El gobierno que asumirá en marzo realizará una revisión de la ley de internación compulsiva de las personas en situación de calle, a la vez que cambiará en el enfoque sobre su atención.
El futuro ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, ha señalado en diversas ocasiones que es contrario a la internación compulsiva y que el problema de las personas en situación de calle es multicausal, por lo cual es necesario aplicar diferentes enfoques.
El último informe oficial sobre personas en situación de calle data de fines de 2023 y fue realizado por el Mides. El objetivo era efectuar un relevamiento de la cantidad de personas que estaban en esta situación en Montevideo y conocer también las causas que las llevaron a eso.
Este tipo de relevamiento ya se había realizado en 2016, 2019, 2020 y 2021. El 1º de agosto de 2023, se efectuó un trabajo de campo durante la madrugada de ese día, con la participación de 274 personas, que se distribuyeron en 90 zonas a recorrer y dos equipos de coordinación central integrados por 25 personas.
Esa madrugada fueron registradas un total de 2756 personas en situación de calle. De ellas, 1375 fueron contabilizadas a la intemperie, mientras que 1381 se encontraban en centros nocturnos y de contingencia del programa Calle del Mides. Respecto a 2021, se presenta un incremento de 541 personas (24%) en personas en situación de calle. El incremento es mayor en intemperie respecto a lo que se presenta en centros de acogida nocturnos. A la intemperie el crecimiento fue de 49,5% y en centro de acogida de 6,6%. Además, hay 2259 personas bajo alguna de las respuestas habitacionales de corta, mediana o larga estadía ofrecidas desde el Estado.
En comparación con las otras encuestas se ha dado un incremento constante. En 2016, las personas en situación de calle eran, según la encuesta, 1393; en 2019 fueron 1745; en 2020 alcanzaron las 2082; en 2021 fueron 2215, y en 2023 un total de 2756.
Características de la población
En el informe se señala que la mitad de las personas que se encuentran en situación de calle lo hacen desde hace 12 meses y tres de cada cuatro no habían sido relevadas en registros anteriores. Por su parte, el restante cuarto de la población contactada en intemperie ya había sido registrada en alguno de los relevamientos de 2016, 2019, 2020 o 2021.
Los motivos que se declaran como desencadenantes de la situación de calle tienen como punto principal la ruptura de vínculos, seguida por adicciones y la insuficiencia de ingresos. Considerando que hay más de 4000 plazas en los refugios, se debe tener en cuenta que la mitad de los encuestados no había ido a ellos. El principal motivo para no pernoctar en estos centros está vinculado a su normativa. Esta razón tiene el 43,1% de las menciones, con un incremento de más de diez puntos porcentuales respecto del año 2020. Dentro de esta categoría, predomina la disconformidad con los horarios de entrada y de salida pautados y la rigidez de las normas establecidas. En segundo lugar, aparece la dificultad con la accesibilidad a los centros en el 37,7% de las menciones.
La población en situación de calle está conformada mayormente por varones en edades jóvenes o adultas, y el 96,5% nació en Uruguay.
El 74,5% de quienes pernoctan a la intemperie y 74% de quienes lo hacen en centros de acogida nocturnos tiene entre 31 y 64 años. Luego vienen las personas jóvenes (entre 22 y 30 años), que aparecen con más peso entre quienes pernoctan a la intemperie (21%). No se identificaron menores de edad durmiendo a la intemperie, y la persona de mayor edad en situación de calle detectada dentro de un refugio nocturno era de 88 años, mientras que a la intemperie la persona de mayor edad tenía 74 años.
El 89,2% son hombres y 9,1% mujeres. Esta composición ha cambiado con respecto a 2016, cuando eran 93,3% y 5,9% respectivamente. Los porcentajes faltantes se identifican como trans.
Resultados de la encuesta
En el relevamiento de 2023, el 60% de las personas registradas en situación de calle accedió a responder la encuesta. Este es un nivel similar al que se presentó en 2016 y 2019, pero más bajo que en 2020.
Hay detalles que son importantes a considerar para comprender esta realidad. Un 64,5% son personas que se encuentran solas y seis de cada diez tiene contacto con algún familiar o amigo que no vive en calle. Los contactos son mayormente con la madre o hermanos (41% y 43% respectivamente) y le siguen hijo (20%) y padre (19%).
Un 43,4% respondió que recibe apoyo de instituciones o de otras personas. Por ejemplo, casi la mitad (48%) lo hacen de los vecinos y en segundo lugar aparece la familia (36%).
En cuanto a la alimentación diaria, las personas que pernoctan a la intemperie acuden a múltiples medios y apoyos. Los vecinos aparecen como la principal red a la que recurrieron (38,9%), una segunda vía implica la recolección en volquetas, tachos o residuos, con el 37,7% de las menciones. Un tercio de las personas encuestadas (33,7%) compra con sus propios ingresos y un cuarto de ellas (26,9%) recurre a ollas populares.
Se debe tener en cuenta que más de la mitad de las personas entrevistadas (55,9%) quedó por primera vez en situación de calle entre la infancia, la adolescencia y la juventud. Un tercio de los encuestados (36,3%) reporta que esto sucedió entre los 30 y los 45 años, siendo el segmento con el incremento más importante desde el relevamiento de 2020. La media de edad de primera vez en calle registra un aumento entre el 2016 y 2023, pasando de 23 a 27 años.
En cuanto a educación, 42% tienen primaria como máximo nivel educativo cursado, lo que se mantiene con leves variaciones desde 2019 a la fecha. Simultáneamente, 40% llegó a cursar ciclo básico y el 14,7% cursó bachillerato.
Sobre el trabajo, tres de cada cuatro se declaran económicamente activos (trabajan o buscan trabajo) y el trabajo que realizan se caracteriza por altos niveles de precariedad e informalidad: la mayoría trabaja cuidando coches o en venta ambulante y solo el 2% cotiza en BPS.
En salud, una de cada cinco personas pernoctando a la intemperie (21%) presenta dificultad severa o imposibilidad para ver, a pesar de utilizar lentes. A esto se suma un 15% que tienen dificultad o imposibilidad para caminar o subir escaleras, seguida muy de cerca por la dificultad para recordar o concentrarse con un 13% de las declaraciones. En salud mental, una de cada cinco personas relevadas declara haber estado alguna vez bajo internación en una institución y la mitad de las personas pernoctando a la intemperie han consultado a un médico en el año, tendencia que viene en aumento sostenido desde 2016, donde la proporción era de 41,3%.
Siete de cada diez consumen drogas
Quizás el problema más grave detectado en la encuesta es el consumo de drogas. Siete de cada diez personas declararon consumir sustancias psicoactivas a diario. Esto representa un incremento respecto a los relevamientos anteriores, dado que en 2020 esta ratio era de seis de cada diez.
La pasta base se convierte en la principal sustancia consumida a partir de 2020, tendencia que se profundiza en 2023, cuando un 77% de la población declara que la consume, al menos esporádicamente. Previo a esto, el alcohol era la principal droga y actualmente se encuentra en segundo lugar con 53%. En tratamiento por el consumo de substancias está el 3,6% del total y un 39% declara haber estado internadas en algún momento por adicciones.
Sobre la permanencia en instituciones del Estado, el 25% señaló haber estado en el INAU y más de la mitad de las personas encuestadas (52,9%) declaran haber estado privadas de libertad en algún momento (siendo mayores de edad).
Sobre los apoyos que reciben, la proporción que tiene acceso a jubilación, pensión por vejez, invalidez o fallecimiento estaba cercana al 10% en el 2016, pero ha caído con el correr de los años, ubicándose en 4% en el 2023.
En lo que respecta a las transferencias del Mides, la prestación que tiene mayor alcance en la población encuestada es la Tarjeta Uruguay Social (TUS), de la cual el 21,6% son titulares. Esto marca un importante incremento con respecto a 2016, pasando de 6,6% a 27%. Este incremento se relaciona a que, en el período observado, por resolución ministerial se amplió la cobertura de TUS a quienes asisten a centros de acogida nocturnos de Mides.
Distribución en Montevideo
La encuesta fue realizada en Montevideo, donde se analizó la ubicación de las personas. Dentro de las 90 zonas recorridas, las que presentan mayor densidad (tal como fue encontrado en relevamientos anteriores) son las áreas del centro urbano, y en particular en el entorno de la Avenida 18 de Julio, en los barrios Centro, Cordón y Barrio Sur. En esos lugares, la densidad de personas en situación de calle por km2 es mayor a las 60 personas. Los barrios que le siguen en densidad de personas a la intemperie son Ciudad Vieja, Palermo, Parque Rodó, Punta Carretas, Pocitos, Tres Cruces, La Blanqueada, La Unión, Aguada, entre otros. En comparación con 2021, las zonas que mostraron un mayor incremento son, por un lado, Barrio Sur, que en parte puede explicarse por la disminución de zonas aledañas (Ciudad Vieja, Palermo, Centro) y, por otro lado, el segmento que cubre los barrios como La Teja, Tres Ombúes, Belvedere y Nuevo París.
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