El viernes 9 de junio el Mides (Ministerio de Desarrollo Social) presentó el Plan de Alimentación Territorial (PAT) en las instalaciones del Instituto Nacional de Alimentación (INDA), ante la presencia de diputados y senadores de las comisiones de Población y Desarrollo y los medios de prensa.
Para hablar sobre este tema, La Mañana contactó al director del INDA, Ignacio Elgue, quien entre otras cosas explicó cómo se viene desarrollando este plan que espera llegar a unas 10 000 personas en Montevideo y el área metropolitana.
“La evaluación desde que ha comenzado el sistema es buena. Sabíamos que esto iba a ir de menos a más”, sostuvo. El sistema funciona con la inscripción de la persona a la que posteriormente se le avisa cuando su aceptación en el programa, indicándose el lugar donde debe ir para recoger su comida diaria.
Para la distribución de la comida existen comedores del INDA, puntos fijos de distribución y también rutas que cubren unos camiones especialmente acondicionados para el transporte de la comida, que es congelada.
Los puntos fijos están en Instrucciones y Casavalle, la Seccional Policial 23 en Luis Batlle Berres, Camino Maldonado y Libia, Santín Carlos Rossi y La Boyada, Camino al Paso del Andaluz y Mendoza y Barros Blancos.
Por su parte, los camiones recorren seis rutas prefijadas por las zonas de Jardines Del Hipódromo, Flor de Maroñas, Malvín Norte, Santa Catalina, Cerro, Maracaná Sur, Colón Norte, la zona de Rubio y Lecocq, Los Bulevares, el Cementerio del Norte, Perez Castellanos, Punta de Rieles, Casarino, Manga Este, Empalme Nicolich, Pando y Salinas Norte.
Como un dato interesante, el director del INDA indicó que muchas personas que están inscriptas no utilizan el sistema durante todo el mes.
“Hay población recibe otros beneficios, entonces a veces los primeros días del mes van menos y a medida que pasan los días van más, o sea cuando están llegando a situaciones más críticas en el tema de alimentación”, señaló.
Se usa un sistema de comida congelada, que tiene una vida útil de 3 a 7 meses, y algunas de hasta un año. Cada porción tiene un código de barras, dando transparencia al sistema. Cuando se entrega una porción se registra a quién fue entregada, y el día y la hora.
“De esta manera sabemos cuántas comidas vamos entregando en cada momento del día, desde que abre hasta que cierra. Después se hace un recuento y se paga a las empresas adjudicatarias por las porciones entregadas. O sea, tenemos todo un sistema informático que nos permite dar mucha transparencia y mucha trazabilidad a la comida entregada”, dijo Elgue.
Se incorporan 3000 nuevos beneficiarios al sistema Inda, por lo que ahora se está entregando un total de aprox. 5500 porciones diarias. En puntos fijos la entrega es de 1200 y en puntos móviles 1800 siendo el resto de los comedores de INDA.
Las ollas populares atendían diariamente 7800 personas y esa es la población objetivo del PAT.
Según Elgue, el problema alimentario de esta población “no arrancó en 2020”. “Lo que nos indican estos datos es que había gente”, dijo. “El nuevo sistema complementa lo que es el sistema alimentario. Los comedores eran cuatro y quedaban muy centralizados. La gente tenía que tomar dos ómnibus para llegar, no iba, entonces ahora van a estos puntos que les queda más cerca”.
Asimismo, destacó que los niños que se alimentan en las escuelas ahora tienen la posibilidad de tener una comida nocturna. En materia de los comedores, que funcionan de lunes a viernes, se está dando a quienes concurren con tickets de alimentación para sábados y domingo. “Esas son cosas que fuimos mejorando”, acotó.
También el servicio llega a los refugios de 24 horas. Ahí la alimentación llega por bandejas, tickets de alimentación o en algunos casos dando insumos para que las propias personas preparen las comidas.
El objetivo es llegar a 10 000 porciones de comida en todo el sistema. La licitación actual es por 1.2 millones de porciones, por lo cual el programa tendría una duración de entre 6 y 7 meses, aunque se puede extender por un monto similar, lo cual lo estará llevando hasta fines de 2024.
En invierno se incrementa la demanda y después en primavera tiende a bajar, explicó Elgue. No obstante, aclaró que en pandemia se pasó de 8000 personas que concurrían a los comedores de INDA a 25 000. En Salto y Colonia fue donde más crecieron los servicios, al estar cerrada las fronteras.
Sobre el sistema de camiones para repartir la comida, dijo que no se han tenido mayores problemas.
Consultado sobre si este sistema vino para quedarse, el director de INDA manifestó: “Esta administración lo va a mantener porque para nosotros es una bandera. Todos los estudios mostraban un problema de alimentación crónica en Uruguay de aproximadamente un 4% de la población, o sea que esas personas podrían pasar un día sin comer. Con este plan y el refuerzo de los servicios de las intendencias, pensamos que podemos mitigar ese problema”.
Las personas que tienen mayor inseguridad alimentaria son aquellas que tienen menos de nueve años de educación, o sea que no terminaron tercero del liceo. También la inseguridad alimentaria afecta a quienes trabajan en negro o viven de changas. Otros grupos son los mayores de 64 años que tienen la pensión muy baja y no les da para cubrir la alimentación, y las mujeres embarazadas que están por debajo de la línea de pobreza. Esos grupos están registrados en el Mides por lo que se pueden localizar para darles esta ayuda.
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