El senador por Cabildo Abierto Marcos Methol, en diálogo con La Mañana, realizó una evaluación del trabajo durante los cinco años de la legislatura que culminó recientemente y también hizo referencia a los temas que quedaron pendientes.
¿Qué evaluación realiza de la legislatura que acaba de finalizar?
Fue una legislatura diferente a las de los últimos años, sobre todo porque no hubo dos bloques monolíticos y existió mayor debate. Las decisiones no se tomaron por disciplina partidaria de cada bloque y eso dio un buen resultado en el producto de las leyes. También fue positivo para que la ciudadanía tenga más información a través de esos debates. Creo que la gente estaba cansada de que los temas se resolvieran en la interna de un partido y después el Parlamento simplemente sirviera de escribanía. Una mitad votaba una cosa y la otra mitad simplemente se oponía. Desde ese punto de vista, ha sido muy saludable el cambio.
En este proceso, ¿qué papel tuvo Cabildo Abierto?
Cabildo Abierto integra el Parlamento como un partido con programa propio que recogió una porción importante del electorado, aunque no dejó de ser el 11% del total. Logramos un equilibrio entre cumplir tanto los compromisos de la coalición establecidos en noviembre del 2019 y llevar adelante nuestras propuestas programáticas. Por esas ideas de nuestro programa la gente nos puso como representantes en el Parlamento. Desde el primer día hasta ahora, hemos cumplido con los compromisos de la coalición y también de proponer temas que en algunas ocasiones lograron consenso dentro de los socios de la coalición y otras veces no. Es evidente que nadie puede decir que Cabildo Abierto fue un partido testimonial o que pasó inadvertido.
¿Cuáles fueron los principales temas tratados en la legislatura?
Dentro de los grandes hitos está la LUC. El Poder Ejecutivo remitió su proyecto y tuvo muchas modificaciones tanto en Diputados como en Senadores. A pesar de los tiempos breves para la discusión, hicimos mejoras considerables al proyecto inicial. Así se fortaleció la ley, que se pudo consolidar luego del referéndum. Algunos ejemplos de esos cambios o agregados que llevamos adelante están en mantener las áreas protegidas fuera del ámbito de las intendencias y también buscar un mecanismo para la fijación del precio de los combustibles que no implicará la desmopolización, que en definitiva era el cierre de Ancap. También en esos cinco años Cabildo Abierto logró resultados concretos en la negociación del presupuesto y en todas las rendiciones de cuentas. En ese sentido quiero destacar especialmente los fondos para salud mental y recursos para el tratamiento de adicciones. También los aumentos al personal subalterno de las Fuerzas Armadas, que no son suficientes, pero significativos teniendo en cuenta que dentro del Estado son el personal que tiene menor remuneración.
En la LUC, Cabildo Abierto logró sacar el capítulo de la Ley de Medios y que tuviera una consideración aparte. ¿Cómo considera este logro?
Fue muy importante, ya que se le hicieron cambios posteriores. Por otra parte, nuestra incidencia se destacó en la Ley de Financiamiento de los partidos. Otro punto relevante de nuestra participación fue en la creación del Fondo Covid y el apoyo a la pequeña y mediana empresa en esa época, algo en lo cual insistió mucho nuestro partido. Cuando se trató la reforma de la seguridad social, Cabildo Abierto tuvo un rol fundamental para lograr ciertas mejoras en la materia de los cómputos jubilatorios y lograr que las AFAP no puedan invertir en el exterior, como se planteaba. Otro aspecto fueron las interpelaciones en que Cabildo Abierto marcó serias diferencias.
¿Se puede decir que actuó como un partido balanza en este período?
Más que balancear, lo que hicimos fue seguir nuestras convicciones y lo que se entendía era el reclamo de la gente en varios aspectos. Pusimos sobre la mesa la cuestión del endeudamiento de las familias y el problema de la usura. Como no se logró un consenso por la ley, se está haciendo por el camino del plebiscito. Gracias a esto se están notando cambios importantes en el mercado financiero, el cual empieza a recoger la preocupación y a dar algunas soluciones, aunque sean parciales. Logramos en el Parlamento una solución para el reclamo histórico de deudores en Unidades Reajustables del Banco Hipotecario por una reestructura de sus deudas. También impulsamos la Ley de Regulación del Uso de la Tierra, llamada Ley Forestal que logró la aprobación, aunque luego fue vetado por el Poder Ejecutivo. No obstante, pusimos un tema sobre la mesa que vamos a continuar en el futuro. Tuvimos una incidencia directa en lo que fue la rebaja del IRPF y el IASS, que implicó una renuncia del fisco de 150 millones de dólares y en el proyecto de personería jurídica de los sindicatos, donde Cabildo Abierto tuvo un rol fundamental. Otros proyectos en los cuales participamos fue la Ley de Tenencia compartida y la Ley de Reparación a víctimas de la guerrilla, que se está reglamentando y se va a poner en los en las próximas semanas en funcionamiento. Dentro de los proyectos presentados por nuestra bancada se encuentra la Ley de Ciberdelitos, y otras en las cuales tuvimos participación fueron las de personas de que sufren el trastorno de espectro autista, el apoyo a campañas por el suicidio adolescente y la Ley de Prótesis mamarias a pacientes oncológicos. Más últimamente respaldamos la ley que prohíbe las operaciones de cirugías estéticas para los animales.
El plebiscito Deuda Justa, ¿es el gran desafío para después de las elecciones?
Ese desafío ya está instalado desde hace varios meses, con la juntada de firmas. Las necesarias (270 mil) ya las hemos superado ampliamente, y seguramente en la próxima semana se van a estar entregando a la Corte Electoral. La campaña para la votación de ese plebiscito seguramente va a comenzar de cara a las elecciones de mayo.
¿Considera que la nueva coalición en el próximo gobierno debe tener un funcionamiento diferente?
Probablemente sí. Es un tema que nosotros desde el inicio hemos planteado, la necesidad de que exista una mayor coordinación en el impulso de ciertas políticas. Principalmente para no repetir alguna situación de malentendidos o desencuentros que se podrían haber solucionado con una comunicación más fluida. Considero que la Coalición Republicana llegó para quedarse y es el mecanismo más apropiado para llevar adelante una cantidad de reformas que el país necesita y eso ha quedado demostrado. Esta es una coalición a la que los adversarios no le daban más de tres meses o seis meses de vida y, sin embargo, llega el quinto año de gobierno y se mantiene unida.
Pero a veces existen diferencias importantes.
La coalición se fortalece en cuanto cada partido logra consolidar su propia identidad y desarrollar su propia plataforma. Aspiramos a una coalición que crezca incorporando gente de otros partidos o desencantada de la política. No sirve una coalición monolítica o que se pierda la riqueza que le da las características de cada uno de sus partidos.
Hubo dos vetos a proyectos de Cabildo. ¿Cómo se puede llegar a evitar que se den estas situaciones entre socios políticos?
El Poder Ejecutivo está en su derecho y legítimamente puede tomar esa medida si corresponde. Los proyectos que nos han sido observados no eran parte del Compromiso por el País, o sea que en ese sentido no hay problema. Consideramos objetiva, políticamente, que fueron un error esos vetos y que las políticas que nosotros estábamos promoviendo son beneficiosas. Existen diferencias ideológicas y políticas entre los partidos. Eso no es impedimento para continuar adelante con una coalición en torno a determinados ejes. Tampoco implica que el día de mañana Cabildo Abierto puede conversar con cualquier partido del Parlamento para llevar adelante las soluciones que considera que son favorables para la población. Esto lo hizo el Partido Nacional o el Partido Colorado en alguna ley que votó con el Frente Amplio. No lo vemos mal y se nos criticó por haberlo hecho nosotros en un inicio, pero no lo criticamos porque lo hagan los demás, ya que nos parece que está dentro de las reglas de juego.
¿Qué quedó por hacer en materia legislativa?
Uno de los grandes debes es no haber logrado el consenso dentro del oficialismo, como proponíamos, para llevar adelante una reforma del Código del Proceso Penal y de la Fiscalía. Ojalá que se puedan lograr los consensos en la próxima legislatura. Otros temas que para Cabildo Abierto son importantes y no se han tratado, son la autorización del Senado para los contratos de larga duración del Estado o el de las auditorías obligatorias dentro de los primeros 180 días de cada administración. A lo que queda pendiente se puede agregar el ingreso por concurso o por sorteo de los funcionarios a las intendencias para dar una mayor transparencia y evitar situaciones de clientelismo político. Esperemos que todos estos temas estén entonces en la próxima legislatura.
¿Cómo observa la perspectiva de CA para estas elecciones de octubre?
Si Cabildo Abierto quiere lograr más cambios y lograr mayor incidencia, no solo en las políticas que mencioné, sino sobre todo en política de seguridad pública que es lo que la gente más reclama, se necesita una alta votación. Igualar o mejorar incluso la de 2019. Sabemos que es un desafío difícil. Lo principal es que la ciudadanía conozca lo que hicimos y nuestro programa de gobierno. Luego debe decidir libremente cuál es el candidato con las características que se necesitan para llevar adelante un cambio en la política de seguridad. O sea, quién es el mejor con el coraje, la experiencia y la personalidad como para poder enfrentar al crimen organizado y el avance del narcotráfico y ese es Guido Manini Ríos, nuestro candidato a la Presidencia.
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