La iniciativa del diputado suplente de Cabildo Abierto, Jamil Murad, se encuentra en la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social de Diputados y se espera que comience su tratamiento en el mes de marzo. Busca que madre y padre puedan estar más presentes en los primeros 1.000 días de vida de los niños.
A finales de diciembre de 2021, Jamil Murad, suplente de la diputada de Cabildo Abierto, Elsa Capillera, presentó un proyecto de ley denominado “Teletrabajo como herramienta de apoyo para la protección de los primeros mil días de vida”, que busca que embarazadas o madres adoptantes puedan teletrabajar y extender el beneficio, de ser posible, hasta los tres años del hijo.
Actualmente la iniciativa se encuentra en la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social de Diputados, y se estima que el tratamiento del documento comenzará en el mes de marzo. Según dijo el impulsor de la propuesta a La Mañana, la recepción del articulado ha sido positiva en quienes han leído el documento, y tiene expectativas de que se pueda seguir adelante con él.
El proyecto de ley plantea que, ante certificado médico, todas las trabajadoras que su labor lo permita, puedan ejercer sus tareas a distancia durante el embarazo, y una vez nacido, las madres y padres biológicos o adoptivos puedan teletrabajar hasta los dos años del hijo o hija con opción a extenderlo hasta los tres.
El texto consta de cinco artículos, el primero indica que toda trabajadora embarazada que no se vea impedida de realizar su trabajo a distancia, tendrá derecho a efectuar su labor a través de la modalidad de teletrabajo durante todo el embarazo, acreditando el hecho mediante el certificado médico que corresponda.
En un segundo artículo se indica que esto aplica con hijos biológicos como adoptivos, y para quienes reciban niños en tenencia con fines de adopción, desde el nacimiento hasta los dos años.
Murad sostuvo que este proyecto no abarca a todos los casos, ya que hay madres y padres que no pueden realizar su trabajo de manera remota. “Los principales puntos en contra que tenemos es en beneficio de quiénes es el proyecto y también quién lo define. Es decir, escapa a la redacción de una ley que abarque a todos, pero nos gustaría que abarque a la mayor cantidad posible y entendemos que, como toda ley, se implementará de forma escalonada y se irán encontrando nuevos espacios para ir cubriendo necesidades”.
El tercer artículo hace referencia a que la extensión del plazo mencionado en el artículo anterior podría extenderse, de común acuerdo con el empleador, hasta los tres años de edad de los menores a cargo.
A su vez, el artículo cuatro indica que, en caso de que el teletrabajo sea incompatible con las labores que lleva adelante la persona, se podrá solicitar al empleador que, en la medida de lo posible, se le asignen tareas que no vayan en desmedro de su labor, y puedan ser efectuadas a distancia, “siempre que la trabajadora preste su conformidad expresa y en forma temporal, al solo efecto de posibilitar el trabajo a distancia durante los primeros mil días de vida de los menores a cargo”.
Por último, el quinto artículo expone la posibilidad de que el trabajo a distancia durante los primeros dos años del niño sea usufructuado indistintamente por la madre o el padre, inclusive de forma alternada entre ambos, por períodos mínimos de seis meses y a solicitud o conformidad expresa de la madre.
Desde las vivencias personales
El impulsor del proyecto comentó que la idea surgió a partir de su experiencia personal como padre. “Empecé a experimentar lo que es el mundo de la mapaternidad, y dio la casualidad que colaboradores, asesores, integrantes de la agrupación y personas en general que me rodean, también les pasa lo mismo y estaban interesados en el tema. Nos pusimos a dialogar y entendimos que la licencia por maternidad es poca”, expresó. Sostuvo que se considera que es poca si se mira al niño o niña, no a los padres ni al trabajo en sí.
“La pandemia, queramos o no, nos dio un empujón hacia una vía por la que podemos optar para extender el plazo, que es la de teletrabajo. Entonces, el proyecto de ley viene por ese lado. El objetivo es hacer disponible la modalidad de trabajo a distancia como una herramienta efectiva, y así favorecer la protección de esos primeros mil días de vida”, consideró el legislador.
Murad remarcó que estos días abarcan el embarazo y los primeros dos años, y que la idea es que después se pueda arreglar con la empresa o el jefe para cubrir hasta el tercer año de vida, “porque cuanto más tiempo se le pueda dedicar al bebé, mejor es”.
Antecedentes de éxito
El entrevistado fue consultado sobre la existencia de antecedentes de éxito en el mundo con medidas similares a las impulsadas. Aseguró que, en teletrabajo, en épocas normales, no encontró nada, pero que sí ha visto la experiencia que se dio con la pandemia, donde hubo y hay personas que hace más de dos años están teletrabajando y lo siguen haciendo sin problema.
“En donde sí lo he visto y tiene muchas más ventajas porque se le da la importancia que tiene el niño y la familia, ha sido a nivel europeo. Suecia, que es el referente mundial, le da 16 meses (480 días) a los padres para mapaternar y les mantiene el 80% del sueldo durante casi todo ese tiempo”, comentó.
A su vez ejemplificó el caso de Bulgaria, que brinda unos 410 días con el sueldo completo; también Reino Unido, Grecia, Finlandia, “son otros países que apoyan a las familias en ese sentido y tratan de darle el mayor tiempo posible a ese bebé para que el vínculo con el padre y la madre sea mucho mejor, y eso se ve reflejado en la sociedad”.
Murad indicó que Uruguay sería el pionero con un proyecto como este que implementa el teletrabajo para el periodo de maternidad. Agregó que está muy alineado a lo que son los países europeos, pensando en la contribución que se puede hacer, apuntando a la primera infancia y dándole a los bebés la atención necesaria en todos los niveles.
Por una mejor compatibilización
En la exposición de motivos del proyecto de ley, se resalta la importancia de proteger a los niños en la etapa de mayor vulnerabilidad que son los primeros 1.000 días de vida. En ese sentido se tomaron datos de organismos internacionales vinculados en temas de protección infantil, como la Organización Mundial de la Salud y Unicef.
Es así que se reafirmó que los primeros mil días constituyen una etapa fundamental en la que es necesaria una nutrición adecuada, afecto, protección, estimulación oportuna y vivencias emocionales positivas. Estos elementos, según subraya el documento, favorecen el crecimiento, ayudan a evitar enfermedades a lo largo de la vida, y estimulan el desarrollo cognitivo, del lenguaje y de las destrezas sociales y emocionales.
Al mismo tiempo, en la exposición de motivos se vuelca que la Organización Internacional del Trabajo, establece que el embarazo, el parto y el puerperio son tres fases de la vida de una mujer en las que existen peligros concretos para su salud, y por tanto requieren una protección especial en el lugar de trabajo. Incluso recomienda la adaptación de las actividades de la mujer para ponerlas en armonía con su condición, para reducir los peligros para su salud y ayudar a las bases de una crianza saludable para el niño.
En base a esto, Murad destaca que el trabajo a distancia para las embarazadas, madres y padres con niños de hasta dos años de edad, permite una mejor compatibilización entre la vida personal y laboral, contribuyendo a los objetivos señalados.
“La posibilidad de realizar teletrabajo para el cuidado de los primeros mil días de vida contribuye a proteger la familia, el embarazo, la lactancia, la niñez, favorecer la natalidad, y al mejor desarrollo de toda la sociedad por los beneficios a futuro que están implicados”, señala.
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