Autoridades del gobierno coinciden en importancia de invertir, pero sobre todo focalizar los recursos destinados a la ayuda social. Los programas destinados a la primera infancia y la adolescencia continuarán en desarrollo aunque se buscará fusionarlos para darles un abordaje más integral de atención a las familias.
Después de muchas reuniones, el Gobierno definió los recursos asignados para cada cartera. El Presupuesto Quinquenal será presentado hoy -en Suárez y Reyes- a los legisladores de la coalición, por el presidente Luis Lacalle Pou y la ministra de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche, y todo el gabinete. Antes de fin de mes, el proyecto de ley será enviado al Parlamento a través de la Cámara de Representantes y será tratado luego por la Comisión de Presupuesto.
Hasta última hora, las autoridades de varios ministerios se reunieron con el presidente y autoridades del MEF para afinar algunos detalles presupuestales. Días atrás en Young, Lacalle Pou aseguró que se priorizó la educación, la salud y las políticas sociales. Dijo que se tratará de “ser respetuosos de los dineros de la gente” y “de ser justos y asignar los recursos a aquellos que más lo necesitan”.
El ministro de Desarrollo Social (Mides), Pablo Bartol, dijo la semana pasada a Radio Uruguay que, cuando un país entra en crisis sanitaria y económica, “es el momento de poner la lupa sobre los niños más chiquitos, porque son los que más sufren cuando empieza a haber problemas en la casa, cuando falta el ingreso y la alimentación no es la adecuada”, sostuvo. “Los grandes, de las crisis entramos y salimos, pero a un niño recién nacido le puede condicionar su vida”, advirtió.
Bartol sostuvo que hay que invertir más en la primera infancia, pero sobre todas las cosas “focalizar” los recursos, de los tantos programas que tiene el gobierno, “en esas madres jóvenes que tal vez estén pasando un momento de dificultad”.
Lacalle Pou: no habrá “mutilación” en asignaciones
Según publicó La Diaria, un grupo de técnicos del MIDES elaboró un informe donde advertían que la asignación proyectada por el MEF implicaría una “mutilación” de políticas sociales dedicadas a la extrema pobreza y el “casi impedimento de abordar ningún tipo de desarrollo de habilidades hacia trayectorias autónomas en las personas y hogares más vulnerables”. Según el informe, el Mides sufriría en el período una “reducción presupuestal de casi 30%”.
El documento, planteaba un escenario producto de la pandemia, en el que se indicaba que “aún en un contexto de incertidumbre, parece seguro que los servicios y prestaciones del Mides mantendrán un nivel de demanda por parte de la población considerablemente superior al de los años recientes”, sostenía, y se alertaba que en 2020 la incidencia de la pobreza en hogares sería 35,6% mayor que en 2019, y que la pobreza en el país pasaría de 8,8% a 11,9% para este año.
El informe concluía que para poder desarrollar las funciones estratégicas del Mides y al mismo tiempo colaborar con el ahorro fiscal que promueve el Gobierno, proponían mantener la asignación presupuestal en 2020 para todo el período, con un “incremento especial” en 2021, para “cubrir efectos de la pandemia, y la acumulación de solicitudes de visita para asistentes personales”.
El subsecretario de Desarrollo Social, Armando Castaingdebat, se desmarcó de las expresiones señaladas en el informe elaborado por los técnicos del Mides. El jerarca rechazó el análisis que se hacía en dicho documento y, en cambio, aseguró que desde el Gobierno se “van a fortalecer las políticas sociales”.
Si bien Castaingdebat dijo que hasta último momento estuvieron en conversaciones con el MEF y la OPP, negó rotundamente la “mutilación” de políticas sociales. Sobre el informe, dijo que “el ministerio venía trabajando hace meses en los diferentes escenarios” sociales. Expresó que el documento interno “no era un trabajo final” y solo se refería al “peor” de los tres escenarios posibles.
Sin embargo, el mes pasado el director general de Secretaría del Mides, Nicolás Martinelli dijo a El Observador, que en julio se planteó al MEF, que considere que las consecuencias sociales de la pandemia podrían merecer una “excepción” y requerir un aumento de presupuesto (en 2019 el Mides ejecutó US$ 278 millones). “Hay que prender las luces para mirar el día después” de la emergencia, sostuvo.
Para el ministro Bartol “es el momento de poner la lupa sobre los niños más chiquitos, porque son los que más sufren cuando empieza a haber problemas en la casa, cuando falta el ingreso y la alimentación no es la adecuada”
Consultado en conferencia de prensa sobre el documento interno del Mides, el presidente Lacalle Pou dijo que “hablar de mutilación es un poco duro” y “hay que fundamentarlo”. El presidente mencionó que se comunicó con las autoridades del ministerio “para saber de dónde salió ese documento y en qué se basaba”.
El presidente dejó en claro que esa no es la postura de su Gobierno y mencionó que “lo que seguro no vamos a hacer es tener aparatos, equipamiento, instrumentos, alimentos para la gente desaprovechada, que se vence (…) gastar plata en cosas que no hacen a quien tiene que recibir la asistencia”, sentenció.
A su vez, el mandatario destacó que durante los meses de mayor dificultad por la crisis sanitaria el gobierno “aumentó las asignaciones familiares” y se distribuyeron más de 600 mil canastas. “Acá no hubo un retaceo, al revés”; en la pandemia, el gasto en asistencia social “superó los 600 millones de dólares”, dijo.
Uruguay Crece Contigo se fusiona con el programa Cercanías
Desde el MIDES se indica que se trabaja en la reestructura de programas que apuntará a “maximizar” los recursos, “achicar” costos” y “mejorar la eficiencia”. Entre ellos, la del Programa Nacional de Discapacidad (Pronadis) y el Instituto Nacional del Adulto Mayor (Inmayores); y la fusión de los programas de Uruguay Crece Contigo (UCC) y Cercanías, que ya tenía el visto bueno del equipo técnico.
El director Martinelli explicó que Cercanías, que operaba mediante convenios con ONGs pasará a trabajar con recursos propios del Mides. “Queremos profesionalizar, fortalecer y poner en territorio a las personas idóneas” remarcó el ministro Bartol en mayo.
En esa línea, cuando asumió el ministro Bartol, remarcó que con las personas en situación de calle el foco de su gestión iba a estar puesto en la primera infancia. El ministro sostenía que “con la misma plata” se podía “trabajar muchísimo mejor” y que se podían reasignación muchos fondos “para atender prioridades”.
Señaló que programas como Uruguay Crece Contigo (UCC), Cercanías y Jóvenes en Red, debían “tener una articulación mayor para que se atienda en forma conjunta a los hogares”. Para eso, “se puede agregar la atención en adicciones, en salud, que aportan a una visión general de las familias y sus problemas”, afirmó.
Tras la confirmación de la unificación de los programas, la directora de UCC, Cecilia Sena, fue consultada por radio Carve e indicó que el objetivo es “generar una atención en familia de forma integral”. Sobre el programa Cercanías, dijo que, si bien, tenía en su diseño “excelentes objetivos” para darle respuestas a las familias más vulnerables, “los resultados evidencian que no ha sido así”. Por eso, entendieron pertinente integrarlo a UCC, que sí viene logrando buenos resultados, para darles mejores respuestas a los hogares con mayores dificultades.
Sena negó que se vaya a limitar el alcance de la cobertura, sino que se va a “amplificar”. Cercanías trabaja con casi 6 mil familias y UCC con unas 4 mil por año, por lo que se están midiendo las nuevas “demandas potenciales”, que no son las mismas que antes de la pandemia y por eso se entiende que es bueno el rediseño, “porque hay que pensar con qué respuestas vamos a llegar a la población” después de la crisis sanitaria; porque hoy “ninguno de los dispositivos que tiene el Mides tiene todos los elementos para poder atender a esa población”.
“El rediseño y la reformulación no implica la disminución de la cobertura, por el contrario, implica mayor músculo a la atención en familia, con mirada en la primera infancia”, ya que es “importante disminuir la desigualdad en la primera etapa de la vida, porque los niños que no atendamos en esa etapa, presentan a futuro mayores condicionantes para acceder a servicios y oportunidades”, indicó.
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