La descarbonización es un camino por el que están transitando los países desarrollados y eso representa una oportunidad para Uruguay, pues “el mundo va a empezar a demandar hidrógeno” para ese proceso, explicó el ministro en entrevista con La Mañana. También se refirió a los esfuerzos que está haciendo el gobierno para acelerar la utilización de vehículos eléctricos y destacó la importancia de lograr acuerdos con grandes jugadores de la tecnología a nivel mundial para, entre otras cosas, dinamizar el sistema innovador nacional. Además, comentó cuáles son los planes de la cartera en relación al desarrollo del 5G.
Uruguay impulsa la producción de hidrógeno verde. ¿Qué perspectivas tiene a futuro en ese sentido?
Lo nuevo en el mundo no es la tecnología del hidrógeno, que hace tiempo se conoce, pero sí hay una oportunidad muy fuerte para llevarla a escala, para el transporte de automóviles y vehículos de corta distancia, que no es lo que está maduro hoy. Lo que está más avanzado ahora es el vehículo a batería, que uno lo recarga y anda, y desde el punto de vista del funcionamiento es mucho más eficiente, o sea, la energía eléctrica rinde más.
El mundo sale de la pandemia con una doble temática que es universal, que es, por un lado, la transformación digital, que vimos cómo se aceleró durante la emergencia sanitaria y, por otro lado, la necesidad de descarbonizar la matriz energética. Esos son los dos temas excluyentes hoy en cualquier reunión internacional.
¿Cuál es la importancia de la descarbonización?
Descarbonizar significa eliminar los combustibles fósiles, que es lo que termina impactando en las emisiones de CO2. El dióxido de carbono es uno de los principales gases de efecto invernadero y eso impacta en el cambio climático. El mundo ha sufrido en los últimos años una exacerbación de tormentas en algunas zonas, de incendios forestales enormes en otras, los glaciares. La sensibilidad por el cambio climático ha aumentado mucho. Los países desarrollados están tomando en cuenta muy seriamente la descarbonización en sus políticas internacionales, incluso el sistema financiero la está considerando.
El hidrógeno de alguna manera pasa a ser la pieza que faltaba para el transporte de carga de larga distancia y la industria. La idea es utilizar la electricidad para producir hidrógeno. Si la electricidad que utilicé es renovable, yo produzco un hidrógeno que almacena energía renovable. Si lo traslado a otro lado mediante algún proceso, reconstruyo la electricidad, entonces, lo que hice fue transportar electricidad renovable a otro territorio. Ese es uno de los mercados que se está empezando a abrir para generar hidrógeno verde a partir de energía renovable y, de esa manera, poder trasladar esa energía a otro mercado.
En lo que respecta a la movilidad eléctrica, ¿puede explicar por qué el hidrógeno es mejor que la batería?
Si uno tiene un vehículo que utiliza hidrógeno, no genera emisiones, porque la combinación del hidrógeno con el oxígeno produce agua que se puede liberar a la atmósfera sin ningún problema. El agua sale por un lado y la electricidad sale por otro, y esa electricidad es la que mueve al vehículo mediante un motor eléctrico. Entonces, cuando hablamos de camiones a hidrógeno, nos estamos refiriendo a un camión eléctrico que tiene una celda de combustible que utiliza hidrógeno y emite agua. ¿Por qué el hidrógeno es mejor que la batería? Porque la densidad energética es mucho mayor, por tanto, en un volumen menor guardo la energía necesaria para una autonomía larga, mientras que, en el otro caso, para un camión precisaría muchas toneladas de batería y no sería eficiente.
¿Cuáles son las oportunidades que esto genera para el país?
Uruguay tiene una posibilidad con esto que está pasando a nivel internacional, que capaz que hace cuatro años no estaba tan presente, que es la de ser un proveedor de hidrógeno para el mundo, que va a empezar a demandarlo para la descarbonización. En particular, los países europeos han definido esa política.
Otra oportunidad que tenemos es utilizarlo para descarbonizar nuestra propia matriz, que todavía tiene un 37% de energía que viene del petróleo. Aclaro que con “matriz” me refiero a toda la energía que el Uruguay usa, porque a veces se confunde esto en relación a la electricidad, que es 97% renovable. Dos tercios de ese 37% vienen del transporte, entonces, ¿cómo nos vamos a descarbonizar en el transporte? Una parte será con baterías y otra parte será, tal vez un poquito más adelante, con hidrógeno.
El ministerio ha apostado a la movilidad eléctrica. ¿Qué se ha hecho hasta el momento y cuáles son los objetivos?
La movilidad eléctrica tiene dos andariveles aparte del hidrógeno: el transporte público y el particular. En lo que respecta al transporte público, a esta administración le interesa favorecerlo. Hubo un estímulo para la incorporación de ómnibus eléctricos y estamos buscando la forma de que eso se pueda potenciar, de modo tal que ese sector pueda ir sustituyendo el consumo del gasoil.
A nivel de los particulares, el gobierno quiere que se acelere la adopción de los vehículos eléctricos, lo cual es un proceso que lleva su tiempo porque todavía los costos no son tan bajos. Uno puede hacer renuncias fiscales y es lo que vamos a hacer. El Imesi ya es bajo y lo vamos a eliminar del vehículo eléctrico, y vamos a intentar que haya una red de cargadores potente en el país –estamos incorporando muchos–. Sin embargo, el costo de un auto eléctrico es muy elevado puesto que la batería es muy costosa. Eso va a ir bajando con el tiempo, pero no va a ser inmediato.
¿Qué representa para Uruguay el acuerdo firmado con Amazon en su viaje a Estados Unidos del mes pasado?
Lo importante es la política de Uruguay tendiente a lograr acuerdos con los grandes jugadores de la tecnología, que son varios. Estamos avanzando desde hace tiempo en el diálogo con muchos de ellos, como Google, Amazon y Microsoft. En ese viaje lo que buscábamos era ir bajando a cosas más concretas estas relaciones que el país tiene, y por eso nos reunimos con esas tres empresas.
Por otro lado, estamos buscando algunas herramientas para potenciar nuestro sistema innovador con una institución que se llama NewLab –esto fue producto del viaje–, con la que acordamos la formación de NewLab Studios Uruguay, que es una alianza entre el LATU, la ANII y NewLab de Estados Unidos. La misma cuenta con el apoyo y la inversión de Globant y de Mercado Libre, que son empresas digitales de origen argentino que están funcionando en Uruguay hace años y que están fortaleciendo su presencia acá.
¿Cuál es el propósito de esta alianza?
Lo que buscamos hacer con NewLab Studios Uruguay es un canal de conexión de la innovación de nuestro ecosistema emprendedor e innovador, de nuestras compañías innovadoras, con el mundo, y de las empresas uruguayas con los innovadores del mundo.
NewLab Studios Uruguay funciona en base a la presentación de problemas concretos de determinados negocios a una comunidad emprendedora o una serie de compañías innovadoras, para que se llegue a cuatro o cinco soluciones concretas para ese problema. A eso le llaman innovation studios y se hacen varios con fondos públicos y privados de más o menos la misma proporción, que ayudan a encontrar soluciones innovadoras.
De esta manera, empresas uruguayas podrán postularse ahí a partir del problema que traiga una multinacional para encontrarle una solución, y finalmente quedarán conectadas con el mercado mundial para esa solución, o al revés, que una empresa uruguaya del rubro cárnico, por ejemplo, pueda conseguir soluciones de parte de emprendedores del mundo que la hagan más competitiva. De ese modo se dinamiza el sistema de innovación en Uruguay.
¿Cuáles fueron las conclusiones tras la reunión con Amazon?
Con Amazon estamos avanzando en un diálogo desde hace tiempo, queremos que esté más cercano a Uruguay y que la tecnología de la nube se use mejor en el país. En ese sentido, la empresa nos ofrece capacitación para nuestros distintos jugadores del mercado, para utilizar la tecnología de la nube; nos puede asesorar en las mejores prácticas al respecto y por esa línea va el acuerdo que se firmó. Más allá de esto, queremos que Amazon nos vea como un lugar donde se puede invertir.
En paralelo, Amazon Prime, que es la división de producción audiovisual de Amazon, viene produciendo con éxito desde el año pasado series de alcance global en Uruguay. El Programa Uruguay Audiovisual lo ha fomentado, y esto también fortalece la relación con la empresa.
¿En qué consiste el acuerdo que se logró con Microsoft en el mismo viaje?
Es un acuerdo interesante donde nos va a brindar tecnología de inteligencia artificial para aplicar en problemas de bien común en Uruguay, entre ellos, para discapacitados o para la gestión epidémica. También va a aportar en un laboratorio de software de inteligencia artificial para que las empresas uruguayas puedan utilizarlo. Estamos avanzando en ese proyecto. Fue una instancia más de muchas para concretar proyectos de porte en Uruguay de las grandes tecnológicas.
Cambios educativos para lograr recursos humanos competitivos
La automatización y la generación de nuevos empleos por el cambio tecnológico traen consigo el desafío de adaptar el sistema educativo a esa nueva realidad. En este sentido, el gobierno ha dispuesto una serie de transformaciones en esa área.
Consultado al respecto, el ministro sostuvo que en lo que va del quinquenio ha sido muy difícil, por la pandemia, concretar cambios a nivel educativo. De todas maneras, destacó que se han dado pasos importantes, como la reforma de la gobernanza de la educación.
Dijo también que se están planificando reformulaciones de programas y se está impulsando a nivel de UTU y UTEC la enseñanza técnica y tecnológica, además de la formación dual, con el apoyo de Inefop. Esos instrumentos, útiles para modificar el perfil de la fuerza laboral, son valorados positivamente desde el punto de vista de la industria, aseguró el jerarca.
A esto se le suma el Plan Ceibal, que “se transformó en una realidad en el aula, porque la pandemia obligó a que lo fuera y aumentó mucho el uso de las plataformas educativas”, expresó. Agregó que el hecho de que la tecnología digital haya dejado de ser un “agregado” en la clase para pasar a ser un “elemento central”, va a permitir que el país tenga recursos humanos “muy competitivos” en el futuro para industrias que requieren manejo de la tecnología.
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