Un programa impulsado por la Organización Panamericana de la Salud que se implementa en varios países de América Latina se viene desarrollando en Uruguay con el propósito de reforzar la comunicación en la familia y disminuir la violencia intrafamiliar. La doctora Quintana explicó en entrevista con La Mañana las acciones de Familias Fuertes Uruguay y niega que tenga contenidos religiosos, como señalaron algunos medios.
¿Cómo surge la iniciativa de Familias Fuertes?
Hace muchos años que yo trabajo en adicciones, sobre todo, y Familia Fuertes es un programa, que se ha utilizado en muchos países de América Latina con el objetivo de prevenir el consumo de sustancias en adolescentes y jóvenes.
Este año que me hago cargo del Programa de Adolescencia y Juventud del Ministerio de Salud, nos contactamos con “el dueño” del programa, que es la OPS, e hicimos los trámites para implementarlo en Uruguay.
Decía que este programa ya se implementó en otros países de América Latina, ¿cómo ha sido la experiencia?
Así es, en países de todo el mundo y más de 16 países de América Latina. Tiene excelente evaluación y hay evidencia científica del impacto significativo que genera el programa en las familias.
Sus dos objetivos mayores son mejorar la comunicación intrafamiliar y fortalecer los lazos familiares. Y se sabe que de esta manera es que se evitan conductas de riesgo en la adolescencia.
¿Concretamente el programa en qué consiste?
El programa consistente en talleres, son siete encuentros, donde se citan entre 10 y 15 familias, que tengan integrantes entre 10 y 14 años de edad. Tiene el requisito de la participación de dos personas adultas referentes, como los padres, pero también puede ser la madre y un abuelo. Se trabaja en la primera etapa de la adolescencia dado que es el momento ideal para hacer prevención.
Primero se les presenta a las familias el programa, se acuerda el horario adecuado y se hacen talleres una vez por semana con todos ellos. En una primera hora se trabaja de forma separada y paralela con los adolescentes y con los padres, para en una segunda hora trabajar con toda la familia. En cada taller se toca un tema que puede ser la comunicación en la familia, el amor, cómo elogiar a nuestros hijos y cómo poner límites. Porque el programa tiene un lema que es “amor y límites”.
Entendemos que este es un programa de gobierno que busca fortalecer la familia para prevenir una cantidad de conductas que hoy en día son causa de muerte en nuestros adolescentes y jóvenes.
Entonces, se va trabajando eso con deberes, que tanto los adolescentes como los padres tienen para hacer en la semana, en familia. Y eso va generando un cambio. Sesión a sesión uno va viendo el cambio que se genera con la familia.
Nosotros lo estamos implementando ya en Uruguay, estamos haciendo la implementación piloto para adaptar a nivel nacional el programa, entendiendo que hay cosas de la cultura uruguaya que tenemos que tener en cuenta. Lo estamos adaptando en Canelones, porque Canelones tiene la característica del país, porque tiene ruralidad, tiene centro, tiene costa. Entonces elegimos familias de allí que se ofrecieron para participar del programa, nos quedan dos sesiones para terminar.
De forma concomitante se formó una mesa académica integrada por referentes de la Udelar y de la Ucudal para el análisis de los manuales estandarizados de OPS y generar un documento que valide la adaptación nacional.
¿Tiene algún tipo de contenido religioso en el programa?
No, no, para nada. No tiene ningún contenido religioso. Hay una sesión que habla de los principios de la familia y de cómo nosotros como adultos le transmitimos nuestros principios a nuestros hijos. El taller se basa en ejemplos, se puede transmitir la honestidad, el trabajo y una de las cosas que se trasmite en una familia son las creencias o no creencias.
El tema que ha traído controversia es porque este programa en algunos países de América Latina, instituciones religiosas como Cáritas ha puesto el dinero para que se pueda implementar. No quiere decir que uno con las familias trabaja el tema religión, para nada, lo que se trabaja es comunicación. De ahí a que algunas instituciones religiosas entiendan que este programa es bueno para fortalecer la familia y que dentro de sus prioridades esté la familia, bueno, eso es otra historia. Pero no, el programa no tiene absolutamente nada de religión, de ninguna religión.
¿Qué se piensa hacer a partir de ahora?
Nos encontramos en el final de la implementación piloto del programa Familias Fuertes en Canelones. Por otro lado, ya tenemos el documento de la mesa académica encargada de la revisión de los manuales originales de OPS. Con ambos materiales estamos en condiciones de generar los manuales uruguayos. Lo que ya comenzamos a trabajar con OPS Washington.
Nosotros entendemos que este programa es un programa de gobierno, dado que el gobierno busca fortalecer la familia, que entiende que es necesario fortalecer las familias para prevenir una cantidad de conductas que hoy en día son causa de muerte en nuestros adolescentes y jóvenes.
El 70% de las muertes en adolescentes y jóvenes (10 a 24 años) de 2019 fueron por causas externas, también llamadas muertes violentas, lo que para la población en general corresponde al 7%. Por lo que podríamos decir que las muertes violentas en adolescentes y jóvenes son 10 veces más frecuentes que en la población general. O sea, nuestros jóvenes y adolescentes no están muriendo por una enfermedad orgánica, sino por las conductas de riesgo, por causas prevenibles y Familias Fuertes es una herramienta para esa prevención.
Es un programa de gobierno donde nosotros entendimos que cuantas más instituciones del Estado participen, de diferente forma en la implementación, más mostramos un sello de que el gobierno busca fortalecer la familia. Por eso es que hemos intentado llegar a la máxima cantidad de instituciones posibles, cada una con una actividad diferente.
Lo otro importante a destacar es que no va a haber dinero extra para el programa, sino que lo que hay es una distribución de recursos humanos y demás para poderlo implementar.
Convenio con ajustes
El día 20 de octubre de este año se estableció un convenio de cooperación para la implementación nacional del programa Familias Fuertes. En el mismo, el MSP se encarga de implementar y fiscalizar el convenio. También participan ASSE, el MEC, ANEP, Mides, INAU, JND, OPP, MDN, OSE y Antel.
Se consigna que se trata de una “intervención primaria de capacitación en habilidades de crianza y relación familiar para prevenir conductas de riesgo en adolescentes”. “Los estudios de seguimiento han demostrado que el programa tiene un impacto significativo y es costo-efectivo en la prevención de: consumo de drogas, violencia y prevalencia de actividad sexual sin protección en adolescentes a corto y largo plazo”.
Según informó Quintana a La Mañana, existió una comunicación a principios de noviembre con el representante de la OPS en Uruguay, Giovanni Escalante, donde se solicitó por parte del MSP que se quitaran algunas referencias que pudieran tener connotación religiosa del manual del facilitador, y Escalante accedió a que se realicen los ajustes solicitados.
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