Según esta tesis, explicada por el politólogo Oscar Bottinelli, la importancia del voto como elemento que sustenta toda la representación política en una democracia implica, entre otras cosas, que el desafuero no podría hacerse sobre hechos anteriores a una elección.
El pasado martes la Comisión de Constitución del Senado retomó su actividad tras el intenso estudio y debate que demandó el tratamiento del proyecto de ley de urgente consideración por parte de los legisladores de la cámara alta.
La cuestión del desafuero del senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, fue el único punto en el orden del día. Manini y su partido han solicitado desde el primer momento que el trámite se sustancie “a la brevedad posible”.
Tras la reunión de la Comisión, su presidente la senadora nacionalista Carmen Asiaín, dijo consultada por la revista Martes que “Manini será informado de cada paso del proceso, para que pueda aportar prueba y citar a la comisión que estudia su desafuero”. “Los legisladores tienen los antecedentes judiciales pero los del Ministerio de Defensa no llegaron”, agregó.
No obstante, según pudo conocer La Mañana, los integrantes de la Comisión de los distintos partidos políticos solicitaron que se remitan para el análisis los antecedentes del Tribunal de Honor, la carpeta del fiscal, la carta del ex ministro Jorge Menéndez al presidente Tabaré Vázquez y el expediente de Gavazzo en el juzgado de Paso de los Toros.
Asiaín agregó que “se definieron algunos aspectos del procedimiento que se realizará para la discusión del desafuero” y que Manini tendrá la “oportunidad de producir la prueba que él quiera producir, de citar a las personas que él quiera citar haciendo como un paralelismo con un procedimiento judicial”.
Para la senadora la Comisión no debe expedirse sobre el tema de fondo porque no es un juicio político. Entiende, además, que “el fuero es de la banca” y que el peso de la voluntad de Manini de ser desaforado para enfrentar a la justicia “puede incidir en cada uno de los legisladores” pero “él no es quien decide y por algo hay que votarlo”.
Bottinelli: “el Parlamento no puede estar juzgando lo que ya juzgó el votante”
El politólogo y director de la consultora Factum, Oscar Bottinelli, sostuvo consultado por La Mañana que “el legislador no tiene derecho sobre sus fueros. El fuero es para proteger al Parlamento, no a la persona”. Bottinelli consideró, basado en la teoría de la democracia y la representación, que el fuero asegura una doble protección al votante y a la institución.
“Manini dice que no tiene nada que ocultar. Mi tesis es que, si el que no tiene nada que ocultar renuncia al fuero, el fuero solo existiría para el que se declara culpable, entonces desaparece como fuero”, opinó. “Es el famoso tema de la quinta enmienda de la Constitución de Estados Unidos que dice que nadie está obligado a declarar en su contra. El que se acoge no puede ser enjuiciado, pero habría declarado que es culpable”, añadió.
Bottinelli afirmó además que el desafuero solo tiene sentido con hechos producidos posteriores a la elección. “Creo que los institutos correctivos y disciplinarios a los legisladores (desafuero, suspensión en el cargo, juicio político, etc.) solo pueden aplicarse por hechos producidos a posteriori de la elección o que no hubiera sido posible que sean conocidos por el elector. Si no lo que se está es corrigiendo al votante”, dijo.
Bottinelli: “Parlamento debe garantizar que no haya elementos políticos detrás de la persecución”
“En el caso de Manini fue con escándalo público, con el pedido del fiscal treinta días antes de las elecciones, la presunción es que el votante tuvo conocimiento de lo que ocurría cuando votó a quien votó. Luego el Parlamento no puede estar juzgando lo que ya juzgó el votante”, agregó. “Es una tesis basada en el concepto de la importancia del voto como elemento que sustenta toda la representación política en una democracia”, concluyó el politólogo.
El peso del “clima de opinión” y la independencia de poderes
“Hay que tener mucho cuidado porque una cosa es defender la independencia del Poder Judicial y otra es confundir con que los magistrados no son influibles por la opinión pública, sobre todo ahora que los fiscales tienen un rol más parecido a los antiguos jueces de instrucción”, advirtió Bottinelli. “En la interpretación de la ley, cuando se trata además de figuras públicas y conocidas, puede incidir los climas de opinión. Entonces precisamente el Parlamento la función que tiene es garantizar que no haya elementos políticos detrás de la persecución”, agregó.
Bottinelli recordó además el caso del desafuero que negó el Frente Amplio al diputado pachequista Armando Silva Tavares, que había sido elegido en las elecciones de 1989. “Uno de los argumentos que manejaron era que el diputado había sido un gran denunciante de un tipo de actitud del gobierno y que en la situación de él había varios empresarios, pero se había acelerado la causa contra él”, indicó. “La tesis que sostuvo el FA fue que había que tener cuidado con la sospecha de una persecución política. Y eso es lo que el Parlamento tiene que analizar”, explicó el politólogo.
El politólogo y director de Factum consideró además que es importante a la hora de analizar los fueros tener en cuenta la importancia de la separación de poderes. “El Poder Legislativo es el más débil de todos. El más fuerte sin duda es el Poder Ejecutivo porque tiene la fuerza física, fáctica, las armas. Pero en una sociedad relativamente civilizada los magistrados tienen el arma de la libertad de las personas, pudiendo disponer de ella.
Precisamente el fuero existe para la doble protección del parlamentario”, opinó Botinelli. “El que está sentado en el Parlamento es porque representa una “ava” parte del país, que puede llegar a pensar distinto que todos los demás que están sentados en el Parlamento y tiene derecho a que así sea”, valoró.
Finalmente, el politólogo dio su punto de vista sobre la discusión política en torno al caso del desafuero de Manini. “La forma en que se está tratando el tema no contribuye a un análisis estratégico donde se cuiden cosas de fondo y más bien que se puede actuar en función de la búsqueda del aplauso fácil, es el riesgo que tiene el Parlamento”, dijo.
La polémica que se traslada desde la campaña electoral
A falta de algunas semanas para las elecciones de octubre de 2019, el fiscal Rodrigo Morosoli resolvió solicitar una audiencia para formalizar solamente al entonces candidato presidencial, Guido Manini Ríos, entendiendo que la responsabilidad del delito de omisión recaía sobre él y no sobre su superior, el mandatario Tabaré Vázquez. El mismo Vázquez, que en un principio sostuvo a la prensa no conocer la información de la declaración de Gavazzo, luego se contradijo y afirmó frente al fiscal que sí estaba al tanto de ello.
Mientras tanto, en el Frente Amplio las reacciones fueron distintas. Mientras el ex senador Rafael Michelini comentó irónicamente que era una “casualidad” que la fiscalía solo encontraba un responsable, el ex presidente Mujica consideró que se trataba de un “error político”. Por otro lado, también durante la campaña, el entonces ministro de Trabajo Ernesto Murro dijo a radio Carve que Manini Ríos debía “presentar la renuncia a su candidatura”.
Con la elección de Manini como el tercer senador más votado del país, solo detrás Lacalle Pou y José Mujica, el fiscal Morosoli interpretó el primero de noviembre de ese año que el líder de Cabildo Abierto ya gozaba de la protección de los fueros parlamentarios, aun cuando no había sido proclamado por la Corte Electoral. El asunto se ha prolongado durante todos estos meses de transición, pandemia y de tratamiento de la ley de urgente consideración.
Con la reactivación del desafuero, el tema ha vuelto a la portada de varios diarios y es asunto de discusión en radio y televisión. Salvo el Frente Amplio –con la excepción de Mujica- que adelantó su posición de votar el desafuero, en los partidos de la coalición de gobierno señalan que la decisión se tomará una vez que se estudie debidamente el caso en la Comisión.