Cada generación tiene sus centinelas institucionales que velan por la pureza de las normas que rigen la ciudad y la pulcritud en el manejo de la cosa pública.
Dentro de los primeros hoy hace punta el mandamás del Sunca, el flamante senador por el Partido Comunista Oscar Andrade. Desde que fue inventado de la mano de Daniel Castro y el Canal 4, no ha cesado de tender su dedo acusador a diestra y siniestra del espectro político, con una impunidad que solo le está reservada a los “justos”. Eso si, a los que jamás apuntan es a sus “benefactores” por más que sean algunos de ellos, notorios cuadros de su odiada clase burguesa, que al decir de Lenin, eran capaces ellos mismos,de comprar las sogas con que se los iba a colgar.
Este fin de semana Andrade, con motivo del balotaje, quebrando la veda, en declaraciones a Teledoce, se prestó dócilmente a hacer el papel de refente testimonial a la confabulación de supuestos politólogos que manipula solapadamente el periodista Nelson Fernández, su exsocio y antiguo correligionario (tapado) del órgano del Partido Comunista, La Hora, con el objetivo de responsabilizar a Manini Rios del “inexplicable” error de las grandes encuestadoras sobre los porcentajes de votación que iban a lograr los bandos en pugna: el FA y la Coalición Multicolor.
A partir de este relato salta todo un aquelarre de comunicadores, que tratan de opacar la ejemplar jornada cívica del pasado domingo. Perfecta y disciplinadamente articulados, denuncian como responsable de que los resultados de las encuestas no se compadecieran con las realidades de los votos escrutados responsabilizan al líder de Cabildo Abierto.
“Llegamos a esta elección, denuncia Andrade imbuido de un ceñudo civilismo antimilitar, “en un clima raro, porque un excomandante de las Fuerzas Armadas salió a ordenarle a la tropa a quién votar previo a la elección. Eso hubiera requerido un repudio generalizado, independientemente de las alianzas electorales”.
Podríamos admitir que para muchos jóvenes inexperientes o a algún ciudadano desprevenido, esta profesión de fe, de laicismo republicano, fuera de recibo. Pero estas afirmaciones tan reñidas con las realidades gremiales a que nos tiene acostumbrado el PIT CNT y provenientes de un cultor de regímenes militarizados como Cuba y Venezuela, mueve a risa. Es triste que se subestime tanto la capacidad de reflexión del televidente medio.
Pero si rastreamos el apego por la verdad que profesan el novel senador y el publicista, vemos cuan coherente son con sus antecedentes de militancia -desembozada u oculta- en el PCU histórico.
Es bueno repasar documentos de la historia reciente que ellos usan para justificar todas sus trapisondas políticas.
Es importante recordar el papel que los comunistas jugaron frente al inicio de la dictadura militar , que aunque ya pasaron 45 años, con total impunidad ellos le siguen sacando réditos como si hubiera ocurrido ayer.
El Partido Comunista hoy seráficamente embanderado con los Derechos Humanos y la “profundización” de la democracia, en los momentos más duros de la represión contra las organizaciones sociales y los militantes de la izquierda apostó a una carta que hoy se confabulan en ocultar. Aunque no han podido hacer desaparecer la documentación.
El editorial del “El Popular”, organo oficial del PCU, del domingo 11 de febrero de 1973 convocaba a su militancia a salir a las calles para apoyar la insurrección militar.
“El país necesita cambios, el pueblo quiere cambios…”
“Las Fuerzas Armadas deben reflexionar sobre este hecho: los marxistas-leninistas, los comunistas, integrantes de la gran corriente del Frente Amplio, estamos de acuerdo en lo esencial con las medidas expuestas por las FF.AA…”
Es decir, le estaban dando un apoyo irrestricto al tan denostado ( hoy) golpe de estado de 1973.
Sobre este tema y sobre las razones difíciles de entender de los supuestos errores en el resultado electoral del balotaje, seguiremos ampliando nuestros comentarios en La Mañana del próximo miércoles.