En un hecho considerado histórico, la ministra de Vivienda, Irene Moreira, anunció a fines de la semana pasada que la tasa que pagan los cooperativistas por los préstamos, que era de un 5,25% desde el año 2008 pasa a ser 2%. Esto significará un ahorro importante. Por ejemplo, en un préstamo por el cual hoy se pagan $ 16.000 por mes, ahora se pagarán $ 12.000. Este anuncio lo realizó durante el segundo sorteo anual de préstamos para cooperativas de viviendas.
El beneficio abarca a las cooperativas de ayuda mutua, ahorro previo, viviendas de propietarios y viviendas del plan sindical. La ministra Irene Moreira destacó que en 2020 se escrituraron 31 cooperativas, mientras que en este 2022 fueron 64 las escrituras firmadas. Otra de las medidas anunciadas fue el reintegro de aportes a 11 cooperativas que, desde hace más de 10 años, tenían detenidas las obras por falta de fondos. Con ese reintegro contarán con el capital para poder finalizar su vivienda.
El presidente de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), Enrique Cal, dijo que el interés fijado por el gobierno anterior para las cooperativas de viviendas se encontraba en 5,25%, más del doble que el fijado por la ley 13.728 de 1968, que ubicaba la tasa en un 2%.
Esta diferencia del doble de interés hace que una familia trabajadora deba pagar, durante el tiempo del préstamo (25 años), un sobrecosto de más de US$ 30 mil, explicó Cal. Por ejemplo, una vivienda de dos dormitorios, cuyo valor final rondaría actualmente, con la tasa de interés del 5,25% en unos US$ 115.000, ahora, con la tasa del 2%, al finalizar el préstamo, serán unos US$ 85.000.
En conversación con La Mañana, Cal indicó que el anuncio de la ministra Moreira “no es más que la ratificación del planteo que Fucvam venía haciendo desde el año 2008, cuando se cambió la tasa. Ese año se había establecido que a diez años de la reglamentación, se debía realizar un análisis para ratificar o rectificar esta suba. Pero eso que se debía haber hecho en 2018, nunca se hizo”.
Con respecto al porqué de este incremento durante el gobierno anterior, Cal respondió: “Es una pregunta que habría que hacerle a ese gobierno. Nosotros se la hicimos muchas veces y nunca tuvimos una respuesta razonable, una respuesta que nos diera alguna razón. Pero también debemos considerar que esa tasa era superior a la de los bancos. Tenemos bancos que están prestando al 4,5% o 4,9%. O sea, que el Estado uruguayo cobraba para viviendas de interés social más caro que los bancos que responden a capitales extranjeros”.
Hablando con La Mañana sobre el sorteo de los préstamos para viviendas, sostuvo: “El sorteo tiene una parte muy linda y, por otro lado, una parte muy triste. Porque hay cooperativas que cuando sale su tablita pegan un salto y gritan y hay llanto de emoción, y hay otras que a medida que va pasando el sorteo y se va terminando el cupo, las caras se van transformando. Deben esperar entonces el próximo sorteo. Y salir sorteada una cooperativa que hace hasta ocho años que está esperando significa el último trámite que tiene que hacer frente al Ministerio de Vivienda, que es la presentación del proyecto ejecutivo. Eso es la antesala para empezar a construir. Una vez que se apruebe el proyecto constructivo a los meses del sorteo, la cooperativa recibe su pago y empieza a construir”.
Pero también son varias las cooperativas que esperan esta oportunidad. Fucvam tenía, antes del último sorteo, 45 cooperativas afiliadas que estaban en condiciones de participar. Salieron sorteadas unas seis cooperativas, por lo cual quedan cerca de 40 que van a ir hacia el siguiente sorteo.
“Para nosotros el sistema de sorteo tiene un problema. Es que se va haciendo un cuello de botella, porque hasta el próximo sorteo, que es en julio del año que viene, se van a sumar más cooperativas que estarán en ese sorteo”, sostuvo.
“Desde el primer momento la ministra Moreira nos transmitió su disponibilidad”
Con respecto a si Fucvam había observado algún cambio en la actual administración con respecto a los gobiernos anteriores, Cal indicó que ese cambio se observó “desde el primer momento”.
“Naturalmente, cada vez que hay un cambio de administración, Fucvam queda en la duda e incertidumbre de qué va a pasar”, observó. “Y este cambio no fue solo de autoridades, sino también de metodologías de trabajo, por lo cual la incertidumbre era mayor. Pero encontramos desde el primer momento la mayor disponibilidad para reunirnos. Nos estamos encontrando con las autoridades del ministerio prácticamente una vez por mes e incluso con más frecuencia cuando nosotros lo solicitamos”.
“Hemos encontrado un equipo de trabajo sensible que ha respondido a los requerimientos de Fucvam”, agregó. “Esto lo vimos en el peor momento de la pandemia, donde se dieron meses de gracia a todo el movimiento cooperativo y a todo el Sistema Nacional de Vivienda. También ese apoyo lo encontramos con la turbonada de Paysandú. Desde el primer momento la ministra Moreira nos transmitió su disponibilidad y su acuerdo con el planteo que hacía Fucvam referente al interés, pero había que alinear todos los planetas, porque era un tema a nivel estatal. Por eso nosotros pensamos que así es cómo se debe trabajar”.
Aplicar retroactivamente
La tasa del 2% se aplica retroactivamente a marzo de 2020. Desde ahí se hace un recálculo sobre el pago de las cuotas. Otro efecto es que muchas familias tienen su cuota subsidiada por el Ministerio de Vivienda (MVOT). Por ejemplo, la cuota era de $ 18.000 o $ 19.000 pesos, pero solo podían pagar $ 14.000 o $ 15.000. Esa diferencia era subsidiada por el MVOT. Con la rebaja de la tasa, la cuota se ubicaría en unos $ 13.000, entonces podrá pagar el 100% y cesa el subsidio que otorgaba el Estado.
También existen cooperativas que estaban en huelga de pagos desde octubre del año pasado y ahora entrarán en este acuerdo retomándose los pagos.
“Mucho más que un techo”
El presidente de Fucvam explica que “la vivienda es un satisfactor sinérgico. O sea una familia que tiene una vivienda, tiene un lugar donde se recupera del cansancio de la jornada, donde se recrean padres e hijos, hermanos y hermanas o la pareja. Es donde también la persona se recupera de una enfermedad y es donde se discute y se realizan los acuerdos familiares. Es mucho más que un techo. Es donde se proyecta la familia y donde se proyecta cada uno de sus integrantes de la familia”.
“El tiempo pasa, las primeras cooperativas de viviendas son de los años 70, en medio de un país que estaba convulsionado, con una economía diferente, al igual otro mundo del trabajo”, acotó. “El movimiento ha tenido que adaptarse a esos cambios y a otros, por ejemplo, la construcción en altura. Hace pocos años empezaron a aparecer cooperativas construyendo edificios con ascensor. En mi generación de cooperativas era impensable. También cambios en cómo se conforman. Lo hacen por redes sociales, cuando antes lo normal era que se formaban en el seno de una fábrica o en el medio una asamblea de trabajadores. Y hoy se forman por Facebook o hasta por WhatsApp”.
“Hemos venido adaptándonos a esos cambios que nos lo imponen los tiempos, los compañeros y compañeras en los plenarios, en las asambleas”, agregó. “Pero la conclusión es que sigue existiendo una vigencia brutal del modelo de cooperativismo de ayuda mutua porque es un modelo efectivo que garantiza una vivienda digna para trabajadores y trabajadoras”.
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