En algunas épocas del año la falta de medicamentos en los centros de ASSE es un episodio habitual. Sin embargo, desde setiembre de 2020 la situación se ha “agudizado”. La representante de usuarios en el directorio de ASSE, Natalia Pereyra, considera que es necesario buscar soluciones y que se reconozcan los errores en la gestión ya que desde algunas direcciones de centros de atención indican que no tienen crédito para conseguir los fármacos.
Cuando llegó la pandemia por covid-19 al país, la respuesta la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) se dividió en varias etapas. Desde marzo y hasta mediados de 2020, se focalizó en cambios rápidos de los criterios vinculados con los equipos de salud intentando afianzar o acercar a las personas a la telemedicina, las videoconsultas o llamadas telefónicas. Al tiempo comenzaron a detectarse complicaciones, ya que algunos pacientes patológicos comenzaron a atravesar deterioros en su salud.
Durante este tiempo, desde usuarios del directorio de ASSE, se ha intentado mantener informadas a las organizaciones sociales para que puedan transmitir y generar en los hospitales propuestas de mejoras que se adecuen a la realidad de cada localidad. ASSE tiene la particularidad de ser un prestador con alcance nacional, las realidades y los problemas son distintos en cada lugar, y por esto que el servicio no funciona igual en todos los puntos del país.
La representante de los usuarios en el directorio de ASSE, Natalia Pereyra, en entrevista con La Mañana explicó que se han mantenido reuniones con las autoridades, principalmente con la gerencia asistencial. “No hemos podido responder a las demandas que tienen las personas y que son crecientes además”, aseguró.
Relató que el hecho de mantener la repetición de medicamentos a los pacientes crónicos sin ajustes llevó a que las personas sientan que no mejoran su salud y, por ende, a tener interrogantes. “A esto se suma el gran componente del aislamiento y su repercusión en la salud mental; quizá es un tema que no estaba tan sobre la mesa al principio, pero ha deteriorado las emociones de las personas”, explicó la representante.
Falta de medicación “no es un circo mediático”
En cada final y principio de un año se dan faltantes de medicamentos en algunos puntos de asistencia del país, pero a finales de 2020 y principios de 2021 lo que está pasando es diferente, según la representante. Los usuarios comenzaron a visualizar el problema en setiembre, que luego fue resuelto transitoriamente, y casi se volvió a la normalidad. Luego se agudizó y con medicamentos crónicos de por medio, y desde las direcciones de los centros indicaban que no tenían crédito para conseguir los fármacos.
“Por eso digo que es distinta, en otro momento no era un tema de créditos, sino de provisión o de ver si otro hospital podía cubrir el faltante. En este caso es un problema profundo y entendemos que debe haber una política de medicamentos. Si la idea es resolver el asunto se tiene que prever que mientras se hace un cambio debe haber un plan para que no se perjudique a las personas”, explicó.
Por otra parte, señaló que las características de la población de ASSE no es la misma que del resto de los prestadores. “No todos quienes se atienden en ASSE pueden ir a una farmacia comercial a comprarse un medicamento”, aseveró. “Muchas personas sienten que, por un lado, se les da un mensaje de que cumplan con los tratamientos y prevengan, y luego, cuando intentan cumplir con las recomendaciones, se encuentran con una barrera”, agregó Pereyra.
La entrevistada aseguró que es preocupante no tener medicamentos básicos, y que no existen dos lecturas para eso. Explicó que, desde Usuarios, y ella personalmente, han agotado todos los caminos de transmitirlo a la interna de ASSE. “Esto no es un circo mediático, no es desprestigiar a nadie, mucho menos al prestador que anteriormente ya fue muy desprestigiado. Transité todos los caminos en busca de soluciones, todo está documentado en el organismo. Y sí, existe un problema y hay que reconocerlo”, subrayó.
Pereyra expuso que parte de lo que sucede es debido a la pandemia, pero otra se debe a la gestión. Dijo que era necesario reconocer cuando se tiene un problema y saber decirle a la población: “nos equivocamos” o “no lo hacemos tan bien”. Lamentablemente, opinó, esto impacta en la salud de las personas. “Quiero recalcar que no es un circo mediático, desde setiembre estamos con problemas como este y muchos más. Así que si quisiéramos tener un circo mediático lo tendríamos”.
Resaltó que los primeros en manifestarse fueron los usuarios organizados y de forma particular. “Hay un problema en la gestión que la pandemia lo agravó, es multifactorial”, afirmó. Indicó también que existen problemas presupuestales, y que en el último tiempo más de 94.000 usuarios se pasaron a ASSE y se sumaron nuevas prestaciones. “Si compro más cosas y tengo más personas, no puedo tener el mismo presupuesto o menos, porque además los ajustes impactarán en ese sentido”, aclaró Pereyra.
La representante de usuarios de ASSE sostuvo que un detalle no menor es que si no se permiten colocar las listas de los medicamentos faltantes fuera de la farmacia, las personas harán largas filas para llegar a ventanilla y enterarse que no están disponibles. “Tratamos de buscar la manera de apelar a la sensibilidad de los directores para buscar soluciones”, añadió.
Para paliar un tanto la situación se está fragmentando la medicación, es decir, en vez de darle al paciente para un mes, se le da para 15 días, de manera de cubrir dos pacientes y no uno. “Es una buena estrategia para que la mayor cantidad de usuarios puedan acceder mientras se espera el resto de los fármacos. Pero tampoco se puede garantizar que a los 15 días el resto del medicamento esté disponible”, dijo.
Buen abastecimiento en bancos de sangre, pero preocupa vuelta de actividad
Otra de las etapas de la respuesta de ASSE es la vinculada al servicio anestésico-quirúrgico, asunto que se ha visto postergado. Este hecho, según dijo, no solo preocupa a los pacientes que están a la espera de intervenciones -de las que algunas antes no eran urgentes, pero actualmente sí-, sino que, además, preocupa pensando en la vuelta de la actividad, ya que podrían existir grandes demoras. “No solo en la cirugía en sí, sino en el acceso a los estudios y controles postoperatorios. Debemos tener un plan para abordar la situación”, advirtió.
De cara a esto, Pereyra indicó que Uruguay está muy bien en cuanto a bancos de sangre, con un buen servicio que abastece al país. Desde Usuarios han planteado que la situación no es crítica, pero cuando la actividad quirúrgica comience se debe tener la capacidad de responder con todo lo que implica, incluyendo los servicios de hemoterapia. Algunos usuarios han planteado a las direcciones ir generando actividades para que se pueda volver a las donaciones de sangre y evitar problemas a futuro.
“Poca información” sobre el CTI de Las Piedras
La entrevistada fue consultada acerca de la reciente instalación del CTI en la ciudad de Las Piedras, en cuanto a qué disponibilidad tiene el lugar y cuánto podría ayudar a la demanda actual. Al respecto señaló que no tiene elementos con los que pueda responder a esa pregunta, debido a que la información no pasó por el directorio. Aseguró que desconoce la calidad de los servicios que se brindarán, y que no tiene nada documentado, pero es información que “le interesa tener”.
“Las garantías que tenemos los usuarios son los controles del sistema del Ministerio de Salud Pública (MPS), pero no sé en qué estado se está. Es lógico que no se tienen los mismos criterios de controles en pandemia que sin pandemia, porque se debe actuar diferente y sin burocracia absoluta. Pero desconozco la cantidad de camas de CTI, el costo, la dotación que tendrá y las garantías”, señaló Pereyra.
Sostuvo que funcionarios le dijeron que son salas, pero los CTI deben estar armados de maneras que el personal pueda ver a los pacientes. “Este asunto lo plantee en el directorio como una preocupación. Además, los sociales tampoco nos enteramos de la inauguración”, informó Pereyra.
Agregó que de su parte la preocupación es que se tengan todas las garantías para que el CTI sea seguro para todos. “Quien cuida al paciente es el personal de salud, no hay acompañante, entonces el usuario está solo. Entiendo que el MSP pedirá algún informe sobre eso”.
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