No es solo un acuerdo comercial lo firmado este viernes, es un mensaje al mundo que cada vez está más confrontativo: “Las democracias pueden apoyarse mutuamente”.
Con la presencia de la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Mercosur y la Unión Europa firmaron el acuerdo comercial que llevó 25 años de negociaciones.
Ante la presencia de los presidentes del Mercosur, Luis Lacalle de Uruguay; Javier Milei de Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva de Basil; y Santiago Peña de Paraguay, Von der Leyen destacó que “el vínculo entre Europa y los países del Mercosur es uno de los más fuertes en el mundo; es un lazo anclado en la confianza y alcanzado por una herencia compartida que leva siglos de aprendizaje y crecimiento mutuo”.
“Estamos fortaleciendo esta alianza única como nunca, y al hacerlo estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo que es cada vez más confrontativo, demostrando que las democracias pueden apoyarse mutuamente”. Por eso, “este acuerdo además de ser una oportunidad económica es una necesidad política, somos socios con mentalidades y raíces comunes, con una historia y una cultura entrelazada”, expresó.
Actualmente “soplan fuertes vientos hacia el aislamiento y la fragmentación, pero este acuerdo es nuestra respuesta: nos paramos juntos en el escenario mundial como socios”.
Asimismo “enviamos un mensaje para nuestra gente y nuestros negocios en las regiones”, porque el acuerdo “significa más y buenos trabajos”.
La Unión Europea y el Mercosur crearon una de las alianzas de comercio e inversiones más grandes que jamás haya visto el mundo, estamos derribando barreras y estamos permitiendo que ingresen inversiones; estamos formando un mercado de más de 700 millones de consumidores y esta alianza va a fortalecer las cadenas de valor, va a desarrollar industrias estratégicas, va a apoyar la innovación, creará trabajo y valor para ambos lados del Atlántico”.
“Estamos mostrando al mundo que el mundo puede y debe ser guiado por valores; los acuerdos de comercio son más que acuerdos económicos, son una forma de construir comunidades de valores compartidos”, reflexionó.
También es una ganancia para Europa
En su discurso, Von der Leyen tuvo palabras para las empresas, los trabajadores y productores europeos: El acuerdo “es una ganancia para Europa” desde donde hay “60.000 empresas que exportan actualmente al Mercosur, la mitad son pequeñas y medianas empresas” y todas ellas “se beneficiarán de aranceles reducidos, procesos aduaneros más sencillos y acceso preferencial a algunas materias primas fundamentales”. Todo esto “traerá grandes oportunidades de negocios”.
Sobre los reclamos de los productores agrícolas europeos, aseguró que han sido escuchados y que las autoridades europeas son “conscientes” de sus preocupaciones: “Estamos actuando al respecto, este acuerdo incluye salvaguardas robustas para protegerlos”, además de que “nuestros estándares de alimentos y bebidas no van a cambiar”.
“Este acuerdo va a ahorrar 4.000 millones de euros a las empresas europeas a la vez que expanden mercados y abren posibilidades de empleo para ambas partes”, asguró.
En consecuencia, “este es un buen día para el Mercosur y para Europa, y un momento histórico para nuestro futuro compartido”, concluyó.
Eliminación de aranceles
El jueves 5, e canciller Omar Paganini había adelantado que con la firma del acuerdo se inicia un proceso que puede demorar un año o año y medio para entrar en vigencia, porque los aspectos comerciales lo tienen que aprobar las autoridades de la Unión Europea y de cada país del Mercosur, también hay facetas que son más propios de los países y que tiene su proceso en cada país, pero la parte comercial se aprueba en forma general.
Agregó que con el acuerdo lo primero que logra todo el Mercosur es que elimina los aranceles en el 70% de los productos exportables, desaparecen los aranceles que se pagan por la cuota Hilton de la carne y aparece una cuota adicional en el volumen de la carne de 99.000 toneladas que se envía, que se va a repartir entre los países del Mercosur.
También se da la oportunidad de canalizar inversiones. Lo más importante es que las cadenas de valor que son globales pueden pensar en instalar eslabones productivos en estos países, concretando un movimiento que en el mundo se ha dado pero en el sur no tanto, había dicho Paganini.
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