Desde su ingreso por concurso en el año 2007 a la Intendencia de Montevideo, Valeria Ripoll fue una reconocida militante política por el Partido Comunista, lo que le permitió en el año 2017 asumir el cargo de secretaria general de Adeom. Fue la gran sorpresa de la campaña cuando a pocas horas de finalizada la elección interna el Dr. Álvaro Delgado la anunció como su compañera de fórmula. En la actualidad y luego de fundamentar su cambio de orientación política, participa activamente de la campaña.
¿Cómo razona Valeria Ripoll salir de un sindicalismo tan marcado a la candidatura a la Vicepresidencia de la República?
La verdad es que la actividad sindical, convengamos, fue algo por opción, que a mí siempre me gustó muchísimo, pero uno también tiene otras luchas. En mi caso, por ejemplo, lo que tiene que ver con la discapacidad, porque uno de mis hijos que hoy tiene 17 años tiene diagnóstico de autismo desde los dos años y medio, también ha sido un motor en mi militancia social. Está claro que, desde el ámbito sindical, uno no puede generar cosas para mejorar la vida de estos colectivos, llega un límite en el que la realidad es que vos tenés que estar en un lugar donde puedas presentar propuestas, tomar decisiones, y eso es la política. Es una herramienta para mejorar la vida de la gente, obviamente uno tiene muchas más posibilidades de trabajar por estos colectivos.
Más allá de que la actividad sindical a mí me dio muchas alegrías, porque estuve muchos años al frente de la dirección de Adeom Montevideo, pero también de la Federación Nacional de Municipales de todo el país, donde pude conocer muchas realidades y trabajar muchísimo a nivel nacional, era para mí el momento. Después de ver algunas acciones que llevó adelante este gobierno, la actitud de algunos de los miembros del gobierno, sobre todo de Álvaro Delgado, de Martín Lema, vinculado a lo que tiene que ver con la discapacidad y con algunas cosas que le presentamos las familias en plena pandemia, me hicieron volver a tener ganas de trabajar y de volver a creer en la política después de haberme ido muy decepcionada hace unos cuantos años ya, cuando militaba dentro del Frente Amplio.
¿Cómo salió de la polémica que generó su designación?
Creo que generó, más que polémica, sorpresa por parte de algunos en cuanto a la decisión de Álvaro. Obviamente fue algo meditado por él en primer instante, que consultó con su núcleo más cercano y yo me enteré ese mismo día también. Convengamos que para mí también fue una sorpresa porque es una gran responsabilidad, a un año de haber ingresado al partido y de volver a la política partidaria, sobre todo enfocada en esto que tiene que ver con políticas sociales y discapacidad. En eso trabajé desde el primer día en el equipo técnico de Álvaro. Obviamente era entendible que algunos podían no estar de acuerdo. También convengamos que es la noche de una elección donde no les va bien a todos, donde uno depositó muchos meses de trabajo, y que después capaz que el resultado no a todos los deja felices. Creo que muchos que no me habían conocido, porque los que me conocían más de cerca eran quienes estaban apoyando la candidatura de Álvaro, pero algunas listas de otros sectores no me conocían tanto, con el pasar de los días la verdad que se dio un proceso muy natural donde quizá quien no estaban convencidos por no conocerme mucho o por de dónde venía, pero me fue conociendo un poco más, y hoy por hoy la verdad es que ya hace un buen tiempo que estamos todos juntos trabajando de cara a la elección, haciendo recorridas sobre todo por Montevideo, con todas las agrupaciones del partido, con los diputados, con los referentes, y nos está yendo bárbaro. Fue algo de los primeros días que se dio como parte de un proceso natural.
¿Coincide en que hay que elaborar algo más profundo en políticas de discapacidad?
Sí, claro. Hoy tenemos la conferencia de prensa en la que vamos a comunicar los grandes puntos de nuestro programa, de las acciones que vamos a tomar en discapacidad. Lo que está sucediendo en esta campaña, increíblemente, es que de forma permanente se comparan 15 años con 5, en los que además nosotros tuvimos que enfrentar la pandemia y un montón de situaciones que nadie desconoce. Está bien, es parte de la regla de la política, pero la verdad es que 15 no es lo mismo que 5. Y en estos 5 nosotros hemos llevado adelante acciones. Por ejemplo, la que terminó de concretarse ayer, de la votación del baremo único que salió a partir de cosas que presentamos los colectivos de familia, en esto de no volver a empezar en cada lugar del Estado de cero, como ha demostrado la discapacidad. Es algo increíble, pero es algo que sucede.
Nosotros hoy vamos a decir claramente que la discapacidad para nosotros ya no puede ser una política pública, tiene que ser una política de Estado que trascienda con decisiones que se toman de acá en adelante y que no puede volverse a empezar en cada periodo de gobierno. Entonces hay cosas que van a ser contundentes que vamos a presentar hoy. Por ejemplo, el hecho de que todas las personas tienen derecho a estudiar. Hoy la realidad es que no todas las personas están pudiendo estudiar, y nosotros vamos a generar el hecho de que todos tengan la posibilidad. Eso para mí es la principal política tanto social vinculada a la discapacidad que cambia la vida de las personas. Primero porque poder estudiar es parte de la inclusión. Hoy hay niños que no pueden ir a la escuela porque les exigen acompañante o porque los dejan ir una hora o los dejan ir tres días a la semana. Tiene mucho que ver con la falta de capacitación de los docentes. Vamos a plantear la capacitación docente. Tiene que ser obligatorio en este país que los docentes incluyan, no puede ser una opción del docente incluir o no.
¿Qué le hizo cambiar de opinión en referencia a las actitudes de Álvaro Delgado y la aprobación de la LUC?
Lo que pasó con la LUC es muy claro. Nosotros teníamos en aquel momento el asesoramiento técnico del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt. Hicieron a todos los dirigentes sindicales que estamos dentro del Pit-Cnt un informe en cuanto a los impactos que ellos veían en distintos artículos de la LUC. Entonces, también hay que pensar que Valeria Ripoll, hasta agosto del año pasado no hablaba a título personal, hablaba defendiendo las posiciones de su sindicato. Lo que Valeria opinaba personalmente no le importaba a nadie, porque en realidad a mí la prensa me iba a buscar para saber la posición de Adeom o de la Federación de Municipales. Entonces, mi opinión la podía dar en el seno de la discusión de mi sindicato, pero lo que Valeria Ripoll decía públicamente era defendiendo la posición que había definido mi sindicato. La gente está acostumbrada a lo que pasa a los malos dirigentes sindicales, a los que su posición personal la ponen por arriba de la de su sindicato, por ejemplo, cuando Marcelo Abdala fue a Venezuela y dijo que iba en representación de todos los trabajadores y del pueblo uruguayo, fue mentira, él nunca discutió en el seno del Pit-Cnt si nosotros defendíamos o no la revolución bolivariana como decía él.
¿De dónde surge su opinión sobre que el Frente Amplio tiene dos fórmulas?
Tiene que ver en realidad con dos cosas. Que el Frente Amplio tiene dos fórmulas es clarísimo, han escondido permanentemente a su candidato a presidente y a vicepresidenta, no exponen públicamente. Recién ahora podemos verlo en alguna cosita mínima, pero permanentemente sale Sánchez a intentar explicar o descifrar lo que quiso decir su candidato. La imagen de Blanca Rodríguez con Sánchez en los actos en lo que es la campaña de prensa es inocultable, y de hecho me sorprende que esto no lo vean muchos de los grandes medios aquí en Montevideo, sobre todo que no sea parte del debate el hecho de que el Frente Amplio no tenga programa, de que Blanca Rodríguez sustituya el rol de la candidata a la Vicepresidencia, de que Sánchez sale a explicar lo que quiso decir su candidato a presidente, que el 90% de la dirección del Pit-Cnt pretende tener cargos o se presente en listas para ser parte del gobierno. Está clarísimo que hoy el Pit-Cnt es el que manda dentro del Frente Amplio, ya no hay liderazgos, no está Tabaré Vázquez ni está Astori. Esto de hoy tener este debate en la elección del plebiscito contra la seguridad social, cuando el Frente Amplio fue gobierno con mayoría parlamentaria durante 15 años, y esta posición no es nueva, la tienen desde que existen las AFAP, lo hacen ahora porque está claro que los que mandan son ellos dentro del Pit-Cnt. Está bueno que la gente sepa qué es lo que va a votar si vota al Frente Amplio.
¿Está interiorizada con los problemas de la frontera?
Nosotros en el programa tenemos un capítulo específico en políticas de frontera que lo encabezó y trabajó fuertemente el senador Botana, que obviamente tiene experiencia en esto porque viene de un departamento donde esta situación golpea. Tenemos medidas específicas, sobre todo con cláusulas gatillo que tienen que ver con el momento en que necesiten aplicarse en el bajar el costo de los combustibles, correr un poco la franja que tenemos hoy de frontera y ampliarla un poco más algunas ciudades que están cerca y que necesitan esta modificación en lo que tiene que ver con aranceles con la libertad de exportación de algunos otros productos, con lo que tiene que ver con lo que presentamos la semana pasada de la baja del costo de vida vinculado a algunos productos en los que no somos competitivos. En los precios uno piensa permanentemente en la pasta de dientes, el jabón, el champú, para que quienes importen lo puedan vender a menor costo, porque le vamos a sacar carga tributaria.
Hay políticas específicas de frontera que yo los invito para leerlo con mayor profundidad, que entren en el programa de Álvaro Delgado que está en la web alvarodelgado.com, que ingresen y que puedan leer ese capítulo para que vean que hay medidas pensadas, sobre todo por personas que padecen el problema de la frontera y que tienen que ver con la particularidad. Porque no es lo mismo la frontera en el Chuy que la frontera en Rivera o la frontera con Argentina. Hay medidas particulares según la situación, y muchas de ellas que se activan específicamente en los momentos donde requieran activarse. Así que sí, es necesario desde el Parlamento tomar medidas específicas, por supuesto que con el conocimiento que tienen muchísimos de nuestros compañeros que además son parlamentarios, por supuesto que van a estar arriba de la mesa.
¿A favor o en contra del plebiscito de la seguridad social?
Sinceramente, siempre estuve en contra. Fue la última decisión que tomó mi sindicato estando yo al frente, que en algún momento tuve que hablar con respecto a la posición de mi sindicato, pero personalmente siempre estuve en contra. Es una locura esto, es un colapso país y la gente a veces se queda con las frases populistas que pone el Frente Amplio y el Pit-Cnt arriba de la mesa, de que te vas a jubilar antes, vas a trabajar menos y vas a cobrar más. Bueno, no es así, porque al otro día de aprobado este plebiscito, no se sabe con qué se van a pagar las jubilaciones, va a aumentar exponencialmente el IVA, van a aumentar los aportes patronales, van a aumentar los aportes de los trabajadores a su salario. O sea, vamos a perder mucho más de lo que alguno cree que puede ganar. Uruguay va a perder la confianza de los inversores, van a haber juicios al Estado, no vamos a tener dinero para invertir en primera infancia y en la asistencia de los más vulnerables porque los recursos se van a ir de forma ilimitada en lo que tiene que ver con el pago de pensiones y jubilaciones. O sea, realmente es un colapso, además del hecho de perder nuestro ahorro individual. Todos los que venimos trabajando hace muchos años lo perdemos y eso pasa a un fideicomiso que va al BPS y ya no es ni hereditario ni personal. Sería terrible que se apruebe este plebiscito por lo tanto decirle a la gente estoy absolutamente en contra, voy a hacer campaña en contra como la estamos haciendo desde el partido. No se dejen engañar por alguna frase muy simple que no es la realidad de lo que puede suceder en el país.
¿Cómo se ve presidiendo el Senado con sectores políticos tan divididos?
Como dirigente sindical, más de 15 años de mi vida me dediqué a negociar. La dirigencia sindical es permanente negociación, por lo tanto, estoy muy acostumbrada a cuando uno va con diez puntos y se viene con menos de la mitad de los resultados. La vida del dirigente sindical es pura negociación, por lo tanto, no es lo que más me preocupa. Mi principal desvelo es realmente cumplirle a toda esa gente de los colectivos que sé que confía en mí, como por ejemplo el de discapacidad. Sé que ponen en mí una gran responsabilidad de poder ser su voz, que su voz nunca fue escuchada muchas veces y yo que lo he vivido sé que tengo esta gran responsabilidad desde el Parlamento de que realmente se sientan representados, y que dentro de cinco años puedan decirme que cumplí realmente. Eso es mi mayor desvelo en este rol de poder ser la vicepresidenta de la República.
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