Tras permanecer más de diez años como directora del Hospital de Ojos, días atrás la doctora Sandra Medina presentó su renuncia. En conversación con La Mañana, alertó sobre la falta de apoyo a su gestión, que se agravó tras convertirse este centro en una unidad ejecutora independiente, con un presupuesto “totalmente insuficiente”.
¿Cómo fue su inicio dentro del Hospital de Ojos y la carrera que llevó en ese lugar?
Concursé con otros 26 oftalmólogos a fines de 2007 y terminamos ingresando diez en febrero de 2008, fecha en que comenzaron las cirugías en el Hospital de Ojos, que fue inaugurado ese año. Nosotros estábamos dentro del predio del hospital Saint Bois. Entre ambos constituíamos el Centro Hospitalario del Norte. De esta manera existía una dirección general, y dos direcciones técnicas: una para el Saint Bois y otra para el Hospital de Ojos. La dirección general era la ordenadora del gasto.
En principios el Hospital de Ojos fue un centro de cirugías de cataratas por la deuda social que existía y después fue ampliando sus cometidos. En 2009 trabajando como médica oftalmóloga se me ofrece una jefatura (un mando medio) para hacerme cargo de los residentes que venían por ASSE. Ahí como un desafío insisto en que el residente debe entrar a block quirúrgico desde el primer día. Esto se debe a la realidad de la oftalmología, la necesidad de formar cirujanos en esta especialidad. Muchos oftalmólogos salíamos sin tener una formación en cirugía y esto generaba una nueva brecha.
¿Con esa medida usted buscaba hacer crecer la formación en cirugía?
Eso es así, porque se debe potenciar este aspecto. La deuda social que existía en el país era debido a que si son pocos los oftalmólogos que operan, los usuarios de menores recursos no iban a poder acceder a esas cirugías. De esta manera saldábamos una deuda social y formábamos nuevos especialistas jóvenes, que cubrieran las cirugías que surgieran en el futuro.
Mi idea era que debíamos dejar de ser un centro de cataratas (que ese fue el inicio) y pasar a ser un centro de oftalmología integral. Y eso pasó porque incorporamos equipamiento de última generación que nos convirtió en el centro de referencia nacional.
Después pasan a ofrecerle la dirección del Hospital de Ojos.
Eso fue en 2011 y ahí tuve mis dudas. Éramos una dirección técnica (seguíamos dependiendo del Centro Hospitalario Norte) y no ordenadores de gasto. Igual acepté siguiendo con mis ideas sobre cómo construir un mejor Hospital de Ojos.
Desde 2011 hasta fines de 2021 que es cuando presenta su renuncia ¿qué evaluación hace de su tarea?
Sobre los objetivos planteados logramos la incorporación de mucha tecnología. Incorporamos 30 equipos para estudios y procedimientos quirúrgicos, muchos de ellos con convenios con otras instituciones como Aebu, Sanidad Militar, el sindicato de Ose y Ute. Y en esos casi once años alrededor de 60 residentes pasaron por el hospital y hoy más del 50% están trabajando en ASSE. Asimismo, varios oftalmólogos recibidos fueron a mejorar su experticia en alguna especialidad y en muchos casos se convirtieron en tutores quirúrgicos de los residentes.
¿Cuándo comienzan los problemas que la llevan a presentar su renuncia?
En 2016 la Federación de Funcionarios de Salud Pública realiza una denuncia sobre una supuesta irregularidad de mi parte, lo que se emite por un programa de televisión. Se trataba de que supuestamente ejecutaba cirugías en el hospital fuera de horario. Se inició una investigación administrativa y dos años después, en 2018, me presento en la Comisión de Salud de Cámara de Diputados para defenderme y explicar la situación. Ahí se constató que los denunciantes habían leído mal: confundieron la fecha de la descripción operatoria con la fecha de la cirugía. El reconocimiento de los parlamentarios lo tuve en el momento y se me pide disculpas por lo que tuve que pasar.
Por eso en marzo de 2019 decido plantear mi renuncia, porque además de los hechos de la denuncia, nada había cambiado en cuanto a lo que era la administración del centro. La renuncia la planteo de manera verbal y me solicitaron que esté en el cargo hasta que culmine el período de gobierno. Esto lo entiendo y lo acepto, pero debo aclarar que no es un cargo político, pero si de confianza. Cuando llega el nuevo gobierno se me mantiene como directora. Al llegar a las 100 mil cirugías, el 20 de noviembre de 2020, en el anfiteatro de ASSE el doctor Cipriani señala que el gobierno consideraba que lo que estaba bien debía seguir. Eso fue un gran honor por la confianza que ponían en mi persona y en mi equipo. Pero entonces comencé a ver que el apoyo era solo verbal.
¿A qué se refiere?
Un tema central en este punto fue la división que se produjo entre el Hospital de Ojos y el Saint Bois. Por la ley presupuestal se determinó que el Hospital de Ojos pasaba a ser una unidad ejecutora, con su gerencia administrativa financiera y otra de recursos humanos. O sea, no dependíamos más de la administración que daba para ordenar el gasto el Centro Hospitalario del Norte. Pero vi que no existía compromiso. De los 270 millones de pesos anuales que tenía el Saint Bois y el Hospital de Ojos, se pasaban a destinar 68 millones para nuestro centro y si le sacaba los cuatro millones destinados a alimentación para la delegación cubana (algo ya estipulado), quedaban 64 millones para salarios, funcionamiento, obras, mantenimiento, equipamiento, lo cual era y es totalmente insuficiente.
¿Antes cuál era el presupuesto?
Eso nunca lo pudimos establecer, porque estaba dentro del presupuesto del Centro Hospitalario del Norte. En el presupuesto no se contempla por ejemplo el mantenimiento de equipos. Se debe tener en cuenta que en materia de equipos hoy el Hospital de Ojos es la sumatoria de cuatro clínicas privadas. También con el presupuesto que nos asignaban debíamos hacer toda la infraestructura de edificación. Construimos una farmacia y el economato, pero proveeduría y mantenimiento aún está por terminarse. Para esas obras debo agradecer el apoyo del Ministerio de Defensa, en cuanto a la mano de obra.
¿Qué sucede cuando se pone en práctica la independencia económica del Hospital de Ojos?
Pensé en que de esta manera podía planificar y desarrollar, en medio de la austeridad. En enero de 2021 comienza a ejecutarse la nueva unidad y en mayo ya tuve mi primera comunicación con ASSE para informar de las dificultades existentes. No tenía ni gerente administrativo ni gerente financiero. Nombraron entonces la directora administrativa en junio y en agosto la gerente financiera. Pero la directora administrativa pide licencia el 4 de agosto y no vuelve, la nombran en ASSE Central. O sea crearon la unidad y la estaban desmantelando. Ahí planteado mi desconformidad, hago una propuesta para nombrar un gerente y no me lo aceptan. Pido entonces una reunión con el vocal en ASSE, Cnel. (R) Julio Micak y le planteo esta situación y a la semana se resuelve el tema.
¿Por qué se da concretamente la renuncia?
El punto es el presupuesto. Había equipos rotos. El presidente de ASSE me llama para tratar el asunto en una reunión el 25 de noviembre del año pasado. Ahí estaba el gerente administrativo financiero, Juan Behrend y Cipriani le trasmite que había que pasar al Hospital de Ojos más presupuesto para resolver la situación del equipamiento que no funcionaba. Una semana después le envío un mensaje a Behrend y no recibo respuesta. El 28 de diciembre lo llamo y me atiende y dice que nuestra situación no la había podido tratar porque estaba con el tema de Casa de Galicia. Había pasado entonces más de un mes de la reunión que tuve con él y con Cipriani. Ahí me di cuenta de que no podía cumplir con los usuarios, porque el vitrectomo, no funcionaba y es para las cirugías de urgencia. Y había otros equipos importantes que tampoco estaban operativos desde hace un año, como el Excimer Laser, destinado para cirugía refractiva en jóvenes. Así no se podía seguir, y tras la llamada con Behrend decido presentar la renuncia ese mismo día, tanto como directora del hospital y como funcionaria de ASSE. Quiero destacar que durante toda mi permanencia como directora lo hice en exclusividad, sin actuar en la órbita privada.
¿Tras su renuncia se comunicó alguien de ASSE con usted?
El 29 de diciembre, un día después, me llamó el doctor Cipriani y también lo hizo su adjunto, el doctor Mario Torales. Me manifestaron su apoyo y yo les dije que de manera verbal si existía el apoyo, pero de manera real no. Quiero aclarar que toda esta situación no es de los últimos dos años. Lo de “todo a pulmón” en el Hospital de Ojos viene desde hace años y pienso que el problema son las personas que ocupan determinados cargos intermedios. Por ejemplo en esta administración, el Director del Área de Cirugía de ASSE, Dr. Gerardo Eguren y el gerente general, Dr. Eduardo Henderson, nunca visitaron el Hospital de Ojos para conocer la realidad in situ.
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