El desafío de generar soluciones para el agro
El sector agropecuario es un gran motor para la economía nacional y en eso coinciden los principales candidatos a la Presidencia de la República, quienes fueron invitados por La Mañana a reflexionar acerca de la realidad que atraviesa el rubro y lo que proponen para el futuro. El avance tecnológico, el cuidado ambiental y los problemas de competitividad son algunos de los desafíos a enfrentar. Para esto, los presidenciables presentan una serie de medidas que son prioritarias en sus respectivos programas de gobierno.
Un pilar fundamental de la economía del Uruguay
En Cabildo Abierto somos plenamente conscientes de la importancia fundamental del sector agropecuario. Lo reconocemos como pilar indispensable, partícipe en forma directa e indirecta, del ritmo que la marcha de nuestra economía requiere. Basta observar que la inmensa mayoría de las ciudades del interior dependen directamente de las actividades agrícola-ganadera, agroindustrial y de servicios relacionados.
Además, es inocultable su influencia en Montevideo y la zona metropolitana. No imaginamos un Uruguay sin el papel preponderante de la agropecuaria, sus agroindustrias y sus servicios.
Nos congratulamos por la realización de la presente Exposición Rural del Prado y por ello felicitamos a la Asociación Rural del Uruguay. Año a año, con denodado y renovado esfuerzo, en momentos buenos y de los otros, la Asociación Rural pone a la consideración de todo el país el esfuerzo de la gente de campo. No solo el trabajo del productor, sino también el de su familia, sus empleados, sus técnicos. También el de proveedores de servicios, insumos, maquinaria y tantos más. A todos ellos el reconocimiento y gratitud de Cabildo Abierto.
Cabildo Abierto se siente comprometido con el desarrollo sustentable. Esto implica equidad social, conservación ambiental y eficiencia económica.
Compartimos con la Asociación Rural sus postulados: Libre empresa, economía de mercado, sana competencia. Adherimos a ellos con entusiasmo.
Permítasenos agregar a esos postulados nuestro deseo de un Estado no prescindente, que colabore en la generación de un ambiente propicio para que la producción nacional prospere. Un Estado moderno y eficiente, colaborativo, gestor cuando sea necesario, sostén en los momentos duros, que provea un tipo de cambio equilibrado para el sector y el resto de la sociedad, así como infraestructura adecuada al siglo en el que vivimos.
Cabildo Abierto se siente comprometido con el desarrollo sustentable. Esto implica equidad social, conservación ambiental y eficiencia económica.
No concebimos actividad alguna que no redunde en beneficio de todos: en particular de los más frágiles de la sociedad. En ese sentido no hacemos más que cumplir con el mandato artiguista. Imaginamos un país próspero y justo, donde el Estado sea fiel guardián de los equilibrios indispensables para su crecimiento.
Tampoco concebimos actividad alguna que no tome en consideración el respeto por el ambiente en toda su extensión: suelo, agua, atmósfera, flora, fauna y por supuesto al hombre. Somos estrictos guardianes del país que legaremos a nuestros hijos y defendemos la justicia del bienestar animal y del bienestar vegetal.
Finalmente, en función del citado desarrollo sostenible, es responsabilidad de los emprendedores desarrollar actividades que persigan la eficiencia económica. Solo así se han de satisfacer las expectativas que la sociedad en su conjunto deposita en ellos.
En un país y una región que sufren el flagelo del desempleo, es grande la urgencia que siente Cabildo Abierto por proveer empleos justos y estables para todos.
No se nos olvida el tema de la seguridad. ¿Qué podemos mencionar a la familia del campo que ella no sepa? A diario recibimos las malas noticias de hechos delictivos que dañan a la persona y al patrimonio del ámbito rural. Cabildo Abierto tiene la mejor propuesta en seguridad rural. La comisaría volverá a ser la piedra fundamental donde se cimentará el desarrollo de una política efectiva para devolver la seguridad, tanto a la persona como a sus bienes. La seguridad es un derecho humano.
“A diario recibimos las malas noticias de hechos delictivos que dañan a la persona y al patrimonio del ámbito rural. Cabildo Abierto tiene la mejor propuesta en seguridad rural”
No olvidamos en este contexto ni a la agroindustria ni a los servicios agroindustriales. Y especial consideración tenemos para la regulación de las relaciones laborales. Trabajaremos y legislaremos en pos de un relacionamiento sano, maduro y moderno, acorde a normas constitucionales e internacionales.
Con el éxito de esta empresa común a todos los uruguayos, detendremos el éxodo y vaciamiento que sufre el campo. Ya vivimos en el presente sus deplorables consecuencias.
Cabildo Abierto hace propicia esta oportunidad para desear a la Asociación Rural una exitosa y fructífera Exposición Rural del Prado.
Un dinamizador de la economía del futuro
El aparato productivo uruguayo está en crisis. Algunas características de esta crisis son el atraso cambiario, el alto endeudamiento, el incremento de la morosidad en los bancos, los altos costos productivos, las altas tarifas públicas, la baja calidad de la inserción internacional que arroja un alto pago de aranceles, las condiciones de inseguridad que limitan el desarrollo de algunos rubros como el ovino, entre otros. Este deterioro de los factores competitivos, que el actual Poder Ejecutivo no ha sabido resolver, ha llevado a la pérdida de productores y a que muchos rubros se vean muy comprometidos a nivel país, como el arroz y la lechería.
A pesar de estas condiciones hostiles para la producción, tenemos un sector agropecuario que será un dinamizador de la economía del país en los próximos años, si se realizan algunos cambios.
“El deterioro de los factores competitivos, que el actual Poder Ejecutivo no ha sabido resolver, ha llevado a la pérdida de productores y a que muchos rubros se vean muy comprometidos”
Algunas de las políticas sectoriales para el sector agropecuario en un gobierno del Partido Nacional las podemos resumir en los siguientes puntos:
El Partido Nacional ha propuesto una serie de medidas que permiten generar ahorros. Parte de estos ahorros van a permitir lograr alivios a las condiciones productivas del Uruguay, como la reducción de algunos costos relevantes para el sector, por ejemplo, los costos energéticos.
La mejora de la competitividad pasa también por una agresiva inserción internacional. El mundo está demandando los alimentos que el Uruguay produce y son valoradas las condiciones naturales bajo las cuales el país desarrolla sus sistemas productivos. Hoy el Uruguay deja en las aduanas del mundo 270 millones de dólares por concepto de aranceles.
El rol de la investigación e innovación es clave para generar saltos en productividad. El sector agropecuario requiere de la generación de certezas tecnológicas para los desafíos de los sistemas productivos de hoy, y también del desarrollo de soluciones a problemas que son incipientes.
El país rural ha asistido a un crecimiento sin precedentes de la inseguridad. Para esto es necesario dar máxima jerarquía a la seguridad rural, abordándola como un tema al que se debe responder con estrategias de alcance nacional. Se creará una unidad especializada en la prevención y el control del delito en el medio rural.
Estamos frente a uno de los sectores más relevantes de la economía y por eso la agenda de problemas y de oportunidades que tenga el sector agropecuario será parte de la agenda política prioritaria del país.
Gran parte del problema se encuentra en la política fiscal llevada adelante por las administraciones del Frente Amplio, que ha tenido dos consecuencias: aumento de tarifas e impuestos. Este elevado déficit fiscal no se ha originado porque la recaudación haya bajado, sino porque el gasto ha aumentado cuantitativamente más de lo que aumentaron los impuestos y las tarifas.
“El mundo está demandando los alimentos que el Uruguay produce y son valoradas las condiciones naturales bajo las cuales el país desarrolla sus sistemas productivos”
Nuestros técnicos han encontrado la oportunidad de ahorrar 900 millones de dólares a través de un gasto más eficiente. Se han basado en las cifras de la Rendición de Cuentas del año 2017, los balances de las empresas públicas, los informes de la Auditoría Interna de la Nación, el diálogo con actores partícipes de la gestión estatal o que son afectados por esa gestión y en informes internacionales como el estudio del BID de setiembre de 2018,
“Mejor Gasto para Mejores Vidas”. También se proponen algunos cambios institucionales –que no implican nuevos costos- para apoyar una gestión más eficiente del Estado y de las empresas privadas: Creación de la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas, que dependerá de la Presidencia de la República; una Unidad Centralizada de Compras; cambios en la reorganización funcional (esto refiere a la desburocratización y la supresión de trámites innecesarios) y una regla fiscal que tendrá como objetivo poner límites al gasto desenfrenado del gobierno.
Por lo tanto, estamos convencidos de que se puede reducir el déficit fiscal sin aumentar impuestos a ninguno de los sectores de la economía del país y devolverle competitividad a todo el sistema productivo. El sector agropecuario está incluido y es nuestro compromiso que su carga tributaria no se incremente.
Políticas para un nuevo impulso en el sector agropecuario
El sector agropecuario es prioridad en el modelo productivo que vamos a impulsar, por la riqueza que genera y el desarrollo territorial que promueve en las diversas zonas, ciudades y pueblos del país.
Vamos a implementar políticas concretas que den un nuevo impulso, basado en los recursos naturales, produciendo alimentos, fibras y otros materiales, posicionándonos como un proveedor confiable para consumidores exigentes en atributos agregados de inocuidad y valor ambiental, con trazabilidad y certificación, con una política de alianzas multilaterales y/o bilaterales en base a una estrategia proactiva de inteligencia comercial capaz de anticipar oportunidades.
El agro tiene una diversidad de rubros, de miradas y oportunidades que se deben respetar e integrar para fortalecerlas. A su vez, el cambio climático y la protección de los recursos naturales implican un desafío global que supone atender los equilibrios en los ecosistemas y no superar los límites establecidos, promoviendo con medidas activas el cuidado de la diversidad de nuestros montes y pasturas naturales, la circularidad de nutrientes y la transición hacia formas más sustentables en las cuencas de producción lechera, agrícola y hortifrutícola.
“Es necesario seguir avanzando con medidas concretas e inteligentes que promuevan la inversión, el cuidado ambiental, el desarrollo del cooperativismo y la producción familiar”
El mismo ecosistema que nos brinda servicios de producción de alimentos nos da soporte para las ciudades y otras infraestructuras. El mismo aire que purifica nuestros pastizales y montes es el que contamina las ciudades con autos e industrias. Debemos promover el diálogo, reconocimiento mutuo y acuerdos.
El agro se cruza con la nueva ola de transformación tecnológica, que requiere de una constante innovación, adopción de tecnologías y conocimientos, y formación para mejorar las capacidades y competencias de los trabajadores, productores, proveedores y profesionales. Avanzaremos en particular hacia la agricultura digital, llena de oportunidades para las nuevas generaciones.
Tenemos un tratamiento fiscal flexible, con exoneraciones importantes para muchos productores, pero es necesario seguir avanzando con medidas concretas e inteligentes que promuevan la inversión, el cuidado ambiental, el desarrollo del cooperativismo y la producción familiar.
La competitividad es clave para el desarrollo agropecuario y no basta con acciones puntuales; se requiere controlar los precios internos con regulación y defensa de la competencia. En relación a las tarifas de los servicios públicos, nos comprometemos a definir una paramétrica transparente que tenga costos de empresa eficiente, incluyendo naturalmente las utilidades que corresponden al accionista como en una concesión a una empresa privada. Estas utilidades deberán ser un porcentaje fijo de la facturación de las empresas.
Pero la mejora estructural de la competitividad vamos a generarla a partir del incremento de la productividad de los recursos. Esto requiere generación de nuevos conocimientos, así como su adecuada transferencia a todos los productores. Requiere también recursos económicos que se canalizarán a través de un sistema de financiamiento integral, articulado por el Banco República y otros organismos, ajustado a las necesidades en plazos y condiciones, en función de diferentes criterios como el objeto, el tamaño o el nivel de integración cooperativa, y además, de la universalización de instrumentos de transferencia de riesgos como son los fondos de garantía y seguros por índice con apoyos del Estado.
“La competitividad es clave para el desarrollo agropecuario y no basta con acciones puntuales; se requiere controlar los precios internos con regulación y defensa de la competencia”
Vender productos cargados de valor ambiental y menores emisiones tiene por objetivo primordial la mejora de los ingresos y el desarrollo humano de nuestra gente del campo y de la ciudad y, por eso, las políticas diferenciadas son las más importantes para esta fuerza progresista.
Estas políticas deben profundizar el enfoque de desarrollo integral, alineando la institucionalidad público-privada, facilitando el acceso a la tierra, al conocimiento y a la financiación, avanzando hacia una mayor equidad de género y oportunidades para los jóvenes, promoviendo mejores y nuevas cadenas de valor, con diversos apoyos específicos, entre los cuales resulta prioritario fortalecer la estructura cooperativa nacional a diferentes escalas, potenciando los instrumentos de apoyo.
En definitiva, tenemos la misión de continuar promoviendo al país a través de su diversidad productiva, territorialmente integrada, ambientalmente sostenible y socialmente desarrollada, sin perder lo logrado y haciéndolo mejor.
El gran motor del país
Entendemos, y lo hemos dicho desde el primer día, que el agro debe ser considerado por la población uruguaya como el “petróleo”, en el sentido de nuestra fuente natural de riqueza, pero que a la inversa del líquido negro, es un “petróleo verde” que captura carbono de la atmósfera y que, en vez de estar en pozos ocasionales, está distribuido en una red a lo largo y ancho del territorio nacional. Es la clave del crecimiento económico y solo necesita que se le quiten trabas para impulsar el desarrollo del país.
La situación del agro uruguayo es cercana a la asfixia, por un conjunto de señales que llevan inevitablemente a una cautela a la hora de invertir y especialmente de contratar mano de obra. Como sucede también con la industria, lamentablemente hay una pérdida persistente de productores y de trabajadores. La suma de atraso cambiario durante varios años y precios de la energía muy superiores a los de los países vecinos, así como señales explícitamente adversas por parte de voceros del gobierno, son razones principales por las que el agro uruguayo no está pudiendo ser el motor de la economía que debe ser.
“La situación del agro uruguayo es cercana a la asfixia, por un conjunto de señales que llevan inevitablemente a una cautela a la hora de invertir y especialmente de contratar mano de obra”
El sector lechero y arrocero son ejemplos claros. Han demostrado por décadas que producen con altos rendimientos, con excelencia en términos de calidad; todos los uruguayos lo saben y disfrutan. Pero mientras en la producción lechera la salida de productores es persistente y la producción ha dejado de crecer, en el sector arrocero el área cae persistentemente.
También es competitiva la producción ovina uruguaya a pesar de padecer las mismas condiciones adversas que el resto de los exportadores. Pero esa competitividad económica se ve revertida por la impunidad con la que jaurías, ladrones y jabalíes tornan imposible la producción en áreas fundamentales del país.
Es inadmisible que funcionarios de gobierno encargados de la planificación económica del país anuncien que los sintéticos le han ganado la competencia a la lana, una fibra natural cuyo precio ha crecido tendencialmente por más de dos años, hasta que la devaluación del yuan en China provocó un ajuste externo y ajeno a la valoración de largo plazo de la fibra. La propuesta de que el “sintético” sustituya a la lana es además suicida desde el punto de vista ecológico: mientras millones de personas analizan cómo usar menos derivados del petróleo (ayudando a valorizar la lana), la política del partido de gobierno es lisa y llanamente aniquilar a la industria textil, que se basa en fibras naturales, reciclables, producidas en pastizales nativos y praderas que captan carbono para sustituirlas por los derivados de la cada vez más desprestigiada industria petrolera.
Estamos convencidos de que con equilibrio fiscal, con seguridad en las zonas rurales, con la reconstrucción de la confianza perdida, el agro uruguayo revertirá el estancamiento actual. Tal vez el caso emblemático sea el de la ganadería de carne. Está llamada a ser gran protagonista de la recuperación económica merced a la demanda de Asia y a todo lo que tiene Uruguay para ganar si pasa a ser una economía convencidamente abierta.
“Estamos convencidos de que con equilibrio fiscal, con seguridad en las zonas rurales, con la reconstrucción de la confianza perdida, el agro uruguayo revertirá el estancamiento actual”
La fiebre africana de los cerdos le ha dado una gran oportunidad, que como consecuencia de la asfixia que mencionábamos al comienzo, encontró al sector con la menor cantidad de novillos desde que se llevan registros. Llovió sopa pero nos agarró sin cucharas. Reglas de juego claras, un tipo de cambio equilibrado y rigurosidad para proteger la sanidad, serán pilares para que la ganadería tenga la chance de dar un envión a la economía uruguaya.
Y todo eso complementado con la agricultura de cereales y oleaginosos, de alta escala, valorizada por la rotación con pasturas y la agricultura de pequeña escala de frutas y hortalizas, a la que se debe prestar especial atención.
La valorización de las cadenas agroindustriales por sus ventajas ecológicas operando transversalmente como un distintivo de Uruguay, que permite avanzar en el agregado de valor, y a partir de ahí generar un círculo virtuoso de inversión, innovación, agregado de valor y generación de empleo, es la etapa que soñamos que empiece en marzo de 2020.