Esperan que la publicidad estatal no se concentre en las emisoras de Montevideo. Según el gerente comercial de CORI, hoy en día los medios de la capital se llevan el 92% de la inversión publicitaria del Estado.
Uruguay es el país del mundo con mayor cantidad de emisoras de radio por habitante, pero el sector pasa por un momento muy difícil, en especial en el interior del país.
Radios cerradas o con programación nula, poca inversión en tecnología por las dificultades financieras y una ley de medios impulsada por el anterior gobierno, agravaron aún más el panorama. A esto se suma la casi nula publicidad oficial (concentrada en medios capitalinos), lo que hace que las cajas de resonancia para los ciudadanos de pequeños pueblos o ciudades del interior profundo se vean lentamente silenciadas.
La Mañana dialogó con Nicolás Herrera, gerente comercial de CORI, quien explicó la dificultad que están atravesando las radios del interior, agravado ahora por la pandemia del coronavirus.
¿Cuál es el panorama actual de las radios que integran CORI?
La cooperativa de radioemisoras del interior (CORI) se fundó en 1960 y está integrada por 55 radios y el denominado “Circuito CORI” (emisoras que repiten algunos programas producidos por la cooperativa) son 37. En Uruguay hay más de 180 emisoras de radio, lo que hace que el país tenga la mayor cantidad de emisoras per cápita a nivel mundial.
Uruguay también registra un caso único: las emisoras FM tienen menor potencia que las AM. A nivel global las emisoras de Frecuencia Modulada son las que tienen un mayor alcance, pero en nuestro país se mantiene “la tradición” de que las AM sean las de mayor potencia, aún con un mayor consumo energético, lo que, como es de suponerse, crea un problema económico por los costos de la energía.
¿Cómo era la situación de las radios del interior antes de la pandemia del coronavirus?
Se debe partir de la base que la radiodifusión en Uruguay vive fuertemente de la publicidad estatal y mucho más en el interior. En este sentido Uruguay está divido en dos: Montevideo e interior. Pero Montevideo como tal está en el entorno del millón de habitantes. Esto lleva a que tengamos más de dos millones de habitantes en el interior. Es por eso que se debería explicar por qué los medios de la capital se llevan el 92% de la inversión publicitaria del Estado y los medios del interior se llevan el 8%.
¿Y cómo actúa la publicidad privada hacia el interior?
La gran inversión de publicidad privada está manejada por agencias, que aconsejan a sus clientes invertir en medios de Montevideo porque dicen que llegan al interior, lo cual no es tan así. Y esto tiene que ver con las potencias de las emisoras de AM.
Años atrás, las más grandes emisoras de AM llegaban a gran parte del interior, lo cual implicaba potencia que a su vez implica consumo de grandes cantidades de energía eléctrica. Pero eso ya no ocurre porque los costos eléctricos se han disparado, por lo cual las radios del interior cobran más importancia. Pero aun así, y para algunos, a la hora de invertir en publicidad el mundo se termina en el puente Santa Lucía y el puente Carrasco.
¿Cómo se hace para en medio de esta realidad lograr la supervivencia de las radios del interior?
El ser emisora en el interior es un acto vocacional. Yo no conozco, salvo alguna excepción, ningún empresario dueño de una radio que viva de ella en el interior del país. Desde hace muchísimos años nos vienen prometiendo para las radios del interior el 30% de la publicidad estatal, lo que jamás se cumplió. Y el proceso de gran deterioro profundo para las radios se inició en el año 2015, cuando se comienza a sentir la caída económica y aparece, a la vez, una ley de medios que entre otras cosas nos obliga a las denominadas “acciones de bien público” que antes era publicidad que se pagaba y ahora no. Más allá de que estemos de acuerdo con este tipo de campañas, las mismas hicieron que bajara la facturación de las emisoras, porque antes esas campañas eran pagas.
Y para completar este panorama, llegó el coronavirus. En los medios de Montevideo se vio reflejado con una ola de envíos al seguro de paro y despidos, incluida una modificación en las programaciones. Debemos pensar entonces que si los medios grandes de Montevideo están afectados (muchos con una gran facturación), hay que imaginarse lo que ocurre en el interior. La situación creada es muy complicada.
Esto debe haber generado, no solo por el coronavirus sino desde antes, un cierre de radios.
Más allá de casos de cierre emblemáticos como radio Maldonado, se han sumado otras, como por ejemplo en la frontera Radio Chuy. Estas son frecuencias, según tenemos entendido, que el Estado no tiene por ahora intención de otorgarlas.
Ustedes han cuestionado la ley de medios del anterior gobierno, ¿en qué medida los afectó y cómo observan la nueva ley presentada al Parlamento?
En la ley de medios anterior se nos obligaba a pasar una determinada cantidad de música nacional, una determinada cantidad de tiempo de producción local, regalarle minutos a los partidos políticos, pero no decía nada de cómo nos financiábamos.
Lo de los minutos gratis a los partidos era con un criterio muy reeleccionista. Se favorecía entonces al partido que en la anterior elección había tenido más votos, siendo el que se llevaba más minutos de publicidad gratis. Esto lo consideramos un disparate. Sería necesario que alguien explique por qué las radios le tenemos que regalar segundos de publicidad a un político. La nueva ley de medios propuesta alivia esa circunstancia y se debe entender que cuando llegan las elecciones nacionales o departamentales, con la publicidad política las radios hacen una pequeña diferencia que les permite, por ejemplo, comprar nuevo equipamiento para la emisora. Pero no es que el dueño con esa publicidad se esté comprando cinco camionetas 4X4, eso no existe, es mentira.
¿Cómo tienen pensado CORI realizar algún tipo de intervención en el Parlamento cuando en el Parlamento se discuta la ley?
Debemos de aclarar que CORI no es una gremial, es una empresa que vende publicidad para sus radios socias. Nosotros estamos en permanente sesión sobre el diario vivir de los medios que son socios, entre ellos para este tipo de cuestiones. Por ahora podemos decir que esta ley nos afecta menos que la que estaba, aunque tenemos que ver más adelante qué termina siendo la afectación real. Pero en esta nueva ley, como en la anterior, seguimos esperando la equidad que nunca llegó en cuanto a la inversión publicitaria estatal.
Publicidad estatal
Los organismos estatales que más invirtieron en publicidad en el último período de gobierno fueron Antel, UTE, Ancap, Ministerio de Turismo y Loterías y Quinielas. Antel fue la empresa que más colocó su pauta publicitaria en medios de Montevideo, mientras que UTE se mantuvo más equilibrado entre la capital y el interior. El Ministerio de Turismo invirtió de forma más fuerte en medios capitalinos (también realiza publicidad en el exterior del país).
Otro caso nuevo y emblemático para las radios del interior sobre la distribución publicitaria, es lo acontecido con el Sucive (Sistema único de cobro de ingresos vehiculares), encargado del cobro de patentes. La publicidad hacia los medios del interior es casi nula concentrándose mayormente en Montevideo. CORI realizó un estudio sobre el parque automotriz y sus cifras marcan que el 70% no está en el interior, siendo también un alto porcentaje los vehículos de alta gama que se encuentran allí empadronados. La inversión del Sucive en publicidad en medios del interior es casi nula.
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