Los significativos avances anunciados en la reciente Cumbre del Mercosur dan oxígeno a dos bloques amenazados por el gradual desmantelamiento de las reglas mundiales de comercio y serios cuestionamientos políticos al interior de cada uno.
Montevideo se convirtió por unas horas en foco de atención internacional al celebrarse la 65ª Cumbre de Presidentes de Estados Parte y Asociados del Mercado Común del Sur (Mercosur), en la que se anunció el fin de las negociaciones para un acuerdo de asociación del bloque con la Unión Europea (UE). Así comienza a cerrarse un proceso que inició en el año 1999 y que alcanzó un primer compromiso en 2019, que fue revisado y ampliado en sucesivas etapas hasta su desenlace actual.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, fueron los encargados de realizar el anuncio minutos antes del inicio de la Cumbre, acompañados de los mandatarios de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, de Argentina, Javier Milei, y de Paraguay, Santiago Peña. Lacalle apuntó que no se trata de una “solución mágica”, sino de una “oportunidad”, mientras que Von der Leyen destacó que “soplan fuertes vientos hacia el aislamiento y la fragmentación, pero este acuerdo es nuestra respuesta: nos paramos juntos en el escenario mundial como socios”. La jerarca alemana aludía sin nombrar al inminente segundo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos.
En los días previos se especulaba sobre cuál sería la posición de Argentina y en especial de Milei, teniendo en cuenta su decisión de no participar de la cumbre climática de la ONU (COP 29) que se celebró en Azerbaiyán el mes pasado, postura que complica el cumplimiento de metas ambientales exigidas por Europa. Además, el propio Milei manifiesta una estrecha afinidad política e ideológica con Trump, al mismo tiempo que ha rivalizado muy fuerte con el brasileño Lula y el español Pedro Sánchez –ambos promotores del acuerdo–. No obstante, el mandatario argentino dio luz verde y en su discurso, si bien no hizo ninguna referencia al acuerdo con Europa, llamó a potenciar el libre comercio dentro y fuera de la región.
Para el Mercosur, la puesta en marcha del acuerdo comercial significaría el primero de gran impacto con terceros, abriendo la puerta a un dinamismo que hasta ahora se le reclama, dándole solidez al mecanismo de negociación conjunta en el bloque –cuestionado reiteradas veces por ineficaz– e incluso facilitando el camino para la realización de otros acuerdos de envergadura. Sin embargo, todavía tienen que superarse algunas etapas complicadas para alcanzar la meta. Además de los tiempos que requiere la revisión legal y traducción de los documentos para la firma, se inicia luego el proceso parlamentario en cada uno de los bloques –uno intergubernamental que es el Mercosur y otro supranacional que es la UE–, que estará marcado, especialmente en Europa, por intensos debates políticos y posturas contrarias al acuerdo.
Como ejemplo, vale señalar que en mayo de este año 2024 entró en vigor el acuerdo entre la Unión Europea y Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), que había sido firmado en 2012. La parte comercial se comenzó a implementar de inmediato, aunque quedó el acuerdo pendiente de ratificación. Según información de la delegación de la UE en Guatemala, las exportaciones de la UE a los países centroamericanos han aumentado un 139%, mientras que las exportaciones de Centroamérica a la UE han aumentado un 165% en el mismo período.
¿En qué consiste el acuerdo?
Se le llama acuerdo de asociación y no tratado de libre comercio, y tiene sentido no solo porque se incluyen capítulos sobre diálogo político y cooperación. “Creo que la terminología adecuada para hablar de estos instrumentos es la de acuerdos de comercio preferencial. Si nos enfocamos en el comercio de bienes se listan los productos que se van a desgravar y las excepciones. Y además están sujetos a las reglas de origen”, indicó el experto Nicolás Pose, en el programa La hora global de Radiomundo.
Según fuentes extraoficiales, el texto completo del acuerdo se hará público en las próximas horas. No obstante, en un documento de casi treinta páginas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay sintetizó lo principal del Acuerdo Mercosur-UE. En la introducción se hace referencia a su carácter histórico por tamaño, amplitud temática y significado político, así como por su relevancia geopolítica singular en el escenario internacional actual. También destaca que la UE y el Mercosur son la segunda y la quinta economía mundial, respectivamente, representando en conjunto un mercado de 800 millones de habitantes.
Se señala que el acuerdo podría ayudar a la modernización del bloque sudamericano a través de prácticas más transparentes, predecibles e innovadoras en todos los ámbitos comerciales. Además, se enfatiza que lo acordado va más allá del comercio, incursionando en promoción de valores comunes como el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la democracia.
Respecto a estos compromisos en materia de diálogo político y cooperación, se establecen como objetivos la contribución a la paz, reforzar el sistema de Naciones Unidas y el multilateralismo, y reforzar la democracia y el Estado de derecho. Asimismo, se mencionan otras agendas como el desarrollo sostenible, la igualdad de género, lucha contra el racismo, desarme y no proliferación de armas de destrucción masiva, migración, tráfico de personas, terrorismo, corrupción, crimen organizado, entre otros.
Sobre la parte comercial, se señala que en 2023 Uruguay exportó a la UE un total de US$ 1930 millones y fue el tercer destino de exportación detrás de China y Brasil, destacando la celulosa y la carne bovina, que representan más del 66% del total. Con el acuerdo, todos los bienes que constituyan la oferta exportable de Uruguay hacia la UE recibirán trato preferencial para acceder. Entre los productos que más podrían verse beneficiados están los cítricos, pesca y cuero –que habían perdido sus condiciones preferenciales en 2014–. El Mercosur desgravará el 72% del comercio en 10 años o menos, mientras que la UE hará lo propio con el 92% del comercio en el mismo periodo de tiempo.
Respecto a los compromisos en materia ambiental, se hace hincapié en la ventaja que supone frente a otros competidores el reconocimiento de los sistemas nacionales de monitoreo y certificación, que permitiría cubrirse de medidas unilaterales aplicadas por la UE en el marco del Pacto Verde. Vale decir que para Europa fue condición fundamental la inclusión del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, aunque a pedido de Uruguay se incluyó que la obligación de cumplirlo sea de cada Estado del Mercosur en forma individual.
También se destaca un mecanismo de balance de concesiones comerciales en el capítulo de solución de controversias y una cláusula de revisión del acuerdo una vez entra en vigor –incrementando cuotas o acelerando cronogramas de desgravación, por ejemplo–. Otro compromiso tiene que ver con un fondo de cooperación que otorgará la UE destinado a mipymes, pequeños agricultores, etcétera.
Por otra parte, uno de los principales logros de Brasil fue extender el cronograma de desgravación para vehículos híbridos y eléctricos, y crear un mecanismo de salvaguardia especial para proteger la producción nacional en caso de ser necesario. Junto a Argentina negociaron además términos más beneficiosos en materia de compras gubernamentales y derechos de exportación.
Repercusiones en Uruguay
En Uruguay la noticia del cierre de las negociaciones con Europa fue bien recibida por dirigentes de todos los partidos políticos. Desde el Frente Amplio se celebró muy tímidamente y a regañadientes de que el gobierno saliente se anote un logro en su política exterior. El asesor en materia internacional de Yamandú Orsi, Álvaro Padrón, ha sido el que más se ha referido al tema en varias entrevistas, valorizando la oportunidad que significa participar del gran “juego mundial” y disminuir el eco de los detractores del Mercosur. El propio Orsi participó de la Cumbre del Mercosur invitado por Lacalle Pou, devolviendo el gesto que tuvo Tabaré Vázquez con él al llevarlo a la asunción del presidente argentino Alberto Fernández en 2019.
Por otra parte, las principales cámaras empresariales del país manifestaron su beneplácito con el acuerdo. Un informe de Telenoche recogió el testimonio del presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, Julio César Lestido, quien expresó que es un acuerdo “muy importante, sobre todo para Uruguay, un país que necesita abrirse al mundo. Es la posibilidad de ampliar un mercado enorme”. “La escalera se sube escalón por escalón y hemos subido un escalón muy importante”, agregó. Asimismo, Leonardo García, presidente de la Cámara de Industrias, valoró el esfuerzo de “gobiernos de distintos colores políticos”, aunque advirtió que hay que “trabajar en la competitividad” que será “el problema para entrar en los mercados”. En tanto, Carmen Porteiro, presidenta de la Cámara de Exportadores, coincidió en que “todos los sectores vienen trabajando y preparándose, así que esperamos que el derrame positivo sea importante”. Añadió que el acuerdo permitirá “no solo que incrementen sus exportaciones las cadenas locales ya establecidas, sino también nuevas inversiones. Eso está dentro de lo que esperamos. Creo que tenemos mucho para ganar todos”.
La nota diferente fue la declaración contraria del Pit-Cnt, que algunos dentro de la misma izquierda consideran que fue demasiado apresurada. La central sindical sostiene en el comunicado que el acuerdo “en los términos actuales, no beneficia a las personas y las posibilidades de desarrollo sostenible con inclusión social; solamente favorece a los sectores de exportación de commodities, que incluso son los que más violan a la naturaleza y al ambiente, los derechos laborales y humanos, además de poner en riesgo los empleos de los trabajadores y trabajadoras en todos los sectores productivos del Mercosur, con especial deterioro en la industria, tal como lo han expresado diversas cámaras empresariales del sector”. Agregan que se trata de “un pacto desigual que ignora la crisis climática, fomenta pesticidas prohibidos, deforestación, sacrifica a la sociedad por las meras ganancias corporativas, acentuando el perfil extractivista de nuestra economía regional”. “Es necesario que la voz de los trabajadores este en la mesa, es la única garantía para cuidar nuestros empleos y la calidad de estos. ¡Queremos negociaciones transparentes! ¡No al acuerdo Mercosur y Unión Europea! ¡Paren el tratado!”, concluye la declaración.
El debate político en Europa
El principal motivo por el cual se reabrió la etapa de negociaciones que parecía cerrada en el año 2019 fue la postura de Francia, contraria al acuerdo y en defensa de su sector agrícola. Todo el arco político francés está unido en esa posición, frente a los principales promotores del acuerdo dentro de la UE, que son Alemania y España. La postura proteccionista de Francia se revistió de preocupación por el desarrollo sostenible y el cambio climático, en especial apuntando a Brasil y la deforestación de la Amazonia. Con los anexos del acuerdo se contemplaron estos reclamos, que no resultan suficientes a Francia, lo que deja más en evidencia el verdadero trasfondo.
Francia está dispuesta a generar una alianza con países como Polonia, Irlanda, Austria y Países Bajos para intentar bloquear el acuerdo en el Consejo de Europa. El elemento que puede ser decisivo es la postura de Italia, que no está del todo definida. Sin embargo, los problemas políticos que atraviesa el presidente Emmanuel Macron complican el panorama. No obstante, es innegable que hay un auge de partidos “patrióticos” en toda la región, con discursos muy críticos contra la dirigencia europea y contra el Pacto Verde que en un futuro no muy lejano pueden torcer la balanza contra el Mercosur.
En una jugada audaz, la alemana Von der Leyen viajó hasta Montevideo para avanzar con el acuerdo en nombre de la UE. “Este es el comienzo de una nueva historia. Ahora tengo muchas ganas de discutirlo con los países europeos”, escribió en su cuenta de X. “Escuchamos las preocupaciones de nuestros agricultores y actuamos en consecuencia. Este acuerdo incluye fuertes garantías para proteger nuestros medios de vida”, agregó. En respuestas a la publicación en su red, distintos usuarios escribieron frases como “Frexit” o “Detengamos las contribuciones financieras a la UE”.
Panamá ingresa como Estado asociado del Mercosur
Durante la Cumbre de Montevideo se concretó la adhesión del país centroamericano como Estado asociado del Mercosur. El país tiene una población de 4,5 millones de habitantes y ya participa de organismos como el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la Aladi, entre otros. De esta manera, el Mercosur ya tiene como miembros plenos a Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela –suspendido– y como Estados asociados a Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Panamá.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, destacó que su país ha sido “integracionista y abierto”. “Conectamos al mundo, creemos en la democracia y la practicamos, apoyamos las causas nobles en el mundo. Pero debo reconocer de manera muy sincera que nuestra mirada no ha sido hacia el sur, hasta ahora”, agregó.
“Nosotros tenemos experiencia en logística y en aumentar la competitividad del comercio mundial. Somos complementarios y debemos potenciarnos. Tenemos la oportunidad de fortalecer juntos el desarrollo de nuestras naciones”, indicó Mulino.
Se inauguró nueva sede del Parlasur
Según informa el Portal de Presidencia, las obras incluyeron la construcción de un nuevo acceso al edificio, la actualización de la fachada y diseño del hall de entrada, nuevas oficinas y salas de reuniones conectadas con la terraza, la reforma de la ex-Sala de Juegos del Casino, ahora destinada a la Sala de Plenarios y servicios higiénicos. Se realizaron, además, obras de saneamiento del subsuelo y nuevo pozo de bombeo para la evacuación de pluviales, así como la consolidación de estructuras con riesgo de colapso y restauración de la torre.
Por otra parte, al realizarse la sesión ordinaria del Parlasur, se eligió el parlamentario Arlindo Chinaglia (Brasil) para ejercer la Presidencia del organismo a partir de 1º de enero de 2025, sustituyendo a la argentina Fabiana Martín.
Luego se dio lugar a la presentación del Informe de la Presidencia Pro Tempore de Uruguay, donde el director general de la Secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores, Diego Escuder resumió las principales gestiones. “En la PPTU se propuso un conjunto de prioridades que abarcan diferentes temas como el fortalecimiento del Comercio intrazona; el ingreso de Panamá como Estado Asociado y los esfuerzos de Bolivia hacia su incorporación como Estado Pleno”, subrayó.
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