¿Cómo y cuándo ingresó a la política?
Estoy vinculada a la política desde hace muchísimos años. Mis inicios fueron en filas del Partido Nacional por el año 2003, en la campaña para las elecciones de 2004. Como licenciada en Sociología y técnica en Comunicación Social, he participado desde entonces en los programas de gobierno, integrando el equipo de profesionales en el área social.
Cuando surgió el Movimiento Social Artiguista presidido por el Dr. Guillermo Domenech, me acerqué con la firme convicción de poder trabajar en un partido que presentó una nueva propuesta con la que me identifiqué y, con la idea de aportar a favor del país, comenzamos juntando las firmas para presentar en la Corte Electoral.
Desde ese momento, anterior a la aceptación de Cabildo Abierto como partido, pasé a la Jefatura de Prensa y Relaciones Públicas, lugar que ocupé por el resto de la campaña hasta las elecciones. Al mismo tiempo y en ocasión de formularse el programa de gobierno, como socióloga integré el equipo multidisciplinario que escribe sobre la agenda de derechos y de género de dicho programa.
¿Cómo recibió la propuesta para presidir el Inisa y qué cree que puede aportar, desde su experiencia, en el organismo?
Cuando recibí la propuesta me pareció un excelente desafío desde lo técnico. Yo he trabajado muchas veces en proyectos vinculados a ámbitos sociales, en su mayoría, de medios rurales, familias, jóvenes y mujeres productores de alimentos, entre otros. Fueron todos proyectos en los que había población con muchas necesidades, por lo cual se requería compromiso, responsabilidad y amor por la tarea. Inisa es, sin dudas, un lugar desde donde hay mucho por hacer y eso me motiva.
Considero que en el ejercicio de un cargo público se requiere siempre actuar en el marco del respeto y del diálogo, avanzando con la profesionalidad propia del lugar que se ocupa. Lo principal es ser enaltecido en valores e íntegro como ser humano. Eso es lo que la sociedad uruguaya reclama.
¿Qué lineamientos de gestión se planteó para llevar adelante en la institución?
Apuntamos fundamentalmente a que la impronta esté marcada por la austeridad, el profesionalismo, el orden y la transparencia. Entiendo que son parte fundamental para dar las garantías y el respaldo a la tarea de todos quienes integran Inisa y ello repercute directamente en la vida de los jóvenes.
Actualmente me encuentro en una intensa etapa de conocimiento del instituto, por un lado, con reuniones de trabajo con cada una de las áreas, haciendo con ellos una puesta a punto a partir de la presentación de informes de lo actuado hasta el momento. La idea es trabajar en equipo, así que les he transmitido enfáticamente que esa será la impronta como eje fundamental. Además, valoraremos el compromiso, la responsabilidad, la actitud positiva enfocada hacia los objetivos. Hemos recibido una muy buena disposición en ese sentido por parte de los funcionarios en general, lo cual es altamente positivo.
También es muy importante tener reuniones con organismos del Estado como el Ministerio del Interior, Ministerio de Economía, Servicio Civil, para agilizar el proyecto del reglamento del funcionario y así continuar profesionalizando el sistema. El mismo está pendiente de aprobación hace tiempo y estamos trabajando para agilizarlo. Inisa es un instituto nuevo que se separó hace relativamente poco de INAU, por lo cual tenemos otro objetivo que es seguir avanzando en ese proceso de separación y profesionalización.
¿Cuáles son los primeros pasos?
Hay algunos temas en los que nos estamos interiorizando y brindando soluciones rápidamente. Por ejemplo, la semana pasada nos enteramos de que desde el año 2016 no se realizaban inspecciones de certificaciones médicas. Debido a la situación generada días atrás y de público conocimiento, y entendiendo que es fundamental para el buen funcionamiento, implementamos ese dispositivo y en tres días pasamos de 230 a 169 certificaciones, por lo cual 61 funcionarios se reintegraron a trabajar, lo que fue muy positivo.
Estamos planificando a corto plazo visitar a los organismos de cooperación internacional que brindan apoyo y profundizar el vínculo con las embajadas. Es siempre un enorme respaldo y este año vamos a continuar con los existentes y generar nuevos. Estamos atravesando un momento muy especial y tenemos que maximizar esta política.
Con respecto al tema de las partidas salariales aprobadas por el ex directorio de Inisa y luego revocadas por el Poder Ejecutivo, vale aclarar que se resolvió en una sesión del 3 de abril en una instancia a la que asistí como simple espectadora ya que estaba iniciando el proceso de transición.
¿Qué problemas son los que más le preocupan en relación a los adolescentes en conflicto con la ley penal de nuestro país?
Lo que más me preocupa es que realmente se logre el objetivo de inserción social, que el sistema sea efectivo y que el adolescente en conflicto con la ley penal no reincida. Para ello considero que el pasaje por Inisa debe significar para los jóvenes un tiempo de concientización, responsabilización, convencimiento de desistir por completo de que la actividad delictiva sea una opción de vida. Que logren, sin embargo, vincularse socialmente como ciudadanos plenos en derechos y responsabilidades.
¿Cómo analiza el tema de la inseguridad, luego de 15 años de gobiernos frenteamplistas?
La falta de seguridad pública junto con la caída en los niveles de educación son sin duda los temas que más preocupan a la sociedad uruguaya. El deterioro en valores es muy notorio y nos llevará muchos años de recuperación. Los cambios culturales a veces llevan generaciones enteras. Existen señales contrarias al concepto de que el camino correcto para avanzar son el esfuerzo personal y la perseverancia, y esto ha hecho mella en ese sentido.
¿Hacen falta medidas de prevención más eficaces?
En mi opinión, la medida de prevención más efectiva es trabajar desde el Estado con las familias, la primera infancia, segunda infancia y adolescencia de contextos críticos, para evitar las situaciones de abandono, deserción escolar, abusos, vínculos con el narcotráfico, entornos violentos. Esto es así ya que luego, algunos de ellos, al llegar a la adolescencia y sin haber tenido referentes adultos positivos, carentes de buenos valores y hábitos, cometen infracciones.
La ley de urgencia propone duplicar penas para los adolescentes en conflicto con la ley penal que cometan delitos gravísimos. La expresidenta del Inisa, Gabriela Fulco, advirtió que si eso sucede, aumentarán los suicidios, la conflictividad en el sistema y los intentos de fuga, según consignó Todo Pasa (Océano FM). Agregó que el sistema colapsaría por la carencia de capacidad locativa y presupuestal. ¿Qué opinión le merece?
La cifra de adolescentes que atiende Inisa actualmente es de 341, que comparativamente con los adultos, es notoriamente inferior (cerca de 12.000). Muy a corto plazo esas cifras podrían aumentar significativamente, primero por las nuevas políticas de seguridad y luego por la crisis económica y social que se avecina a causa de la pandemia, que claramente repercutirá directamente.
Los artículos planteados en la ley de urgente consideración duplicarían esta cifra, ya que el mínimo de pena pasaría de unos 12 meses -así dice la ley- a dos años, entre otros cambios. Si esto sucede, se hará un cuello de botella que necesitará ajustar al alza el presupuesto para funcionamiento, infraestructura, capacidad locativa y de alimentación, siempre que se pretenda respetar las reglamentaciones nacionales e internacionales que proponen un sistema penal adolescente diferenciado al de los adultos y adecuado a la población referida, garantizando los derechos, los cometidos y facultades que deben ser cumplidos.