Una intensa tormenta precedió la tarde del sábado 12 de octubre; el barrio La Unión, a la altura de la plaza de deportes número 5, se presentaba un tanto desolado. Los pocos transeúntes que esquivaban las baldosas flojas de las aceras de avenida 8 de Octubre, caminaban intranquilos, parecían desconfiados de la aparente calma con la que el cielo tiñó el día, y tenían razón en no confiar.
En la intersección de la avenida con la calle Gral. José Villagrán, un grupo de personas le ponía al mal tiempo buena cara. “¡Volveremos, volveremos. Volveremos otra vez. Volveremo’ a ser gobierno, como la primera vez!”, vociferaban con vehemencia, en tanto flameaban banderas, y bombos y platillos acompañaban sus voces.
La entrada de la Institución Atlética Larre Borges cambió sus clásicos colores amarillo y negro por tonos rojos y blancos que cubrían la calle, las veredas y el pasillo exterior del club. A simple vista, podían contarse más de 100 personas que celebraban en la puerta. El olor a pólvora, el humo rojo, las telas que flameaban, las vestimentas a tono con la fiesta y los cánticos en conjunto, se asemejaban al ritual de aliento de fanáticos a su equipo de fútbol.
Este no era el caso, no se trataba de fanáticos celebrando algo de su equipo deportivo. La fiesta era porque allí, hace 15 meses atrás, había comenzado la carrera como precandidato del economista Ernesto Talvi. Un 14 de agosto de 2018, se presentaba la agrupación Ciudadanos del Partido Colorado y se proclamó el apoyo incondicional al líder del lema que hoy los representa.
“¡Lo nuevo se viene!”, expresaban algunos, otros agitaban las banderas. En la puerta del club ofrecían pines alusivos al partido, así como cartelería que representaba a cada lista. De repente los cánticos y gritos se hicieron más fuertes, Robert Silva había llegado, y detrás de él se armó una caravana de personas que lo escoltaron para ingresar finalmente al interior del club.
Las asistentes ya se encontraban instalados en las gradas del lugar. Prendas y accesorios rojos se veían por doquier. Carteles con los números de las listas 2000, 600, 9007, se alzaban constantemente mientras se esperaba el inicio de la oratoria. Música sonaba de fondo, hasta que en un instante “¡llegó Julio María!” fue lo único que se escuchó, y aplausos que fueron más fuerte que la música, que el sonido de la lluvia intensa que pegaba en las chapas del club, más intensos que la voz del propio orador saliendo de los parlantes gigantes.
“Presidente. Usted siempre será mi presidente”, gritó desde la altura de una grada Joselo Ramirez, en tanto sacudía una bandera con el número 2000.
Julio María Sanguinetti alzó su mirada, lo vio, se tocó el pecho y elevó su mano en modo de agradecimiento. Es que Ramírez milita para el partido “desde que tiene uso de razón”, según recordó en diálogo con La Mañana.
“Sanguinetti es una figura que nos representa a los batllistas de gran manera, fue un gran presidente de la República, y nada ni nadie podrá cambiar eso. Sanguinetti no solo integra, sino que él es el Partido Colorado en sí”, indicó emocionado Ramirez.
“Que devuelvan a mi Uruguay”
Robert SIlva fue el primero en tomar la palabra mientras Talvi estaba al llegar. Brindó una visión de esperanza y motivó a los colorados a conquistar nuevos votantes, y los desafió, además, a invitar a volver a quienes se desencantaron del partido por alguna razón. “Quedan 15 días para las elecciones nacionales, pero no vamos a parar ni bajar los brazos. El Partido Colorado está de pie, como desde sus comienzos”, expuso con seguridad el compañero de fórmula del candidato.
Silva fue el encargado de presentar a Talvi, que comenzó recordando una historia que vivió en San Javier, departamento de Río Negro. Una chica le dijo: “quiero que me devuelvan mi Uruguay”. En ese sentido, plasmó cuál es, a su entender, la realidad de país que tenemos hoy y, posteriormente, el Estado que su partido puede generar a partir de la implementación del proyecto de gobierno.
“Queremos un país batllista, no un país frentista”, resumió. Idea que los presentes respondieron con una ovación atronadora. “Hemos estado en penitencia y todavía lo estamos. Arrancamos con un 4% de intención de voto en julio de 2018, y no sabemos a dónde vamos a llegar, pero lo que está claro es que estamos de nuevo en la cancha y nadie podrá prescindir del Partido Colorado”, vociferó.
Cada reflexión del candidato era respondida con aplausos de apoyo por el público presente. “Estamos en la cancha”, reiteró Talvi, y agregó: “sea para gobernar, sea para acompañar gobernando en coalición, sea para controlar a un Frente Amplio con minorías parlamentarias. Todos nosotros podemos seguir diciendo que el Partido Colorado victoriosamente va. Porque siempre estamos, estuvimos para fundar la patria, para modernizarla, formarla y para rescatarla con heroísmo cuando parecía que se venía el fin del mundo”.
Luego de esas palabras, nuevamente se entonó el cántico de que se volverá a ser gobierno como la primera vez.
“Ser duro con las causas del crimen”, señala Talvi
Talvi fue contundente al plantear que desde su partido se tiene un solo propósito: “trabajar para dejarle a nuestros hijos un pequeño país modelo como el que soñó y construyó Batlle y Ordóñez”.
En ese sentido es que planteó las principales hojas de ruta de su proyecto de gobierno. Entre ellas nombró el sistema de protección social, que, entiende, debe ser verdaderamente solidario y sustentable. En un aparente giro discursivo en su campaña, indicó que “se debe ser duro con las causas” del crimen y que se necesita de una cabeza inteligente que no permita que los delincuentes duerman tranquilos. En esa línea planteó reorganizar el Ministerio del Interior para derrotar a las bandas de narcotraficantes.
Por otra parte, sostuvo que es preciso llegar a una transformación educativa rotunda, y que no se trata de invertir más recursos, sino de saber utilizarlos. En referencia a ello, afirmó que Robert Silva es la persona correcta para esa tarea.
Exhortó a los votantes, al igual que su compañero de fórmula, a que “salgan a conquistar y enamorar a las personas del partido, porque tenemos el mejor proyecto de país, orgullosamente Batllista y así seguirá siéndolo. Nosotros jugamos hasta los descuentos, y hasta el 27 de octubre nada está dicho”, puntualizó.