A raíz de la asunción de Beatriz Argimón a la vicepresidencia, usted debió asumir como presidente del Directorio del PN. ¿Cómo tomó esa responsabilidad?
Yo asumí la presidencia del Directorio que ya integraba, por lo tanto estuve muy comprometido con esta conducción, pero además es un Directorio que está culminando su mandato porque es el que emanó de las elecciones internas anteúltimas. En pocos meses habrá que convocar a la Convención, que designará las nuevas autoridades. Esta presidencia representó un enorme honor porque para un blanco tal vez no haya mayor distinción que ocupar ese lugar.
Hace un buen tiempo hay una sana continuidad en la gestión de los distintos directorios, que ha sido muy provechosa en cuanto al fortalecimiento institucional. El partido tiene vida propia y ya no depende tanto como antes de la impronta de sus principales dirigentes; se relaciona con la sociedad directamente, con las organizaciones sociales, con los demás partidos, y eso es algo que hay que mantener.
Ahora somos el partido del gobierno y me remito al encuentro que tuvimos con el presidente Lacalle Pou en los primeros días de diciembre, cuando nos visitó y nos pidió que el partido mantuviera su vigor y que apoyáramos al gobierno en doble sentido: defendiéndolo y criticándolo cuando fuera necesario.
Próximamente deberá renunciar para asumir como presidente del INAU. ¿Cuáles son sus expectativas al frente de ese nuevo rol?
Es un gran desafío que me ha encomendado el Poder Ejecutivo y que asumo con mucha responsabilidad. Me siento muy honrado por eso y espero estar a la altura de las circunstancias. Voy a poner el mayor empeño en el cumplimiento de esta misión.
Se trata de un organismo de enorme importancia que tiene un cometido esencial del Estado, porque el INAU es el órgano rector en materia de niñez y adolescencia. Atiende 80.000 personas en forma permanente, administra un presupuesto de 370 millones de dólares por año y tiene más de 5.500 funcionarios.
¿Cómo fue el diálogo con el gobierno desde la asunción?
Absolutamente fluido, no solo con el presidente sino también con los ministros y con todos los niveles del gobierno.
Desde hace unos días estamos en una situación de excepcionalidad que condiciona todo en función de la emergencia sanitaria que estamos atravesando, pero hubo un episodio que vale la pena destacar, que fue la convocatoria del presidente a todos los partidos políticos.
Yo fui en representación del PN como un partido más. Eso también habla de una nueva mentalidad que es la de un gobierno que informa a la ciudadanía pero que no se saltea a los partidos políticos y que reconoce en ellos a los auténticos representantes de los uruguayos.
¿Cuál es el peso que tiene el partido en las decisiones que toma el gobierno nacional?
Estamos hablando de un gobierno que todavía no ha completado un mes de actuación, pero yo descuento que el partido va a tener incidencia en términos de mantener un diálogo permanente y estable con el Poder Ejecutivo, con los ministros, con las autoridades.
Me imagino al futuro Directorio muy activo, reuniéndose semanalmente, llevando adelante su propia agenda pero al mismo tiempo atento a la agenda del gobierno. Me imagino a los ministros concurriendo a la autoridad partidaria a informar, de la misma forma que lo harían con los demás partidos políticos.
“Los matices, los puntos de vista distintos, hay que administrarlos con total serenidad y no hay que esperar de eso ninguna consecuencia política grave que afecte la gobernabilidad del país”
Mencionaba la coyuntura compleja por la que está atravesando el país. ¿Cómo se adaptó el partido a esta nueva realidad?
Tomamos las medidas correspondientes siguiendo los lineamientos del Poder Ejecutivo. Redujimos la actividad administrativa a la mínima expresión, establecimos un sistema de turnos entre los compañeros que trabajan cotidianamente en la casa del PN, suspendimos todas las actividades y reuniones partidarias.
Hay un aporte que el partido le está haciendo a la sociedad en esta coyuntura a través del voluntariado. La Juventud del PN está en una etapa de reclutamiento de voluntarios; ya lleva registrados varios cientos de blancos y no blancos que se han adherido a esta causa para colaborar con las autoridades donde se pueda dar una mano, fundamentalmente para atender a la gente que más lo necesita.
También estamos haciendo una campaña de redes para contribuir a sensibilizar a la población y van a salir mensajes de distintos referentes, legisladores e intendentes.
¿Cómo analiza el panorama actual en cuanto al desafío que implica para la coalición multicolor afrontar una coyuntura tan difícil e inesperada?
El nuevo gobierno vio iniciar su actividad con esta situación de emergencia porque cayó a los pocos días de la asunción del 1º de marzo. Es un desafío y nos pone a prueba a todos. El gobierno está respondiendo muy satisfactoriamente y dando señales de que está a la altura de la realidad, trabajando con convicción a los efectos de enfrentar esta crisis, de proteger los derechos y la salud de los uruguayos.
Hay un presidente que actúa con firmeza, con claridad y al que no le tiembla el pulso y sabe hacia dónde va. Hay un Poder Ejecutivo que se alinea detrás del mandatario y actúa con la misma convicción. Y hay un gobierno que no solo ha actuado con firmeza tomando las medidas necesarias en el momento oportuno, sino que además lo ha hecho sin perder la sensibilidad.
Las medidas que se han anunciado en los últimos días como el refuerzo de las partidas presupuestales para los planes sociales y alimentarios, confirman claramente que estamos frente a un gobierno que no solo no vino a recortar las políticas sociales como en algún momento se especuló, sino que demostró una notoria preocupación por los sectores más vulnerables.
¿Cómo se hace para manejar las diferencias internas entre los socios de la coalición?
Hasta ahora no hemos visto diferencias insalvables o inconciliables. Mientras eso no suceda, los matices, los puntos de vista distintos, hay que administrarlos con total serenidad y creo que no hay que esperar de eso ninguna consecuencia política grave que afecte la gobernabilidad del país.
Más allá de declaraciones públicas puntuales, hay un gobierno de coalición que está en marcha, hay cinco partidos que están coaligados, los ministros están trabajando consustanciadamente y compenetrados con su gobierno y su gestión. El correlato parlamentario todavía no lo hemos visto porque no se han dado las instancias legislativas, pero creo que está plenamente garantizado.
¿Qué importancia tiene fomentar el diálogo con las autoridades de las otras fuerzas que integran la coalición?
El valor del diálogo es absolutamente esencial y será una característica fundamental en todo este tiempo. Está claro que el presidente, más allá de ejercer sus potestades, va a practicar el diálogo con todos los partidos. Esto seguramente lo vamos a ver en el Parlamento Nacional, cuando después que pasemos esta etapa de emergencia sanitaria retome su rutina.
Creo que todos asistiremos a un tiempo mucho más saludable, descontracturado y con mucha menos tensión política de la que tuvimos en el pasado, cuando el Frente Amplio gobernaba prescindiendo de los partidos de la oposición.