El senador y líder de Cabildo Abierto recibió al presidente de la ANPL como parte de la agenda de entrevistas que tiene con los sectores más afectados por la situación que se está viviendo.
En la tarde de ayer el senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) recibió en su despacho al productor y presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) Walter Frisch.
La reunión se extendió por más de una hora, y luego de la misma ambos participantes expresaron a La Mañana el motivo de la misma.
Frisch dijo que la reunión se gestó a raíz “de una llamada por parte de la secretaría del legislador ya que éste quería tener una reunión con nosotros sobre la actualidad del sector lechero”.
En el encuentro “le comentamos que el sector acarrea dificultades desde hace más de 5 años”, muchos de ellas conocidos por Manini ya que hemos mantenido alguna reunión en otra oportunidad. “En estos años no tuvimos ningún adelanto en absoluto” y aún ahora “seguimos perdiendo productores y eso no ha cambiado para nada, salvo las mejoras que han llegado a través del mercado internacional”, dijo.
Sobre este punto comentó que las subas de Fonterra son algo “muy bueno” e implica una mejora, “pero no así los costos” que tiene producir leche en Uruguay.
Consultado si hubo por parte de la ANPL algún planteamiento, Frisch dijo que no, pero subrayó la necesidad e importancia de que “mejoremos el margen del negocio” ya que así “el crecimiento sería mucho más exponencial y se revitalizarían muchas zonas en las que hoy tenemos fábricas cerradas, ya sea en el oeste, norte o litoral norte”.
Manini tiene una amplia agenda de reuniones con micro, pequeñas y medianas empresas
El senador Manini por su parte explicó que recibió al presidente de la ANPL “en el marco de la recorrida que Cabildo Abierto está haciendo sobre la realidad de todos los sectores, especialmente aquellos que son los más afectados por la situación que se está viviendo”.
A modo de ejemplo dijo que la semana pasada visitó Cambadú y que hoy recibió la visita de los productores de leche, también adelantó que tiene en agenda mantener reuniones con otras gremiales y otros actores de diferentes rubros y tipos de actividad, y mencionó la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).
“Nuestra idea es ponernos dentro de la problemática que se vive hoy para conocer qué es lo que realmente necesita cada sector para sobrevivir a la crisis”, señaló.
“Tenemos que oxigenar a las empresas de menor porte, posibilitarle la sobrevivencia en esta situación. Hemos visto números alarmantes de miles de empresas perdidas en 2020 y no queremos que se siga por ese camino porque estamos hablando del sector que más trabajo genera”, enfatizó.
Manini explicó que Uruguay “ha dado su apoyo a los más marginados, y creemos que hay que seguir apoyándolos; también ha habido apoyo a las grandes empresas y el caso emblemático es UPM a la cual se le ha hecho mil concesiones. Pero hay todo un sector que está en el medio que son la micro, pequeña y mediana empresa que necesitan atención y no la han tenido”.
Valoró que las pequeñas empresas tuvieron sí “cierta flexibilidad en los pagos de las obligaciones fiscales, o ciertos créditos más o menos blandos, pero no ha habido ningún tipo de ayuda económica precisa” y la consecuencia es el cierre.
Para que esas empresas dejen de cerrar las soluciones hay que “enfocarlas desde los ángulos laboral, fiscal y financiero. Son tres áreas en las que hay que trabajar sin rigideces porque lo grandes pueden afrontar situaciones que los chicos no”.
El objetivo “urgente” delineado por Manini es “revertir el proceso de pérdidas de pequeñas empresas, porque luego de que se baja la cortina pasa de ser un aportante a un dependiente del Estado”.
Las políticas astoristas no contemplaron al sector lechero
En ese contexto la lechería implica más de 30.000 puestos de trabajo con 2.250 productores, unos mil queseros más muchos informales que no están incluidos en estos números. “No hay dudas sobre la importancia que tiene a pesar de haber sido tan castigado por las políticas astoristas que no lo contemplaron y se fue generando un proceso de abandono de la actividad”, lamentó.
Para el tambo vale “el concepto de (José) Mujica que decía que ‘en este país es más fácil formar un profesional que un peón de campo’, yo diría que es más fácil formar un profesional que un tambero, porque tambero se nace, es una forma de vida y una vez que abandona la actividad ya no vuelve”.
Además “hay muchos tambos que son empresas familiares, y cuando la familia deja de producir se va a la ciudad, a veces a ocupar un lugar en el cinturón de pobreza”, en un proceso que implica “dejar de ser productor de alimentos para vivir en la desazón y sin esperanzas”, concluyó.
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