Desde que se instaló la discusión por la Reforma de la Seguridad Social, la situación de las diferentes cajas paraestatales (bancaria, profesionales, servicio de retiros y pensiones militares) pasó a estar en medio de la polémica. Las amenazas de cierre, la falta de recursos a futuro son algunos de los inconvenientes que se presentan generando incertidumbre en los asociados.
Dra. Alessandra Rodriguez (profesionales independientes)
La Dra. Alessandra Rodriguez es médica odontóloga e integrante de un movimiento que nuclea a más de 2000 profesionales que buscan respuestas en relación a la situación de la Caja de Profesionales. En diálogo con La Mañana, la profesional expresó:
¿Cómo se inició el movimiento?
Somos un colectivo que comenzó en el año pasado con seis profesionales cuando descubrimos diversas falencias en la caja. Estudiamos la situación porque somos aportantes como cualquier trabajador y no imaginamos que esto estaba sucediendo. Nos llegaban informes de las propiedades que poseía la caja. Cuando comenzó a circular alguna propuesta de cambio de la ley de la caja en donde se proponía un aumento de aportes e impuestos a jubilados entendimos que era necesario hacer algo al respecto porque se empezó a hablar entre otras cosas los salarios de los jerarcas que en muchos casos era superior a los del presidente de la República. Se llegó a 90 000 personas en declaración de no ejercicio, además de las personas con deudas. A partir de esta situación se formó un movimiento para sobrellevar esta situación. Nosotros estamos precisando un sistema solidario, una asistencia financiera ya que somos la única caja que no la ha tenido. Pensamos que esta situación nos llega profundamente y en parte hay responsabilidad del Estado que ha impactado a través de sus decisiones en la situación que se está viviendo.
Por lo visto, esto tiene un principio y final. ¿Dónde van a parar todos los aportantes, pensionistas y jubilados de la Caja de Profesionales?
Es la preocupación de todo el colectivo. Somos 170 000 afiliados de los cuales 90 000 han declarado el no ejercicio. La caja surge porque muchas personas no aportan al BPS salvo algún vínculo con cajas privadas, por eso la única forma de tener la jubilación era a través de la caja. Hoy en día se trabaja en dependencia en la mayoría de los casos, muchos de ellos están en categorías bajas de aportes lo cual no basta. Hay que estructurar la caja, necesitamos la asistencia financiera. Los cambios que existieron no ayudaron a actualizar la situación. Esto se suma a la reforma general que se votó. Si ya teníamos problemas, con esta ley se eliminan parte de los ingresos que nos llegaban, estamos en una situación más crítica que anteriormente. Se perdió cualquier tipo de atractivo por beneficiar a las AFAP.
¿Se termina apostando en muchos casos a las entidades privadas (AFAP) con los riesgos que esto implica?
Exactamente, nosotros decimos que la reforma se debía hacer, pero de manera cuidadosa porque no solo los profesionales sino también la población dependemos de las AFAP además de nuestras cajas. Estas instituciones hacen cálculos en donde quien termina perdiendo es el trabajador. Cómo puede ser que una fórmula que no funciona se aplique nuevamente. Nosotros tenemos incertidumbre porque no sabemos qué va a pasar. Sabemos que a los jubilados no les compete esta situación, pero a los nuestros sí porque había una ley exprés que los ampara. Muchos retirados tienen solo este ingreso, que es similar a la del BPS en referencia al cálculo, por eso agregar un nuevo impuesto no sería de recibo. No podemos apuntar a los retirados sino a los activos, debemos aumentar los timbres y aportes además de algunas actividades. Debemos integrar profesiones que están en el ámbito profesional pero no están amparados por esta caja, terminan pagando impuestos que no tienen vínculo con el negocio. Ese tipo de cosas habría que ver. Otro tema son los timbres que no fueron integrados al cálculo respecto a los salarios cosa que habría que estudiarlo.
Pablo Andrade (AEBU): “El sindicato enfrenta dos situaciones paralelas”
En respuesta a las consultas realizadas por medios de prensa al respecto de la reforma jubilatoria y la situación de la Caja Bancaria, Andrade declaró que el sindicato enfrenta “dos situaciones paralelas” —la de la reforma en general y el futuro de Caja Bancaria— unidas por un problema común que consiste en la regresividad de la política impulsada por el Gobierno.
“Somos muy críticos de esa reforma. Consideramos que es regresiva porque está provocando un aumento de la edad jubilatoria sin medir sus consecuencias en el mercado de trabajo. Todo lo que hablamos del cambio tecnológico no está medido en términos de cómo cambian los futuros puestos de trabajo”, dijo y cuestionó: “¿Cuánto empleo de verdad vamos a generar? ¿Podemos seguir aumentando la edad jubilatoria sin crear desempleo en las edades mayores y sin generarlo tampoco en las edades más jóvenes? Si seguimos estirando la permanencia en actividad de los trabajadores, por ejemplo, en la administración pública, donde hay miles que continúan hasta los 65 años porque el Estado preserva sus puestos de trabajo, ¿cuál va a ser el impacto sobre la recuperación del empleo en el país?”.
En opinión de Andrade estamos ante “una realidad objetiva: la productividad en el sector industrial y en los servicios se ha multiplicado sin generar más horas de trabajo”. “Hace diez, doce, quince años y más, la forestación presentaba una alta demanda de empleo de baja calidad. Concurrían a los montes trabajadores del más bajo nivel económico. Hoy todo eso está tecnificado y las cuadrillas de los montes casi han desaparecido. Lo mismo ocurre en los servicios financieros y en el comercio, donde se generan empleos, pero de menor calidad. Se sustituyen empleos que antes tenían una calidad media por una mucho más baja. No es lo mismo ser un vendedor en un comercio que ser despachador en un pick-up, adonde la gente solamente va a buscar la compra. Acá había comisiones por ventas que ahora desaparecen, es decir que uno puede decir ‘mantengo la cantidad de puestos de trabajo’ pero estos son de menor calidad y menores ingresos. No se puede seguir apostando a que la seguridad social se sostenga sobre la base del aporte por puestos de trabajo”, sino que las empresas deben aportar a la seguridad social de acuerdo con el flujo de sus negocios que se ven aumentados por el aumento continuo de la productividad por sustitución de mano de obra. Esta es precisamente la llave de una nueva forma de encarar la seguridad social que inauguró Caja Bancaria en 2008 con la Prestación Complementaria Patronal (PCP). Una solución que tanto AEBU como el PIT-CNT impulsan para compensar los efectos de los cambios tecnológicos.
Por último, AEBU estima que puede haber afectaciones de las reservas para pagar las pasividades de la Caja Bancaria de este año.
Daniel Graffigna (vicepresidente de BPS): “Los gobernantes no tenemos que esperar que las cosas sucedan para actuar”
En el marco de una recorrida por los departamentos de Tacuarembó y Rivera, La Mañana entrevistó al Vicepresidente del Banco de Previsión Social, Daniel Graffigna.
¿Qué opina de la situación del BPS?
El BPS tiene enormes fortalezas, aunque presentando algunas debilidades, pero defiendo la organización que tiene y de ninguna manera apostamos al sector privado.
¿Cuál es su postura frente a los anuncios que se realizan vinculados, por ejemplo, a la Caja de Profesionales y la Caja Bancaria?
Cuando se me pidió mi opinión antes de que se votará la Ley, manifesté en reiteradas ocasiones que los gobernantes no tenemos que esperar que las cosas sucedan para actuar sobre lo que está ocurriendo con las cajas que se mencionan. No se puede actuar sobre el hecho consumado. No es el caso del BPS, pero sí es la responsabilidad de tomar las decisiones convenientes para asegurar el futuro.
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