El senador Guido Manini Ríos fue entrevistado por Informativo Carve el pasado viernes 16 al mediodía y entre otros temas, se refirió a los subsidios a la forestación
Consultado acerca de la posición de Cabildo Abierto sobre los subsidios y límites a la forestación, Manini Ríos explicó que la esencia del proyecto presentado por su partido es “que no se planten las tierras que son aptas para otros tipo de actividad agrícola, que le dan al país mucho más divisas, mucho más trabajo, y que arraigan a la gente en el interior”.
En efecto, explicó que el avance de las plantaciones de eucalyptus va “expulsando a pequeños productores de las zonas rurales”, generando un “vaciamiento” en las zonas rurales de nuestro país. Manini se expresó favorable a la actividad forestal, pero reclama “ir al espíritu del enfoque original ”, refiriéndose a la ley de 1987 que reglamentó la actividad. “Todavía hay un siglo para plantar sin parar en las tierras de prioridad forestal”, sin necesidad de avanzar sobre otras que son mucho mejores para producir alimentos, enfatizó el líder de Cabildo Abierto.
Evidentemente los productores que deciden forestar sus tierras están reaccionando a las señales del mercado, que ofrece mayores valores, ya sea de arrendamiento o de compra, vinculados a la producción de eucalyptus que a otras actividades agropecuarias. Preguntado al respecto, Manini reclamó “analizar la razón por qué el sector forestal paga más”, explicando que se encuentra “altamente subsidiado por todos los uruguayos”, y que por tanto resulta necesario “hacer justicia” en el tratamiento de las diferentes actividades agropecuarias. Es justamente este subsidio diferencial la razón por la cual “el sector forestal puede pagar mayores precios ”, respecto a otros sectores de la producción. “Hay una competencia desigual y eso está generando la expulsion de mucha gente”, afirmó.
En terminos estratégicos, Manini Ríos plantea la necesidad de definir “que modelo de país queremos”, preguntándose si en “20, 30, 50 años se va a precisar celulosa o alimentos”, y explicando que una vez que un campo se lo dedica a la plantación de eucalyptus, “lleva décadas” y mucha inversión regresarlo a sus condiciones originales produciendo alimentos. Respecto a las advertencias sobre los riesgos de “cambiar las reglas de juego”, Manini Ríos puso énfasis en que “todas las leyes significan cambios en las reglas de juego,
porque las leyes se tienen que ir ajustando a la dinámica de los tiempos”, reconociendo el valor que tuvo la ley forestal en promover una sector económico inexistente en la época. Según Manini Ríos, “quienes critican y quienes están dispuestos a dar la batalla en contra de este proyecto, en el fondo están muy cercanos a los intereses forestales”, y quien lo mire objetivamente, “no puede más que coincidir con nosotros” sobre la necesidad de preserver las mejores tierras del país.
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