Es el diputado más joven de esta Legislatura, pero no vacila a la hora de afrontar mayores desafíos en su vida. Con apenas 30 años, es debutante absoluto como parlamentario, como candidato a Intendente por Maldonado y, desde hace poco, como papá de Lorenzo. En entrevista con La Mañana, Cal habló de la importancia de la educación y de la creación de trabajo, como horizontes de su proyección política.
Hace pocos días terminó un intenso debate de la ley de urgente consideración en Diputados. En el capítulo de educación participaste especialmente del debate en el plenario. ¿Cuál fue el planteo?
El día anterior había presentado un pedido informes por un tema vinculado a la educación. Consideré que en el capítulo de educación necesitaba hacer una pequeña intervención debido a que sin duda de todos los capítulos de la LUC el que más me interesaba era precisamente ese. Soy un enamorado de la educación. He conocido de cerca las maravillas que puede hacer en un ser humano, de cómo puede sacarlo de la miseria y transformar una vida.
Mencioné la importancia de que nuestro sistema educativo genere mentes libres, analíticas e independientes, con capacidades técnicas. Aquí en la ley se apunta a una reconversión del sistema educativo que va a ser fundamental para para formar ciudadanos de bien.
Es verdad que el capítulo de educación generó un especial debate y un movimiento importante de parte de muchos docentes, no de la mayoría, pero sí de muchos docentes que se manifestaban en contra. Y la oposición digamos que fue su voz en el Parlamento.
Precisamente vinculado a lo último estuvo referido su pedido de informes…
Primero circuló la noticia del uso por parte de algunos docentes de tapabocas que decían “no LUCrar” y demás. Eso nos alertó. Pero mi pedido de informes apuntaba a una denuncia que recibí de los estudiantes de un liceo de Punta del Este que en horario de clases les habían entregado un panfleto haciendo proselitismo contra la ley, que no corresponde hacerlo en un centro de estudio.
Los docentes tienen todo el derecho del mundo a manifestarse fuera del instituto de educación y fuera del horario de clase, pero no así. Lo deja muy claro en el Estatuto Docente que señala que está terminantemente prohibido hacer cualquier tipo de proselitismo en el centro de estudio. Me sorprende realmente el riesgo al que se someten algunos docentes, porque en el mismo artículo, en el mismo literal, deja muy claro que es un causal de destitución.
No fue la primera vez que mencionaste el tema de la laicidad en la educación. También en otra intervención en la Cámara, en la media hora previa, hiciste referencia al caso de un texto escolar y eso generó una repercusión mediática muy grande. ¿Cómo viste esa repercusión?
Mucha gente reaccionó negativamente aduciendo que yo no había entendido una viñeta escolar, porque se trataba de una ironía. Claro, con 30 años perfectamente tengo la capacidad de entender la ironía pero mi preocupación es si una niña de 9 años tienen esa capacidad.
Es un tema que no lo di por concluido. Incluso lo hablé con el ministro de Educación y Cultura y realmente salí muy conforme de esa reunión, donde el ministro me aseguró que se iba a crear una comisión para estudiar el contenido de todos estos textos.
Con el ministro también hablamos de muchos casos, como la tergiversación de hechos históricos de la historia reciente. Le pude manifestar esa preocupación al ministro. Los libros son públicos, cualquier persona los puede adquirir y corroborar lo que yo estoy diciendo. Es más, recibí muchas comunicaciones de padres que me reconocían que no se habían fijado en lo que su hijo estudiaba de los libros de historia.
Por otro lado, soy una persona abierta a escuchar, aun a personas con pensamientos muy diferentes. Recibí a profesores con los que tuvimos algún intercambio a través del Twitter y después los invité a que vinieran a mi despacho y charlamos con ellos.
¿Qué opinión tiene de la educación pública?
Bueno, yo soy hijo de la educación pública. Nací acá en Montevideo y fui a la escuela número 56 en el Cerrito de la Victoria donde hice de segundo a sexto. También hice la UTU de Maldonado y Arroyo Seco. Recuerdo especialmente el respeto hacia los profesores, las normas de vestimenta. ¡Apenas catorce años atrás, íbamos de camisa y corbata! Había un director que era Carlos Vaz que nos había enseñado que cuando entra un profesor había que pararse. Parece algo que no es importante, pero sucede que el respeto y la autoridad en el aula se han ido perdiendo.
Por otro lado, sin que el país haya crecido demográficamente, los centros de estudio privados se vienen multiplicando como arroz. Antes no teníamos tantos colegios privados como hoy. Y eso va de la mano, creo yo, con el decaimiento que ha tenido la educación pública.
Siguiendo en la temática de la enseñanza, ¿cuál fue tu formación?
Estuve en Talleres Don Bosco, donde me formé como mecánico industrial. Pasado ese período, empecé a trabajar y tiempo después comencé mi formación como piloto comercial de avión y piloto privado y tengo un pequeño emprendimiento metalúrgico. Siempre fui muy independiente, desde muy joven.
¿Cómo surgió el amor por la aeronáutica?
Me crié en el Cerrito de la Victoria donde teníamos muy cerca el Museo Aeronáutico en esa época y me fascinaba. Era pasar por ahí y mi cabeza siempre estuvo mirando al cielo. Cuando tuve la oportunidad de empezar con veintipocos años lo comencé como un hobby al principio y después me seguí enganchando y seguí subiendo escalones hasta llegar a un nivel profesional.
¿Y cómo se dio tu vínculo con la política? ¿Habías militado antes en algún otro partido?
Nunca. También me preguntan si tengo familiares militares, pero tampoco (risas).
¿Qué fue lo que despertó tu interés en Cabildo Abierto?
Yo sabía desde fines de 2018 sobre el nacimiento del partido porque se estaban recolectando firmas en Maldonado. Un amigo estaba en eso. También venía haciendo desde tiempo atrás un seguimiento de la figura de Guido Manini Ríos. Cuando lo escuchaba hablar de los ni-ni, sobre educación, cuando lo escuchaba defender a su tropa, a los más desprotegidos en el ejército.
Un día mandé unos insumos sobre robótica y educación a la gente del partido. Ahí es que me invitan a una reunión en el fondo de la casa de un amigo donde se estaba comenzando a formar una agrupación. Pasada la etapa de las internas, cuatro o cinco agrupaciones deciden apoyar mi candidatura, cosa que para mí fue una sorpresa, pero seguí adelante.
Sos un legislador muy joven.
Sí, entré con 29 años a la Cámara, ahora ya cumplí los 30. Pero diría que la bancada de Cabildo Abierto destaca por su juventud.
Una de mis prioridades es tratar de acercar jóvenes a la política. Es muy importante que la juventud se empodere en temas políticos. Por ejemplo, a mí el tema medioambiental no me lo tienen que meter a la fuerza, ya lo tengo en mi forma de ser, hasta por un tema generacional. Yo veo que hay legisladores que les cuesta el tema medioambiental justamente por un tema generacional. Es muy importante tener gente con conciencia ambiental, es necesario.
Estoy viendo los 20 puntos de tu propuesta para la Intendencia de Maldonado. ¿Cuáles son los énfasis de tu candidatura?
La candidatura a la Intendencia es el desafío más grande que he tenido en mi corta carrera política. Desarrollamos un plan de gobierno muy similar al que se hizo a nivel nacional. ¿Por qué digo muy similar? Porque fue escuchando a la gente. Yo me acuerdo el año pasado, cuando recién comenzamos a hacer los primeros cabildos hasta el último, cada recomendación que recibía de las personas quedaba plasmado en papel y lo enviaba para la gente que estaba trabajando en la coordinación del plan de gobierno. Esto fue lo mismo.
Para mí hay dos temas fundamentales: la reconversión laboral del departamento de Maldonado y volver a tener producción en el departamento que no dependa tanto de las economías vecinas, como en el caso del turismo y la construcción.
Mucha gente me decía ¡lo que vos estás hablando no vende porque acá vivimos del turismo y vivimos de la construcción! Lamentablemente hoy estamos pasando uno de los peores momentos de la historia en el departamento de Maldonado. Sin duda alguna es el departamento más golpeado con todo este tema de la emergencia sanitaria.
¿Cómo se sale adelante?
Creo que hay que apostar al cooperativismo productivo agrario. Ya se ha hecho en otros países y ha funcionado. La idea es que se le pueda asignar un predio con una casa y con una producción prácticamente lista para comenzar a cosechar a una familia y que ésta la tenga que mantener. Y por qué no, en algunos años poder ser propietario de la tierra y de la vivienda. La idea es que puedan tener una infraestructura compartida y hemos tenido ya reuniones con la gente de Mevir, con Colonización y con el intendente de Maldonado.
Esta semana tengo reunión con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y nos parece que de pronto el Instituto de la Granja, que se creó a través de la ley de urgente consideración, puede ser el instrumento para sacarlo adelante.
Hablando de trabajo, presentantes un proyecto de ley para regular personería jurídica de sindicatos. ¿De qué se trata?
Es un proyecto que está muy lejos de querer atacar al Pit-Cnt. Por el contrario, la idea es facilitar la adquisición de personería jurídica como su propio estatuto lo estableció hace años. Además, no es solamente para las organizaciones de trabajadores. En el artículo primero de este proyecto de ley, deja muy claro que se habla de asociaciones de trabajadores y también de empleadores.
Dijeron desde algunos sectores del Frente Amplio que era un proyecto calcado de la dictadura, de un tal Bolentini. No tengo ni idea quién es, tuve que buscar en Internet porque nunca lo había escuchado nombrar. Pero sí es verdad que tomé cosas del proyecto que el año pasado presentó el presidente Tabaré Vázquez junto con el ministro Murro, así fue.
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