Solo en marzo, mes en el que se declaró la emergencia sanitaria por parte del gobierno, las solicitudes de seguro de desempleo superaron las 80.000. La cifra configura un récord para el BPS, que en promedio solía recibir unos 11.000 pedidos mensuales.
Los sectores de actividad que se vieron más afectados por la llegada del COVID-19 y donde se registraron envíos masivos al seguro de paro, fueron el comercio, la industria, la hotelería y afines, y la enseñanza.
Esta situación impactó fuertemente en miles de trabajadores, que vieron significativamente disminuidos sus ingresos. Es por este motivo que desde el gobierno se anunciaron una serie de medidas delineadas por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), para aliviar a aquellas personas que alquilan y tienen dificultades de hacer frente a ese pago en esta coyuntura.
A raíz de la pandemia, se definió que quienes tengan préstamos con la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) podrán disponer de ciertas facilidades, en principio, durante abril y mayo. De todas maneras, el plazo es prorrogable de acuerdo al curso que siga la propagación del nuevo coronavirus.
Además, tal como anunció a comienzos de abril el presidente Luis Lacalle Pou, los beneficios se van a extender a aquellos que alquilan con garantía de la Contaduría General de la Nación. Según informó, “el Estado les va a sustentar un 50% y después habrá un subsidio para el otro 50%”.
¿En qué consisten los beneficios?
Consultada por La Mañana respecto de las resoluciones, la ministra de Vivienda, Irene Moreira, explicó que la ANV y el Mvotma brindarán la posibilidad a sus usuarios de refinanciar las cuotas de los meses de abril y mayo.
Si bien en una primera instancia se establecieron estos 60 días, pueden ser aplazables mientras dure la emergencia sanitaria.
Una vez finalizada esta situación, se va a invitar a la familia para que opte por dos soluciones. Una consiste en el abono de estas dos cuotas (o más, en caso de que el estado de emergencia se extienda) al finalizar el préstamo. Por ejemplo, si una persona terminara de pagar su vivienda en diciembre, pasaría, con esas dos cuotas, a terminar en febrero. La segunda opción es distribuirlas entre las restantes cuotas.
Cabe destacar que esta refinanciación no va a generar multas ni recargos en los meses afectados. Tampoco serán enviados los datos al Clearing de Informes ni al Banco Central para la recategorización.
A aquellas personas que sí tengan capacidad de abonar la cuota, se les va a otorgar una bonificación del 10%. El buen pagador ya cuenta con una rebaja, que se acumulará a la anterior, por lo cual también saldrá beneficiado.
Con respecto al monto de la cuota de las partidas renovables de arrendamiento y subsidio que tengan vencimiento al 29 de febrero, se extenderán automáticamente por 60 días.
En otro orden, para atender una preocupación de muchas familias, no se llevarán adelante remates judiciales, ni entrega ni toma posesión de los bienes inmuebles. Esto deja sin efecto los desalojos que estaban previstos para estas fechas.
Las medidas alcanzan, a su vez, a las cooperativas de vivienda, con la suspensión del incremento de los intereses de obras a partir del 1º de abril y por 60 días, que también podrán extenderse en el tiempo.
Por último, los subsidios con vencimiento al 30 de marzo de este año, para todas las carteras de vivienda del ministerio, serán prorrogables por dos meses.
Banco Hipotecario resolvió medidas similares
Por su parte, el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) tomó medidas en la misma dirección. En la elaboración de las mismas, la ministra intentó que tanto esa institución bancaria como la ANV “hablaran el mismo lenguaje, es decir, que fueran muy similares”.
Eso pudo reflejarse, ya que el BHU definió el pago del 50% de la cuota y al restante 50% no se le adicionan ni intereses ni mora, y también se difiere para la fecha de finalización del préstamo, señaló Moreira. Asimismo se evitará la ejecución de remates, que quedarán transitoriamente suspendidos.
Mediante un comunicado, la entidad bancaria informó a fines de marzo que “reducirá en un 50% la cuota emitida en el mes de abril para toda su cartera de clientes de créditos hipotecarios y promesas de compraventa”.
El último día de pago de esta cuota será el 30 de abril y el otro 50% “se hará exigible luego del pago de la última cuota del préstamo y no se le adicionarán intereses”. Al mismo tiempo, no pagar la cuota de abril “no generará multas ni recargos por mora durante 180 días”.
Un gran esfuerzo para “estar junto a la gente”
Estos anuncios llevan “tranquilidad y certeza” para las personas y las familias que están beneficiadas tanto con el BHU como con la ANV y el Mvotma, opinó Moreira.
Igualmente, aclaró que las resoluciones son de carácter voluntario, por lo que no necesariamente todos los usuarios se tienen que acoger a los beneficios. Las personas que quieran seguir abonando de forma normal podrán hacerlo.
Por otro lado, dijo que desde el ministerio son conscientes de las dificultades y la pérdida de trabajo que han sufrido muchas personas, por lo cual el objetivo fue “estar junto a la gente”. Agregó que estas definiciones implican un desprendimiento muy grande para Vivienda, pero entiende que en este momento que el país está viviendo, son imprescindibles.
El proceso para delinear estas medidas demandó un estudio entre la ANV y la cartera. El resultado de ese trabajo fue enviado al Ministerio de Economía y Finanzas para su aprobación y luego elevado al Poder Ejecutivo. Finalmente el mismo presidente Lacalle lo refrendó públicamente a través de una exposición en la Torre Ejecutiva.
En los próximos meses se hará un relevamiento detallado de la información en relación a la cantidad de personas que aceptaron los beneficios y la de quienes siguieron abonando, entre otros datos. En ese sentido, la jerarca destacó la importancia de estudiar la situación “día a día” puesto que “esto es muy cambiante; los que hoy pueden pagar mañana no o al revés y lo tenemos que analizar”.
Moreira considera que el esfuerzo del ministerio en esta crisis por el nuevo coronavirus va a ser muy importante. De todos modos, tiene la certeza de que una vez que Uruguay logre salir de esta emergencia, “el Mvotma va a ser uno de los motores principales para generar nuevamente el movimiento que el país necesita, a través de la construcción”.