Tras reunirse con los directores de la educación, jerarcas de la salud y el grupo de científicos que asesora al Poder Ejecutivo en la estrategia para enfrentar la pandemia, el presidente Luis Lacalle Pou comunicó el pasado jueves el cronograma para regresar a las clases presenciales.
Horas antes de que el presidente diera el anuncio oficial del retorno a las aulas, se reunió con los académicos que forman parte del grupo asesor científico honorario: Rafael Radi, Fernando Paganini y Henry Cohen. Posteriormente, estos dieron una conferencia donde explicaron a la ciudadanía sobre cuál es la situación general de Uruguay respecto a la pandemia; y también hicieron un análisis del riesgo del covid-19 en los niños teniendo en cuenta el reinicio escolar.
“Sabemos que los niños se enferman poco, levemente y transmiten poco la enfermedad”, indicó y recordó que entre los catorce niños que se enfermaron en Uruguay no hay ninguno menor de cinco años. “A eso le sumamos que las experiencias internacionales en los países donde cerraron las clases no pudieron demostrar que fue eficiente para disminuir los números de casos”, señaló Cohen. Además, el especialista manifestó que “los efectos positivos del cierre escolar son por lo menos discutibles, pero los negativos son indiscutibles”.
Por su parte, Radi mencionó que si bien “la dinámica de transmisión y la contagiosidad de los niños es un tema debatido y complejo”, basados en “la mejor evidencia disponible” hasta la fecha, afirmó que “el impacto del cierre de las escuelas sobre el desarrollo de la enfermedad es muy bajo”, y también explicó, para tranquilidad de padres y madres, que “nosotros nos focalizamos en la dinámica de transmisión en niños y podemos decir que no es igual a otras enfermedades altamente contagiosas, como puede ser la influenza. Se abre un escenario de relativa tranquilidad para reabrir los espacios educativos, basado en los pilares de progresividad, capacidad de regulación, monitoreo permanente y evidencia científica”, sostuvo Radi en conferencia.
Paganini aseguró que tratan de ver la secuencia de casos, para estimar tendencias y poder proyectar a futuro. “Solo con el monitoreo sabremos el impacto que tendrá una reapertura de las escuelas, como se hizo en la construcción”, explicó. El científico detalló que “las escuelas se deben medir estrictamente en corto y mediano plazo con acoplamientos cada quince días para medir el proceso”.
Retorno a clases será voluntario y con atención a los más vulnerables
Al poco rato, el presidente anunció el cronograma de reinicio de clases e indicó que este está respaldado por los científicos que elaboraron protocolos de trabajo para dar un paso prudente en la apertura de los sistemas educativos. “Estamos convencidos de que el riesgo es mínimo y tiene que existir la voluntad de los padres para decidir si los niños participan o no”, afirmó Lacalle Pou.
El mandatario manifestó que “retomamos un aspecto fundamental de la vida, que es el futuro de nuestros chiquilines”; y agregó que “el distanciamiento físico sostenido será clave” en este reinicio de clases.
Por otra parte, el presidente advirtió que “no queremos bajar las exigencias de la educación para los alumnos que no accedieron a las plataformas”. El presidente del Codicen, Robert Silva, aseguró que “estamos avanzando en la fijación de objetivos curriculares para adecuar aprendizajes a la realidad que hoy vive el país”. En ese sentido, explicó que el próximo 25 de mayo regresarán a los locales escolares los directores y docentes para convocar a quienes no se conectaron en forma virtual y realizar tutorías para un aprendizaje más individual, para que no se siga profundizando la brecha educativa”, sostuvo.
La brecha educativa
Sobre la brecha educativa, el psicólogo y educador, Roberto Balaguer, manifestó a La Mañana que “en realidad la brecha ya estaba y en todo caso ahora se acentuó y se hizo todo más visible”. Balaguer entiende que “en este período quedó claro que había mucha gente de distintos sectores, sobre todo en los sectores más carenciados que quedaron por fuera”. Al mismo tiempo, indicó que la pandemia desnudó “dificultades en las formas de evaluar, dificultades en las formas de encontrar apoyo por parte de las familias”, falta de contacto con la familia, de que haya una alianza entre padres y escuela.
Respecto al nivel educativo en general, a Balaguer le preocupa que “hay un sector de la población que está teniendo resultados muy bajos, muy poco acorde con lo que es la historia del país”. El psicólogo sostiene que “evidentemente hay mucho trabajo para hacer, para poder acercar nuevamente a esos sectores. Cada vez -a diferencia de algunas décadas atrás- está mucho más segmentado”, señaló; y reflexionó que “depende del lugar donde nazcas cuáles son tus posibilidades”.
Balaguer remarcó la importancia del Plan Ceibal y su plataforma. “Es una infraestructura que en este momento aportó mucho valor y fue un elemento importante para sostener la institucionalidad de la escuela”, sostuvo el psicólogo.
Pero también advirtió que estas circunstancias conllevaron “nuevas dinámicas” que no estaban previstas anteriormente; en lo que tiene que ver con la “autodisciplina” que deben trabajar los estudiantes para cambiar el método “sincrónico” tradicional, por otro “asincrónico” desde su hogar, indicó Balaguer. Puntualizó en la responsabilidad de los padres que durante estos meses sin clases debieron “tercerizar” el rol del maestro para efectivizar esa “autorregulación”.
La brecha digital
A pesar de que Uruguay es el país de América Latina en el que más estudiantes accedieron a la educación digital durante la pandemia -con un 85% de los alumnos que accedieron a las plataformas virtuales-, se evidenció una brecha digital importante entre los sectores más pudientes y los más vulnerables. Un 15% de los escolares no accedieron ni una sola vez a la plataforma CREA este año.
Una encuesta que realizó la Fundación Ceibal y la organización Adela señala que al 25 de abril, el 93% de los niños de escuelas más favorecidas accedieron al menos una vez en el año a la plataforma CREA, mientras que lo hicieron un 68% de los escolares de los centros más vulnerables. Aunque vale remarcar que esa cifra se redujo 28% en un solo mes, gracias a la entrega de nuevas computadoras.
Según el último relevamiento de datos sobre acceso a la plataforma CREA, entre el 16 de marzo y el 12 de mayo, 33.765 escolares no accedieron a la herramienta digital, mientras que en secundaria y UTU, 16.425 estudiantes no se conectaron..
Calendario de reinicio de actividades presenciales en la educación
En el documento se plantean tres medidas de “pronta aplicación”: primero, la autorización para la integración de mesas de exámenes en todo el país, con el fin de facilitar la culminación y continuidad de ciclos educativos en la educación media pública y privada, así como en formación en educación. Segundo, la autorización para que equipos de docentes retomen actividades presenciales en los centros, con el fin de atender situaciones de vulnerabilidad educativa y también la autorización para la convocatoria a estudiantes para realizar actividades de acompañamiento y tutoría. En tercer lugar, el reinicio de las actividades presenciales en todas las reparticiones de administración, respetando las previsiones sanitarias según los protocolos vigentes.
En segundo orden, se dispusieron medidas de “aplicación gradual” y se publicó un calendario de reinicio progresivo –en tres etapas- de las actividades presenciales. El mismo prioriza la atención a situaciones de vulnerabilidad social y tiene en cuenta la variación de las condiciones sanitarias en el territorio.
Primera etapa (1° de junio)
Extensión del reinicio de la educación rural presencial a todo el país y a todas las modalidades, incluyendo las de educación media. Además se reabren escuelas que atienden a estudiantes de particular vulnerabilidad educativa y social en todo el país, excepto Montevideo y el área metropolitana. También se habilita la apertura de las escuelas de educación especial en todo el país, que será instrumentado paulatinamente atendiendo a las características de cada centro. A su vez, se reabre el último año de la educación media superior -bachillerato- de Secundaria y de UTU, con excepción de Montevideo y el área metropolitana.
Segunda etapa (15 de junio)
Se habilita la apertura de los centros de primera infancia y de educación inicial en todo el país. Incluye a los centros de atención a la infancia y la familia (CAIF), los centros de educación inicial de ANEP y los centros privados de primera infancia. También se reabren todas las escuelas primarias públicas y privadas, excepto en Montevideo y el área metropolitana. Se habilitan todos los liceos públicos y privados, así como la formación técnica, tanto de nivel medio como terciario, excepto en Montevideo y el área metropolitana. Se reabre únicamente el último año de educación media superior de Secundaria y UTU en Montevideo y el área metropolitana y el último año de formación en educación en todo el país.
Tercera etapa (29 de junio)
Queda habilitada para todo el país la reapertura de los demás centros de educación primaria, secundaria y técnica, tanto pública como privada.