiene mucho para aportar la Udelar, la cátedra infecto-contagiosa, la de medicina interna. Es bueno recordar que nosotros habíamos formado en marzo de 2020 un grupo de diez especialistas, de los cuales nueve formaron parte del GACH. El grupo de expertos del MSP siguió trabajando tanto como el grupo honorario.
¿Qué hay de las consecuencias en la salud mental, producto del confinamiento y el estrés generado por las múltiples situaciones derivadas?
El Programa de Salud Mental ya está elaborando un plan de post-covid pero no olvidemos que nosotros implementamos un sistema de llamadas telefónicas, de línea asistencial, que atendió a más de 30 mil personas en situación de vulnerabilidad psicológica. Y eso no fue nada menor, gracias a Antel y ASSE, en forma totalmente honoraria.
Vuelve a destacar ese aspecto de transversalidad en la atención de las diferentes situaciones…
El Estado respondió como un todo. En Relaciones Exteriores, también el Ministerio de Economía y Finanzas. Nunca faltó un recurso para la salud. Nunca. Sería absolutamente errado plantear un dilema de falsa oposición entre economía y salud cuando nunca nos faltó un recurso. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social con una sensibilidad especial. En Defensa Nacional para el control de frontera y la movilización de las vacunas, los transportes desde el exterior de los respiradores. Ni que hablar del Ministerio del Interior con el rol de convivencia social y atentos a las aglomeraciones. También el Ministerio de Desarrollo Social. Fue un trabajo en conjunto fundamental, para dar una respuesta holística e integral de todo el Estado a una situación absolutamente excepcional como lo fue la pandemia, que se da cada cien años de pronto.
¿Cómo es la situación con las cirugías y los tratamientos oncológicos? ¿En qué grado se vieron afectados?
Los tratamientos oncológicos jamás tuvieron un rezago. Y nunca faltó ni un tratamiento quirúrgico oncológico ni un tratamiento quirúrgico de urgencia. Tampoco ningún medicamento de alto costo prescrito por el Fondo Nacional de Recursos. No se interrumpió ningún tratamiento desde el punto de vista oncológico. Eso es fundamental.
Lo que descendieron en algo fueron los tamizajes de detección precoz de cáncer, pero siempre por no asistencia de la gente, porque los servicios estaban abiertos. El “Quedate en casa” generó también una disminución de aproximadamente 25% al 30%, que hoy por hoy tenemos que estimular, y lo ponemos como meta, para recuperar ese diagnóstico precoz en mamografías, pérdida de sangre intestinal y papanicolau. No son las cifras que manejó el senador (Daniel) Olesker, ni de lejos. Las cifras oficiales las tengo por la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer y el Programa Nacional contra el Cáncer.
En cuanto a las cirugías, las que pudieron quedar postergadas, de coordinación se estiman unas 38 mil. Pensamos que entre agosto y diciembre, a más tardar en el verano, queda al día todo ese rezago quirúrgico.
¿Qué esfuerzos implicó el desafío asistencial?
Es importante decir que nosotros mantuvimos el tramado asistencial porque de alguna manera se subvencionó a todos aquellos que pasaban a perder su trabajo, pero le pagamos la cápita en su mutualista. Porque no es fácil que se trasladen 40 mil o 50 mil pacientes del mutualismo, del sector IAMPP para ASSE. Genera un desequilibrio y entonces le dimos estabilidad. Lo conseguimos trabajando con la FUS y la FFSP, con otras soluciones inteligentes, con la Junasa. Tampoco faltó el MEF en la cita para pagar la cápita a cada uno de los desempleados, asegurando la continuidad asistencial, su médico de cabecera y que no se desestructuren equipos. Hicimos sostenible el esfuerzo y mantuvimos los equipos. Y eso me parece que también es para valorar.
“Cabildo Abierto ha enriquecido a la coalición”
Como integrante de la Mesa Política de Cabildo Abierto, ¿qué es lo que a su entender aporta este partido al gobierno y a la política nacional?
Creo que Cabildo Abierto lo que le ha aportado es un aire de renovación, de frescura, de planteos diferentes. De una visión alternativa del país y ha enriquecido a la coalición. Ha sido muy rico en su capacidad de propuesta y disruptivo a su manera, con matices que no es ni de derecha ni de izquierda, sino que está por el país, por su gente, que tiene como centro a la persona y hunde sus raíces en los ideales del artiguismo.
En este sentido retoma las mejores tradiciones, pero con capacidad de propuesta. Desde la diputada (Silvana) Pérez Bonavita que planteó la criopreservación de gametos en pacientes oncológicos, o el año pasado la accesibilidad y no penalización de los nuevos intentos de fertilización, entre otras propuestas que se manejan a nivel político. Eso es ir por la positiva.
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