En entrevista brindada a La Mañana, Larzabal realizó un análisis de situación al respecto de las personas mayores, además de referirse a los proyectos futuros.
¿Cuál es el proyecto de Inmayores a partir de su dirección?
El proyecto busca varios efectos. En principio, es trabajando un poco desde los compromisos programáticos que tiene el Frente Amplio y escuchando a la sociedad civil organizada para empezar. Una de las propuestas es retomar y posicionar nuevamente al Inmayores en los avances de la conquista de los derechos de las personas mayores, a nivel también latinoamericano. Hay espacios que hemos perdido, debemos retomar esos compromisos, retomar fuertemente la escucha y la participación de las organizaciones de personas mayores, fortalecer los consejos consultivos en el sentido de que sean el órgano rector de las políticas dirigidas a las personas mayores a nivel nacional interinstitucionalmente, articulando con las otras instituciones en todos los niveles, lo cual es fundamental. Y revalorizar ese rol rector sobre las políticas hacia las personas mayores es muy importante, dándole el lugar que es necesario tener con fuerza, poder poner en la agenda, no solo a nivel nacional, también en los tres niveles de gobierno, lo que tiene que ver con las políticas dirigidas hacia las personas mayores.
Habló de recuperar las conquistas, ¿cuáles fueron las que se perdieron y cómo se hace para recuperarlas?
Uruguay fue el primer país en ratificar la Convención de Derechos de las Personas Mayores y todavía no hemos instalado el mecanismo de seguimiento para esa convención a nivel latinoamericano, que es súper importante. Entonces, por un lado, fuimos vanguardia, fuimos los primeros, y por otro lado estamos como en deuda en la instalación de ese mecanismo, en articular con los otros países. La participación de las organizaciones sociales de personas mayores se vio muy debilitada en este último período, porque no estuvieron los espacios y las convocatorias suficientes para articular con esas organizaciones. Entonces, hay que fortalecer la participación de las personas mayores desde los consejos constitucionales, por ejemplo.
En referencia a los hogares de larga estadía, algunos sin habilitaciones ni condiciones mínimas, ¿qué puede hacer Inmayores para poner en orden esta situación y en salvaguarda la vida de estas personas?
Por un lado, es fundamental articular con el Ministerio de Salud Pública, con el cual ya iniciamos las primeras reuniones y encuentros para trabajar en conjunto con lo que implica la regulación y la fiscalización de los elementos y mejorar los acuerdos que tienen que ver con esta fiscalización. Hay algunas condiciones que se acordaron en pandemia y hoy quizás haya establecimientos que no están en condiciones graves, pero sí hay un cumplimiento. Capaz que en pandemia se toleraban algunas cosas. El trabajo con los propios establecimientos es para que entiendan que regular es para garantizar los derechos de las personas y no es que vamos a ir a cerrar ni a multar, sino todo lo contrario. Vamos a trabajar para que ellos puedan garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas mayores, para que vivan en esos establecimientos de forma digna, que se respeten y se garanticen los derechos de estas personas para que tengan una vejez feliz. Por ahí hay que pensar, no que el establecimiento o un ente privado que es un enemigo, sino cómo los atraemos para que quieran regularizarse, para que quieran cumplir con toda la normativa. Me parece que es importante trabajar en esta línea. Hay muchos hogares que hoy no conocemos porque son ilegales, porque son clandestinos, pero hay mucha gente que los conoce. Entonces, ¿cómo hacemos sin ir a denunciar a este establecimiento? Porque capaz que a las personas ahí se las trata bien, pero ¿cómo hacemos para que sea atractivo que quieran regularizarse y que no tengan miedo a eso? Queremos garantizar o trabajar para que todos los establecimientos del país quieran decir “acá estamos, trabajamos con estas personas, no somos invisibles, ¿cómo trabajamos en conjunto?”. Y eso también hay que articularlo mucho, hay que articular muchísimo con las instituciones también.
Al detectar hogares que no están en las condiciones adecuadas, cuando se retira a los pacientes, ¿en dónde se los ubica? ¿Hay un problema allí?
Sí, es un problema muy grave. La Auditoría Interna de la Nación observó al Inmayores el año pasado porque no hay recursos de cupos cama para ubicar a esas personas. Es muy grave la situación en este sentido y hay que trabajar para garantizar que, si hay situaciones de riesgo o denuncias, si hay que trasladar a las personas, se tengan soluciones y opciones para garantizar las medidas mínimas de cuidado. Y no solo mínimas y básicas, sino para garantizar todas sus necesidades de cuidado. Hay que pensar distintas opciones, trabajar para tener más cupos y coordinar también con las distintas instituciones. Eso es muy importante.
La salud mental es un problema que involucra normalmente a las personas mayores, ¿desde su dirección se empieza a trabajar en eso?
Sí, es muy importante ese trabajo: cómo la salud mental afecta a las personas mayores y qué respuestas hay. Ahí es la articulación que vamos a ir generando desde las propuestas vinculadas con el cuidado hacia las personas mayores, el trabajo de participación en territorio, en poder trabajar y articular con Salud Pública las respuestas de atención, de acceso a médicos. Hay que trabajar en eso, es un eje muy importante de trabajo, también a nivel territorial. Se está viendo cómo poder pasar esa palabra a hechos concretos, que es un deber muy importante y que afecta a todas las generaciones también.
En base a su experiencia, si tuviéramos que compararnos con la región, ¿cómo estamos? ¿Estamos bien, pero podemos mejorar? ¿Cuál sería la evaluación final?
Creo que a nivel internacional nos ven con muy buenos ojos, pero hemos retrocedido mucho en garantizar algunos aspectos que se habían logrado. Tenemos la posibilidad de volver a avanzar y retomar ese posicionamiento que teníamos. Lamentablemente los derechos de las personas mayores en todo el mundo no están siendo reconocidos en su plenitud. Se están dando pequeños pasos con la Convención, pero es muy nueva, todavía no está el mecanismo de seguimiento, entonces hay que trabajar mucho en eso. Uruguay está bien posicionado regionalmente, pero eso no es para quedarnos tranquilos, porque hay muchísimo trabajo por hacer. Es urgente también escuchar y darles voz a las personas mayores y garantizar esa vejez digna. Entonces, si nos comparamos con otros países podemos decir que estamos mejor, pero no sé si está bueno hacer esa comparación. No me quedaría muy conforme con decir que estamos mejor porque creo que hay mucho por hacer.
¿Somos un país envejecido?
Sí, muy envejecido. Y también tenemos que pensar que vamos a seguir envejeciendo. La expectativa de vida en Uruguay sigue en aumento y hay que empezar a soñar y a imaginar otras vejeces posibles, cómo queremos envejecer en Uruguay.
¿Cómo queremos vivir la vejez en Uruguay? ¿En qué condiciones?
Si va a seguir en aumento la expectativa de vida quizás haya que pensar y soñar otras cosas que hoy no nos estamos imaginando. Implica un cambio cultural de mentalidad de cómo se vive la vejez en el Uruguay. Es importante esa transformación cultural, un cambio de paradigma. Todavía hay muchos mitos, muchos prejuicios que encasillan a las personas en ciertos modelos que ya no son de recibo. También hay una gran diversidad en las vejeces, hay muchas formas de envejecer y no hay que quedarse encasillados. Así que sí, somos un país envejecido, eso quiere decir que la expectativa de vida ha aumentado y eso es bueno también. También hay otro problema que es la baja natalidad, pero si miramos por el lado de que la expectativa de vida aumenta, quiere decir que hay condiciones de vida adecuadas para que la gente pueda vivir más. Pero ¿cómo va a vivir más? El cómo es lo importante.
En resolución S/N/2025 de fecha 1º de marzo, se designó a Marianela Larzabal como nueva directora del Instituto Nacional de Personas Mayores (Inmayores). Es licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, habiendo realizado cursos en distintas universidades tanto en Brasil como en España.