La Mañana consultó a distintos especialistas sobre las políticas de seguridad implementadas por el gobierno. Destacan el cierre de bocas y la baja de delitos durante los primeros años, pero preocupa el aumento de homicidios en algunos barrios de Montevideo y la gran cantidad de asesinatos no aclarados y de delitos que no se denuncian.
En las últimas semanas el gobierno y la oposición han planteado distintas visiones sobre la realidad de la seguridad ciudadana y la efectividad de las políticas implementadas en la nueva administración. La pasada semana tuvo lugar una reunión de las autoridades del Ministerio del Interior y la Policía Nacional para analizar la situación de la seguridad, en medio de una escalada de homicidios.
Previamente, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou manifestó ante la prensa en Florida que “cuando crece el número de homicidios, son vidas gente que muere violentamente, por supuesto que preocupa y ocupa al gobierno”. “Obviamente habrá que analizar homicidio por homicidio. El plan de Heber no es solo por los homicidios, es un plan integral de seguridad y eso a gran parte hace a la lucha contra el narcotráfico”, agregó. “¿Estoy conforme? No, no estoy conforme mientras haya violencia en nuestro país”, dijo el presidente.
La Mañana consultó a varios especialistas que hicieron diversos análisis sobre la gestión de la seguridad ciudadana por parte del Ministerio del Interior. Entre otras cosas, destacan el cierre de bocas y baja de delitos durante los primeros años, pero preocupa el aumento de homicidios en algunos barrios de Montevideo y la gran cantidad de asesinatos no aclarados y de delitos que no se denuncian.
“Revertir una situación que creció sin control”
La Dra. Martha Valfre valoró positivamente que “el Gobierno cambió la política que se había llevado en los últimos quince años en materia de combate al narcomenudeo”. Valfre insta en “unirse detrás de un único plan: erradicar las bocas, combatir el narcotráfico en todos sus niveles y proporcionar soluciones a jóvenes con adicciones”.
Advirtió que todavía “hay mucho por hacer”, pero aseveró que “se está encaminando a revertir una situación que creció sin control”. Valfre entiende que el combate a las bocas y las incautaciones “son algo muy positivo y necesario”, “primero, para disuadir a los que consideran que puede ser un negocio lucrativo y en segundo lugar para cortar el acceso de los jóvenes a dichos lugares con el consiguiente daño a su salud”, expresó.
Asimismo, la abogada consideró que lo más urgente es atender el problema de los homicidios vinculados a “ajustes de cuentas”. “Es lógico que, al cerrar una boca, el ‘titular’ de la misma quede en situación compleja con su proveedor”, que es “algo complejo de prevenir”, según Valfre, pero esto “no amerita dejarla funcionar para evitar el problema”.
“Homicidios se concentran en ocho barrios de Montevideo”
Según explicó el experto Edward Holfman a La Mañana, a nivel global “la violencia y la criminalidad se miden a través de los homicidios”, por lo que el único parámetro “más o menos objetivo y confiable” es el índice de homicidios cada 100 mil habitantes, explicó.
El especialista en seguridad destacó la baja de delitos en general durante los primeros dos años de gestión y el cierre récord de bocas, pero le preocupa que en el primer semestre de 2022 se haya registrado un aumento de los homicidios y cree que “este tercer trimestre vamos también por un camino en que las cifras sigan aumentando”.
Holfman apunta a que las estadísticas dan cuenta de que el 56% de los homicidios del país se concentran en Montevideo; el 50% se cataloga como conflictos criminales, ajustes de cuenta o problemas entre bandas, y el 80% de los homicidios ocurridos en la capital se concentran entre la Zona 3 (45%) y la Zona 4 (35%). “Los homicidios se concentran en ocho barrios de Montevideo”, señaló el especialista.
Con esos y otros datos que indican determinado perfil “vos no podés prevenir un homicidio que se genera dentro de una casa, pero lo que sí podés hacer es, mediante el estudio de esos números, realizar una estrategia vinculada a los homicidios”, indicó.
Otro aspecto para mejorar, según Holfman, es que “el 50% de los homicidios no se aclaran”. “Al no aclararlos, lo que estás generando es impunidad”, advirtió.
“Estás mercantilizando la vida, porque aparecen los sicarios, gente que se dedica a ajustar cuentas a través de los homicidios, porque saben que como no se resuelven, es una manera más fácil de cortar ese conflicto que hay entre los delincuentes”, señaló.
En determinados barrios de Montevideo “la estrategia parece no estar funcionando”, sostuvo Holfman. El experto en seguridad entiende que no es la policía de la seccional la que te va a solucionar el problema, sino que es necesaria una policía comunitaria, “que sean los mismos policías todos los días, que esté solucionando determinados temas de seguridad en el barrio y que ese policía se gane la confianza del vecino”.
Porque “algo típico que sucede en un homicidio es que llega la policía y entra para buscar testigos y pruebas y, por lo general, la gente tiene miedo a hablar”, lamentó. “Tenés que llegar a ese 73% de personas que no hace la denuncia”, enfatizó el experto.
Holfman entiende que la creación de una Dirección de Policía Comunitaria sería conveniente para “prevenir y bajar los niveles de violencia y criminalidad”. “A medida que te vas ganando la confianza del vecino, estás sacando insumos, insumos que hoy no están llegando al comando que es el que dispone los patrullajes”, agregó el experto.
“La policía que tenemos hoy en día es una policía reactiva, que reacciona a los problemas; o sea que estás haciendo como los bomberos, apagando incendios”. Se debe ir hacía una policía “proactiva”; porque “la prevención es todo”, indicó.
“Es necesario un nuevo pacto de información”
En tanto, el sociólogo Rafael Paternain expresó que “una gestión con estas tasas de homicidios, con un aumento inquietante de la población privada de libertad y con total ausencia de programas radicales de prevención de la violencia es una gestión mala o muy mala”. Señaló que “hubo dos años en que el problema quedó solapado con las dinámicas de la pandemia”, pero que hoy está mostrando “su rostro más duro”.
“Frente a eso, el gobierno ha carecido de ideas, de liderazgo y de sustento técnico”, sostiene el especialista en seguridad ciudadana. Además, condenó que “sus únicos recursos son la construcción de un relato sesgado y un reproche constante a las gestiones del Frente Amplio”. Paternain interpretó que el enfoque realizado desde el Ministerio del Interior ha sido “esencialmente policialista”, con un “foco publicitario en operaciones contra el microtráfico de drogas”, complementado por “un discurso de autoridad y de falso éxito al medir la incidencia de delitos por tasas de denuncias”.
Para el sociólogo se trata de un discurso “restringido, tradicional, que no revela nada significativo desde el punto de vista de un enfoque integral para la seguridad” y “sigue una línea que es la que ha predominado en el Uruguay desde hace casi 30 años”.
“Evaluar una política de seguridad solo a partir de los números de denuncias a la Policía es un profundo error”, entiende el académico. “¿Acaso sabe el Ministerio del Interior cuál fue la tasa de ‘no denuncia’ en 2020, 2021 y 2022?”, cuestionó. Para Paternain “es imprescindible un nuevo pacto de información para monitorear el problema del delito en el país”, mediante “un órgano técnico e independiente”.
Según el sociólogo, los problemas de seguridad “merecen siempre análisis profundos, estructurales y coyunturales” y le preocupa que “el gobierno carece por completo de una lectura siquiera aceptable”. “Es una política vacía por completo de referencias, nada se propone para una discusión pública o académica; y eso tiene que ver con el tenor de la política, pero sobre todo con el perfil de los liderazgos”, indicó.
Consultado por los temas que considera más urgentes a resolver por parte de la cartera de Interior, señaló “los niveles de violencias extremas, enquistados territorialmente” y que “desde agosto de 2021 los homicidios retornaron a los niveles prepandemia”.
“Hay barrios enteros bajo el sentimiento de la absoluta indefensión”, advirtió. A su vez, la presencia de armas de fuego es un “factor de riesgo completo” por lo “urge una política de desarme y regulación”, opinó Paternain. Además, alertó que “los niveles de población privada de libertad son inaceptables, y reproducen el problema”. Por eso, cree que es clave “una política de reinserción social sostenible y de largo alcance”.
TE PUEDE INTERESAR