La Comisión de Industria del Senado sigue recibiendo delegaciones del sector comercial que han manifestado distintas opiniones sobre el proyecto de ley presentado por legisladores del Frente Amplio. Además, existe una caída en el consumo que afecta sobre todo a los negocios del litoral del país.
La iniciativa presentada en 2020 por legisladores del Frente Amplio, según detalla la exposición de motivos, tiene como objetivo regular la relación entre los supermercados, los proveedores y los comerciantes minoristas para “equilibrar las reglas de juego” dadas las “asimetrías existentes” en ese rubro mercantil.
El proyecto propone, entre otras medidas, limitar la cantidad de locales comerciales que puede tener un mismo grupo empresarial y, a su vez, plantea un plazo de pago a proveedores de no más de 30 días corridos contados desde la recepción de la mercadería. El texto se encuentra a estudio de la Comisión de Industria del Senado, que ha recibido a distintos representantes del sector, quienes aportaron sus opiniones.
El pasado 18 mayo, el gerente general de la Asociación de Supermercados (ASU), Daniel Menéndez, rechazó ante los legisladores la iniciativa presentada en 2020, puesto que entienden que ya hay una ley vigente que protege a los comercios minoristas. Desde ASU afirman que el problema actual no tiene que ver con las grandes superficies sino con la concentración de mercado que hay con los proveedores. Otro aspecto cuestionado por ASU fue el cambio de reglas en los pagos.
Por su parte, la Cámara Industrial de Alimentos (Ciali) y la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) defendieron los aspectos generales del proyecto, ya que sostienen que el interés es proteger al consumidor final; porque “hay un crecimiento del poder” de algunas cadenas de supermercados a partir de la compra de mercados más chicos, y “terminan definiendo lo que cada ciudadano puede comprar”, coincidieron los dirigentes industriales que comparecieron el 3 de agosto a la Comisión de Industria.
El secretario de Ciali, Fernando Pache, planteó que el objetivo de la gremial es “tratar de cuidar que las grandes potencias en el rubro no fagociten a los pequeños y medianos comerciantes y que los pequeños, medianos o grandes proveedores no se sientan tan desprotegidos de tener una regla combinada entre las partes”. En tal sentido, indicó que las gremiales realizaron una encuesta anónima entre los actores comerciales más representativos de cada rubro, a partir de la cual surgieron “datos bastantes favorables” para la implementación del proyecto de ley en cuestión.
Con respecto al plazo de 30 días para el pago a proveedores, “nos basamos en la encuesta –a empresarios– que dice que les encantaría cobrar a los 30 días”, dijo Pache. En esta encuesta se encontró que “las condiciones que hoy tienen de pago, de plazos, de descuentos y de pagos de diferentes servicios ofrecidos por los supermercados no estaban acordadas entre las partes”, señaló el secretario de la Ciali a los senadores.
Por su parte, Federico Florín, asesor de la CIU, planteó algunas sugerencias al proyecto. Entre ellas, buscar eliminar “el cobro por exhibición preferencial en exhibidores, estanterías, góndolas y similares espacios físicos o virtuales”. Según argumentó Florín ante la comisión, “las condiciones de acceso tienen que ser transparentes, claras, aplicarse sin discriminación y basarse en las preferencias de los consumidores”, por lo que el objetivo es que la exhibición de los productos “obedezca a la oferta y la demanda” para que “el beneficiado –como en todo el eje de esta ley– sea el consumidor al final del día y no haya criterios artificiales que deformen eso”.
A su vez, las gremiales industriales y de alimentos propusieron varios cambios para que la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (CPDC) tenga más facultades y recursos para que pueda actuar de mejor manera ante denuncias e infracciones. En ese sentido, el vicepresidente de Comercio Interno de la CIU, Leonardo García, manifestó tener la certeza de que la CPDC “conoce muchas de las prácticas que están implementando estas cadenas, pero el tema es que no pueden accionar” porque las empresas nacionales no tienen la fuerza para denunciar y “enfrentar estos poderes porque saben la porción de mercado que pierden”. Según García, para el comercio minorista “es un riesgo muy grande” hacer una denuncia ante la CPDC porque se expone a represalias comerciales por parte de los supermercados. Por ese motivo, proponen un cambio en la forma de hacer las denuncias, “para favorecer que estas crezcan”, remarcó el representante de la CIU.
Departamentos de litoral registraron mayores caídas en el consumo
La compañía de tecnología, facturación y gestiones de pago, Radar Scanntech, aportó nuevos datos recopilados en julio que confirman una caída del consumo de los uruguayos del 6% respecto al mismo mes de 2021, y del 5% en lo que va del año.
El reporte fue elaborado en base a los números del Sistema Integrado de Facturación, en el que se registraron más de 17 millones de tickets al mes de una cantidad de 220 categorías de productos analizadas (divididas en Alimentos, Bebidas, Cuidado personal y Limpieza) en 1.700 puntos de venta a lo largo del territorio nacional.
El estudio marcó una caída en todas las zonas del país durante 2022, siendo Salto-Paysandú y Artigas-Rivera las regiones que presentaron los valores más negativos en el consumo. Puntualmente, Salto y Paysandú fueron los departamentos que presentaron una mayor caída (-16%), vinculada a la diferencia de precios existente con Argentina.
Los precios en Argentina son entre 64-65% más baratos que en Uruguay, según surge de los últimos datos presentados por Radar Scanntech y el último informe publicado por el Observatorio Económico del Campus Salto de la Universidad Católica.
Las mayores diferencias se dan en bebidas alcohólicas y tabaco (70%), alimentos y bebidas no alcohólicas (67%) y comidas fuera del hogar (66%). No obstante, la diferencia de precios es cercana o superior al 50% para todos los rubros relevados.
Dentro de Montevideo también se observan niveles de consumo negativos en relación al año pasado en todas las zonas, pero principalmente en el norte y oeste de la capital. Los municipios A (-7%) y D (-6%) son los que presentan mayores caídas de consumo.
Cambios de hábitos en el consumo de los uruguayos
Según indicó el informe de Scanntech, los locales más grandes registraron una mayor caída, y en cuanto a productos, la reducción del consumo abarcó a todas las categorías.
Entre las cuatro principales categorías analizadas: Alimentos, bebidas, limpieza y cuidado personal; este último ítem con 9,9%, seguido de Limpieza (7,3%), son las familias de productos que experimentaron una mayor baja en las ventas.
No es menor el dato que el nivel de precios aumentó en términos generales un 11,6% de junio de 2021 a junio 2021, pero los productos de la categoría cuidado personal fue la que registró un mayor encarecimiento de los precios (13,0%).
Asimismo, Scanntech reportó que en los últimos años creció el segmento de productos denominados “sano” o “light”, de 20,6% en 2018 a 25,2% en 2022, un dato que se acompasa con un estudio de Opción Consultores sobre los hábitos de los consumidores antes, durante y después de la pandemia. La encuesta acreditó tres hábitos de consumo instalados en la pandemia que se mantuvieron en el tiempo.
El 38% mencionó la realización de más preparaciones en el hogar, 34% la búsqueda de consumos más económicos, mientras el 25%, el consumo de alimentos más saludables.
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