Enrique Martínez Larrechea, doctor en Relaciones Internacionales, ex director nacional de Educación e investigador del Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay dijo que Lacalle es “el único” de los presidentes del Mercosur que “ha demostrado una diplomacia positiva” con sus pares integrantes del bloque; consideró que “el Mercosur como unión aduanera está mal” por lo que se precisa un “sinceramiento”, y destacó que “el mejor barco” para avanzar en acuerdos con otros países o bloques es “el Mercosur como unión aduanera”.
El viernes 26 de marzo se cumplieron 30 años de la firma del Tratado de Asunción de 1991 que dio nacimiento al Mercado Común del Sur (Mercosur). La celebración llega en medio de tensiones al punto de que no hubo una declaración conjunta del bloque comercial. En el programa La voz de La Mañana (radio Oriental) el Dr. Martínez Larrechea recordó los inicios del Mercosur, analizó la situación actual y la importancia de la flexibilización del mismo.
Recordó que en los años ‘90 hubo un movimiento que se llamó “de regionalismo abierto” producto del “surgimiento de grandes bloques como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la reformulación de la Unión Europea con el Tratado de Maastricht 1992, y también el Mercosur”. Las naciones estaban ante “una nueva generación de acuerdos que se desarrollaban en un mundo donde se había derrumbado la vieja bipolaridad URSS-Estados Unidos”, y citando “a un profesor”, dijo que “era un mundo lockeano, por John Locke, en el que había optimismo, esperanzas en el comercio, sentir que ya no había barreras, que era posible comerciar con el mundo y entenderse. Ese fue el contexto en el que surgió el Mercosur”.
“Argentina y Brasil como potencias regionales tenían hipótesis de conflicto, eran potencias nucleares” que no había firmado el Tratado de Tlatelolco, que es como se conoce al Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe. “Es decir que aunque estuviera distante en los hechos, estaba abierta la posibilidad de la bomba atómica”, señaló.
Entonces “lo que hacen estos países es deponer sus hipótesis de conflicto, establecer medidas de confianza mutua y firmar el Tratado Tlatelolco. Es decir que se da en un marco de distención muy grande entre Argentina y Brasil y el deseo de integrar las economías y eso lo hacen los presidentes de la democracia” que en ese momento eran el brasileño José Sarney y el argentino Raúl Alfonsín. Posteriormente, en el primer gobierno del el presidente Julio María Sanguinetti se suma Uruguay, en el acto de Alborada en 1988.
Correspondió al gobierno siguiente, encabezado por Luis Lacalle Herrera, firmar el Tratado de Asunción por el cual se crea el Mercosur.
“Un cumpleaños de ese tipo debe ser muy celebrado por más que no haya logrado todo lo que se pretendía, porque hemos logrado mucho”, aseguró.
Los tres aspectos destacados del mandatario uruguayo
El Dr. Martínez dijo compartir la afirmación del actual presidente de Uruguay, Dr. Luis Lacalle Pou, de que el Mercosur ha tenido más aciertos que errores, y destacó “el rol que ha tenido” el mandatario “en tres aspectos”.
En primer lugar “ha sido el único presidente que ha establecido reuniones bilaterales con todos sus pares, es decir que ha demostrado una diplomacia positiva, regional, presidencial, de contactos, cosas que no estaban en la agenda de los otros presidentes”, fundamentalmente de aquellos países que “por su peso tienen más responsabilidad, que son Argentina y Brasil. El presidente (Alberto) Fernández se orientó a México y la cancillería de Brasil está muy pegada a la política estadounidense. El único líder regional que ha marcado una agenda para la región es Lacalle Pou”, subrayó.
El segundo aspecto destacado es que el presidente “ha hecho un planteo de infraestructura regional por el lado de las hidrovías”, lo cual es “muy importante, es una idea concreta, allí no hay ideología, es construir ese canal comercial, esa obra física”.
Y la tercer arista tiene que ver con “la flexibilización, que se dice fácil pero tiene una cantidad de otros problemas y marca un deseo de sincerar las relaciones en el Mercosur”. Se esté o no de acuerdo con la unión aduanera, con la zona de libre comercio, se quiera un poco más o un poco menos de flexibilización, “nadie puede dudar que el Mercosur necesita un ajuste”, destacó.
El Mercosur es “el mejor barco”
El Dr. Martínez dijo que la discusión de la flexibilización genera “tensiones” sobre “qué es la flexibilización, para qué, cómo la gestionamos”, y al cierre de la reunión cumbre realizada el viernes algunas de esas tensiones “se manifestaron”.
“Uruguay propuso la flexibilización y tenía un acuerdo con Brasil para no firmar ninguna declaración que no la incluyera, como Argentina vetó esa posibilidad no hubo declaración”, dijo, y definió como “una situación muy triste que un bloque regional de la importancia del Mercosur no pueda emitir una declaración en conjunto al celebrar sus 30 años”.
En el debate sobre la flexibilización, “hay dos doctrinas generales”, por un lado están quienes “no están de acuerdo con lo que marcaba el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto, o sea no creen que el Mercosur deba ser una unión aduanera”. Por otra parte “estamos los que tenemos una perspectiva positiva sobre los tratados de unión aduanera”.
Los primeros “dicen que una unión aduanera es muy difícil de construir, que no se pudo hacer, que el Mercosur falló en eso, vayamos a una simple zona de libre comercio, es decir cada cual es libre de salir a negociar por el mundo de los acuerdos que precisa. Yo soy un poco crítico de esa perspectiva” porque “nos disuelve como plataforma”, advirtió.
Además “el Mercosur está negociando” con distintos países y bloques. “Negoció un acuerdo con la UE, muy ambicioso y muy importante, demoró mucho sí pero no solo por trabas en el Mercosur. No olvidemos que la UE es altamente proteccionista en materia de producción agrícola porque realiza un subsidio tremendo a sus productores agropecuarios produciendo una carne a feedlot, a corral, con maltrato de los animales. Terrible, nosotros tenemos animales que crecen, nacen y viven en la pradera, somos los más competitivos del mundo en esa producción” y no podemos concretar el acuerdo “por el proteccionismo de la política común europea”. Entonces no pongamos todas las tintas del lado del Mercosur. Las contrapartes juegan y son proteccionistas”, indicó.
El Mercosur también “hizo acuerdo de libre comercio con Israel, con Egipto, está a punto el libre comercio con la Zona Europea de Libre Comercio que son los países que no integran la UE como Noruega y otros. Estamos en negociación con Corea del Sur, con Singapur, Canadá, son contrapartes muy importantes y no sé si cada país (del Mercosur) por separado puede lograr eso”, valoró. “Si queremos acuerdos de libre comercio, bajar aranceles, ingresar al mercado con China en las mismas condiciones que lo hace Australia, ¿cuál es el mejor barco?, el Mercosur como unión aduanera”, aclaró.
Flexibilidad y pragmatismo
Sin embargo, a pesar de ser la mejor herramienta, el Dr. Martínez dijo que “como unión aduanera el Mercosur está mal” porque “tiene una cantidad de perforaciones”, por ejemplo las zonas francas de Manaos y Tierra de Fuego “donde no rige la disciplina del arancel externo común”, y también “se han aplicado medidas paraarancelarias que son proteccionistas y limitan. Está muy sucia la cancha en lo interno y tenemos que sincerarnos” continuó.
Teniendo eso en cuenta, “el planteamiento de Uruguay es positivo en ese sentido: si no se puede negociar un acuerdo de Uruguay con Corea del Sur, entonces que la unión aduanera no se perfore en Manaos y Tierra del Fuego”, aseveró, y llamó a “tener flexibilidad y pragmatismo”.
“Hay que ‘operacionalizar’ el concepto de flexibilidad”, es decir dar flexibilidad para que Uruguay negocie con otros países “y si en 5 años Uruguay tiene un acuerdo individual con Corea del Sur o Singapur, el bloque verá si puede adherir”, argumentó.
“No se trata de unión aduanera o nada, no. Hay que ser pragmáticos, ver lo que funciona, llegar a compromisos internos”, porque “como decía Alberto Methol Ferre, recogiendo además la enseñanza de la historia, Uruguay es la llave de la cuenca del Plata, pese a su pequeñez es el nexo, es la piedra de toque de un acuerdo regional muy importante. Entonces avancemos con confianza y pragmatismo y creo que al Mercosur le esperan por lo menos 30 años más, pero tiene que ser una construcción más limpia, más clara. No es discutir si somos o no somos. Somos, pero tenemos que ponernos de acuerdo en los métodos”, finalizó.
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