Mejoras en la canasta física de alimentos, multiplicación del servicio de comedores y duplicación de las Tarjetas Uruguay Social y de las asignaciones familiares son algunas de las políticas que viene llevando a cabo el Mides para atenuar los efectos de la pandemia.
En un año marcado por las dificultades a nivel mundial y también en el ámbito nacional, aún es posible rescatar algunas acciones que repercuten positivamente, al menos para amortiguar el efecto social de la paralización económica. Lo que están realizando los representantes y autoridades del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) es una cartera que, a pesar de las restricciones sanitarias, no puede cerrar sus puertas o mantener a todos sus funcionarios teletrabajando, siendo que las tareas en general se realizan en las calles y en contacto con las personas.
“Cuando llegamos el ministerio ya tenía un buen despliegue territorial, llegaba a todos los departamentos, pero no necesariamente a los pequeños centros poblados”, recordó Alejandro Sciarra, director nacional de Gestión Territorial. “Entonces, se multiplicaron las oficinas permanentes en el interior, llegando a lo más profundo, con funcionarios que salieran en busca de la gente. Llegamos allí con una flota de vehículos venida a menos para sortear esos caminos, pero lo logramos”, agregó.
A su vez, se amplió la atención del 0800 del Mides, en el que trabajaban ocho funcionarios repartidos en dos turnos que atendían unas 300 llamadas al día. Con la pandemia la línea se saturó y pasaron a recibir 20.000 llamadas al día. “Era inabarcable, entonces logramos que desde todos los puntos del país se pudiera atender los llamados. Hoy hay unas 30 personas atendiendo el teléfono en todo el país”, acotó.
Por otra parte, se implementaron las canastas digitales (Tarjeta Uruguay Social), a las que la mayoría de las personas se acostumbró. En cuanto a esto, el director general de Secretaría del Mides, Nicolás Martinelli, sostuvo que se entregaron alrededor de 1.550.000. Esta tarjeta digital se otorgó a hogares en extrema vulnerabilidad socioeconómica, tratando de asistir los niveles básicos de consumo de alimentos y artículos de primera necesidad.
Martinelli indicó que se reforzaron las Asignaciones Familiares-Plan de Equidad (Afampe), realizándose cuatro duplicaciones del monto pagado en dos cuotas iguales y consecutivas. Casi 200.000 hogares reciben este beneficio, que suman unas 810.000 personas.
Además, se brindan canastas físicas que, contando las que se están entregando ahora, son unas 130.000. Estas canastas son las más grandes de la historia del ministerio, pesando 14 kilogramos (anteriormente eran de siete kilogramos). Como deben llegar hasta los hogares de los beneficiarios, se realizó un despliegue en territorio, tanto en Montevideo como en los pueblos pequeños y alejados.
“Todo este traslado de canastas no lo hubiésemos logrado si no fuera por el Ejército Nacional y por las intendencias, ahí el apoyo fue brutal, ya sea en depósitos, traslado, transporte, carga y descarga. Nos dieron una ayuda destacable sin pedir nada a cambio”, subrayó Sciarra.
Que no falte el alimento
A principios de marzo, el Sistema Nacional de Comedores tenía una planificación para entregar 8.000 platos diarios de comida en el 2020, sin embargo, con la llegada de la pandemia y en el pico más alto, la cifra se fue a 25.000 por día, bajando un tanto en octubre. Pero ahora, con el empeoramiento de la emergencia sanitaria se están viendo incrementados nuevamente.
El resto de los programas del INDA se mantuvieron con todo el apoyo. En lo que refiere al apoyo a programas Mides se brindaban unos 90.000 platos diarios en viandas para los refugios, pero hubo que canalizar todas las donaciones que recibió Mides e INDA a través de las intendencias, llegando a un total de 120 toneladas de alimento por intendencia. El director nacional de Alimentación, Ignacio Elgue, informó que se tuvo una donación de carne equivalente a US$ 1 millón, por parte del INAC, y eso permitió cubrir las necesidades, sobre todo, de los comedores.
Las Asignaciones Familiares-Plan de Equidad (Afampe) suman 810.000 beneficiarios.
INDA ha hecho estudios con el núcleo de la universidad para evaluar la satisfacción de los beneficiarios con los diferentes proveedores. Además, modificaron el convenio con las intendencias para marcar un tope de usuarios y que cada uno tuviera el mismo porcentaje de víveres frescos, secos y partidas económicas. “En ese sentido, había una diferencia importante en los departamentos y logramos que sea igual para todos los usuarios del país, tanto en cantidades de carne, víveres frescos y secos”, detalló Elgue.
Por otra parte, en los últimos meses, al visualizar la importancia que han tenido las ollas populares, se reforzaron todas las estrategias anteriores tratando de conectarlas con las ollas para poder brindar alimentos, al menos, hasta el 28 de febrero, en Canelones, y están en conversaciones para implementarlo en Montevideo, donde ya se realizó la compra y se piensa comenzar a proveer la red con secos y, en algunos casos, con frescos.
“Hicimos la planificación quinquenal pensando que en el 2021 iban a bajar un poco los números de usuarios para el Sistema Nacional de Comedores, pero, igualmente, tenemos una reserva por si se incrementa y hay que cubrir las necesidades”, detalló el titular del INDA.
Colaboración y articulación institucional
El Sistema Nacional de Emergencia se unió al ministerio y colaboró con canastas de productos de limpieza e higiene para quienes se encontraban en cuarentena. Además, en articulación con las intendencias, la Administración de los Servicios de Salud del Estado y otras instituciones públicas y privadas, se logró crear más de 300 cupos nuevos en refugios que no existían, para personas en situación de calle del interior.
“Esta fue una tarea titánica de articulación de los directores departamentales, quienes dejaron la vida en la tarea y se ocuparon de cada persona que encontraban en la calle como si fuese la única, los llevaban y traían en sus autos, incluso les brindaron de su propia ropa. Este trabajo se hizo a toda hora y en cualquier día de la semana”, detalló Sciarra.
Otra solución que llevó a cabo el Mides fue la apertura de una oficina en el Comcar. Esto era una promesa de campaña y una necesidad de articulación del Estado. El director de Gestión Territorial aseguró que en las cárceles de Uruguay hay más de 13.000 personas en situación de vulnerabilidad que no eran atendidas por el Mides, “como si fuera territorio ajeno al país, eso es inadmisible. Queremos evitar la caída en calle de quienes salen de la cárcel”.
Mantener el despliegue territorial
Desde la Dirección de Gestión Territorial se busca mantener la atención. “Por orden del presidente generamos teletrabajo, pero en muchos casos no podemos dejar la atención presencial, porque la gente sigue yendo a la oficina y no podemos cerrar la puerta a la población. Mantenemos el despliegue territorial, seguimos yendo a donde nos necesitan, que a veces es más importante que salgamos nosotros a los lugares para que no haya tanto flujo de personas”, describió Sciarra al respecto.
Se está preparando todo lo vinculado a la situación de calle para que el invierno no tome al ente de sorpresa. “Ya estamos en mesas interinstitucionales en la mayor parte de los departamentos coordinando acciones, colaborando con INDA en el tema alimentación y refugios, vamos a repetir el despliegue y seguramente con más tiempo y orden”, afirmó.
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