Alejandro Grasso es en la actualidad el presidente de la Asociación Nacional de Empresas Administradoras de Crédito (Aneac), director de Creditel y vocero en representación de las empresas afiliadas para exponer sobre el plan de reestructuración de deuda recientemente propuesto el sector.
El sobreendeudamiento de centenas de miles de uruguayos ha sido tema de polémica en parte del sistema político uruguayo. Pero ante el proyecto Cabildo Abierto sobre Deuda Justa, aparecieron voces contrarias, quienes afirmaron que ante cualquier tipo de reestructuración la ciudadanía se podía volcar a los “créditos informales”. Desde el año 2021, la banca privada junto al Banco República y las empresas afiliadas a la Aneac afirman estar trabajando en el plan de reestructura que se implementó desde el pasado 11 de julio. En entrevista brindada a La Mañana, Alejandro Grasso brindó detalles del proyecto.
¿Cómo la Aneac llegó a participar de esta propuesta y cuáles fueron las razones?
Este proyecto se inició hace dos años, luego de finalizada la pandemia, porque en ese periodo se dio que muchas personas estaban tomando créditos en las administradoras, gente desocupada, en seguro de empleo o con bajo salario. Eso generó que se incrementara mucho la categoría 5 que maneja el Banco Central, que es la categoría de los deudores más riesgosos denominados “incobrables”. A partir de ahí comenzamos a trabajar sobre esa situación juntamente con la Asociación de Bancos Privados, luego se incorporó también el Banco República, y fue coordinado por el Banco Central y el Ministerio de Economía a través de la Unidad de Defensa del Consumidor. Este proceso fue muy largo porque implicó la incorporación de diferentes instituciones, que tuvieron que coordinar el diálogo de sus bases de datos con la base de datos de la Central de Riesgos, con todos los criterios de seguridad en la informática. Hoy se está manejando una base de datos de 786.000 clientes que están en esas condiciones de a través de este proceso salir de la categoría 5 para volver al sistema crediticio y ser hábiles de tomar créditos.
¿Las empresas que representa son las que tienen mayor cantidad de personas en la calificación de grado 5 que maneja el Banco Central?
Nosotros somos quienes tenemos el grado mayor dentro de la categoría 5, pero esta reprogramación voluntaria de deudas también incorpora a los deudores que estaban en categoría 5 en abril del 2022 y se mantienen así hasta hoy. Además, se incorpora a todos los deudores de otras empresas que no reportan al Banco Central, por ejemplo, las empresas que dan solamente efectivo o también aquellas que compran carteras a las administradoras o a los bancos. Entonces, desde el punto de vista de los números, las administradoras de créditos son las que tienen el mayor número de gente en esta situación, pero también los compradores de carteras tienen un número muy significativo de personas. Los bancos, en cambio, tienen un número mucho menor.
¿Qué pasa con los estudios que compran cartera de deudores?
Es un poco diferente. La reestructura de la deuda es tomar el capital original sin ningún tipo de autorización ni intereses de recargo, a tasa cero y hasta en 36 cuotas fijas. Eso es similar a los que compran la cartera a las administradoras de créditos. La diferencia existe en que las administradoras y todos los que hemos firmado este convenio, los bancos y el Banco República, van a remitir la deuda a los deudores que tienen deudas menores a $ 5000. Es decir, que esas deudas prácticamente se perdonan y no existen más. En cambio, los compradores de carteras remiten esas mismas deudas, pero remiten solamente los deudores menores de $ 1000. Esa es la única diferencia. Desde el punto de vista de la reestructura voluntaria, es exactamente igual para nosotros que para los compradores de carteras.
Las personas que están en el Clearing, ¿cuándo quedan eliminadas del registro?
Los deudores que van a ser remitidos, a los cuales se les condona la deuda y se les cancela, inmediatamente salen del Clearing. Ya no tienen más informes negativos, porque desaparece su deuda en la situación original con quien tuvo la deuda. Ese deudor que hoy debe menos de $ 5000 para las administradoras de deuda, sin hacer ningún trámite queda eliminado de la Central de Riesgo. Los que reestructuran la deuda, que son mayores a los $ 5000 en el caso de las administradoras, o mayores a $ 1000 en el caso de los compradores de carteras, en lugar de quedar como incumplimiento, quedan como que están refinanciando su deuda.
¿Cuándo logran recuperar la capacidad crediticia?
La recuperan inmediatamente porque la deuda desaparece. Los que refinancian su deuda mayor a $ 5000 se rigen por las normas del Banco Central. Cuando esa persona refinancia el 30% de las cuotas que se comprometió a pagar recupera su capacidad crediticia porque pasa a categoría 3, donde ya es hábil para tomar créditos.
Cabildo Abierto trabaja en la recolección de firmas para plebiscitar un proyecto de deuda justa, que busca combatir las altas tasas de interés. ¿Tiene opinión al respecto?
El tema de las tasas de interés no entra para nada en esta reestructura, se rige por la Ley 18.212 del 2007 y es un tema aparte que se está manejando a nivel del Parlamento, con diferentes iniciativas. Si las tasas son elevadas o no son elevadas, si se justifican o no los costos, es otra discusión.
¿Alcanza con el simple hecho de que las personas ingresen el número de cédula y del celular en el formulario de inscripción para iniciar el trámite?
Lo único que tiene que ingresar es el número de cédula y el número de celular. No tiene que poner ningún dato personal, porque, justamente, este tipo de cosas muchas veces se dan para posibles fraudes. Es una interfaz amigable para el deudor, solamente con esos datos se le despliega las deudas que tiene con cada institución, se le dice directamente que las deudas menores a $ 5000 ya han sido remitidas, y para las deudas que aparecen con más de $ 5000, se le da tres opciones para tomar la refinanciación correspondiente.
¿Van a hacer alguna campaña informativa para evitar eventuales fraudes?
Sí, se hace hincapié en que este programa se difunda a la población para evitar esos problemas. Nosotros y el Banco Central también saldremos con una campaña para difundir estas posibilidades.
¿Esto es el primer paso para atender situaciones similares a futuro?
Esto está planteado en función de la situación de la pandemia, que no solo marcó el Uruguay. Los deudores van a tener la chance de adherirse al plan, pero no se va a repetir.
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