El representante colorado Felipe Schipani considera que el candidato Andrés Ojeda podrá pasar a una segunda vuelta en la elección de este domingo. Por otra parte, para el legislador, en caso de ganar el Frente Amplio, el propuesto ministro de Economía, Gabriel Oddone, va a durar en el cargo seis meses.
¿Cómo se prepara el Partido Colorado para estos últimos días hacia las elecciones?
Estamos muy entusiasmados. Advertimos en la calle y en las recorridas que venimos creciendo. Eso es un dato de la realidad. Con posterioridad a la elección interna, el Partido Colorado no ha parado de crecer en todas las encuestas y alguna nos ubica a un punto del balotaje y a tres puntos en una competición de segunda vuelta contra Yamandú Orsi. Por tanto, estamos confiados en que podemos estar en la definición y convencidos que tenemos la mejor fórmula y al mejor candidato para ganarle el Frente Amplio en noviembre.
El próximo domingo se elige el Parlamento. ¿Qué podría pasar en caso de que ninguno de los dos grandes bloques esté llegando a una mayoría?
En principio hay que ver cómo se configura, o sea si la mayoría depende de algunos de los partidos que no están alineados a ninguno de los bloques. Pero no hay duda de que la mayoría parlamentaria, si la coalición o el Frente Amplio la obtiene, es una carta muy importante para la segunda vuelta porque de alguna manera está asegurando la gobernabilidad. Y si ninguno de los bloques la tiene, habría que conversar y acordar con los partidos que accedan al Parlamento.
¿Eso significaría agregar a la coalición otros partidos?
Creo que esa alternativa está arriba de la mesa. Viendo cómo se configura el Parlamento se puede acordar con otros partidos que hoy no configuran la coalición.
En lo que son sus recorridas por el interior y Montevideo, ¿cuáles son los principales temas que se están planteando en la actualidad?
La seguridad no hay duda de que es una preocupación importante de la ciudadanía, pese a que este gobierno ha avanzado mucho con relación a la situación catastrófica que encontró en esa materia. Han venido bajando todos los delitos, pero la gente sigue expresando preocupación por este asunto. Creo que hay que mejorar, trabajar articuladamente. Ya el gobierno ha actuado, por ejemplo, cuando convocó a esa mesa interpartidaria para hablar de políticas preventivas. Hay una hoja de ruta que está en marcha, pero no cabe duda de que hay que mejorar aún más.
Otra preocupación que vemos es el plebiscito de la seguridad social. Hay mucha gente preocupada porque la propuesta planteada por el Pit-Cnt y parte del Frente Amplio confisca ahorros de años de muchísimos trabajadores. Además, le va a generar al país un fenomenal agujero financiero que puede comprometer incluso las jubilaciones de las futuras generaciones y la economía general del país. Otro tema que siempre está es el educativo en donde se ha hecho un esfuerzo en este gobierno que no se había realizado en los últimos 15 años. Se ha avanzado en la transformación de la educación. Otro tema es el empleo en donde ha habido también un avance significativo. Estamos en niveles récord de empleo, de cotizantes de la seguridad social, de formalidad y aumento del salario real. En ese sentido después de la pandemia ha habido una situación muy favorable para los trabajadores. En general uno no advierte, como si ocurría en el año 2019, una avidez por el cambio, no existe tal avidez. La ciudadanía no está preocupada por la necesidad de un cambio de rumbo y eso creo va a ser lo que vuelque la elección a favor de la coalición.
En educación, donde el Partido Colorado ha hecho hincapié, ¿qué piensa que puede pasar si gana el Frente Amplio?
En materia de educación, un gobierno frenteamplista sería un retroceso brutal. Volveríamos a una situación muy similar a la del año 2005, cuando el Frente Amplio llegó y desmanteló la reforma educativa de Germán Rama. Con los años reconocieron que fue un error y ponderaron lo que había hecho Rama. Pero, además, lo que claramente va a ocurrir es que los sindicatos van a volver a gobernar la educación del país, sumiendo a este proceso de transformación que se ha iniciado, en una situación muy compleja. En el programa del Frente Amplio se plantea convocar a un Congreso de Educación con resultancias vinculantes. Y al Congreso de Educación van básicamente los sindicatos. Lo que haya en materia educativa en el próximo gobierno va a estar determinado por lo que resuelva un Congreso de Educación dominado por los sindicatos. Esto sería un retroceso porque no existen en el Uruguay sector más conservador que los sindicatos de la enseñanza.
Por lo tanto, creo que para Uruguay sería terrible, porque la educación es un tema número uno a nuestro entender, ya que es donde nos jugamos el desarrollo del país. Si no tenemos la gente formada no vamos a ser nunca un país que puede tender hacia el desarrollo. Se dejaría de lado lo que se ha avanzado en este periodo, fundamentalmente el cambio de paradigma de ir haciendo una educación por competencias, de cambiar los planes, adoptando los sistemas de los países que tienen los mejores sistemas educativos del mundo y en la ampliación del tiempo pedagógico con los centros María Espínola. Todo eso iría en retroceso y los sindicatos volverían a mandar, como ocurrió lamentablemente durante los 15 años de gobierno del Frente, donde nada pudieron hacer jerarcas, como el propio Mujica o Tabaré Vázquez.
En su visión, ¿cómo está incidiendo la falta de educación en determinadas generaciones con los índices de violencia?
No hay duda de que la sociedad cada día está más violenta. Y los centros de educación son de alguna manera receptivos de la realidad social. A veces cuando vemos los problemas que se generan en escuelas o liceos, eso responde a una realidad que se vive en los barrios, producto de diferentes factores, como ser el despliegue que tiene el narcotráfico y los estragos que está haciendo en muchísimos jóvenes. Esa situación supone un abordaje integral. La educación es un actor relevante, pero obviamente no todo lo soluciona la educación. La contención familiar es también muy importante, al igual que la seguridad preventiva y combatir, como lo ha hecho este gobierno, al narcotráfico. Estamos viviendo un tiempo violento y no es un fenómeno del Uruguay, es un fenómeno del mundo. Han cambiado los hábitos a través de los cuales los jóvenes se forman y están en una sociedad en donde reciben muchísima más violencia de la que quizás recibíamos nosotros.
En referencia al gobierno actual que está culminando, ¿cuáles son los debes y en que se debería profundizar en los próximos cinco años?
La seguridad es un debe. Creo que se ha hecho una buena gestión, pero es necesario seguir avanzando porque hay mucha gente que sigue sintiéndose insegura. Ahí hay claramente un debe muy importante y diría que el principal. Después hay que recordar que tuvimos una situación absolutamente excepcional, la pandemia, que nos paralizó por dos años. Aun así, el gobierno ha llevado adelante transformaciones profundas que no se hacían en el país desde hacía décadas. Por ejemplo, la transformación educativa, que se habló durante 15 años durante los gobiernos del Frente y nunca se encaró. También la reforma de la seguridad social, planteada desde hace décadas y siempre se tiraba la pelota para el costado.
Se hicieron cambios estructurales para el país, como todo lo que tiene que ver con la obra pública. Basta recorrer Uruguay. Nosotros lo hemos hecho en el marco de esta campaña y hay que ver la cantidad de kilómetros de rutas nuevas, rotondas, puentes y señalización. O sea, la infraestructura vial de Uruguay es otra. Y existen otros puntos importantes, como el proyecto Arazatí, que le va a permitir a la zona metropolitana tener otra fuente de agua y no depender únicamente del río Santa Lucía. Recordemos que nos quedamos sin agua a causa de una sequía. Ha habido cambios relevantes en el marco de una pandemia, una sequía y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
¿Qué es lo puede llegar a pasar, en su consideración, si gana el Frente Amplio?
Primero vamos a trabajar para que no gane. Si lo hace sería un fenomenal retroceso para el país en todos los planos. Claramente, vamos nuevamente a un gobierno en disputa, como tuvimos en el gobierno de Mujica. En el Frente Amplio hay posiciones que son irreconciliables. Por ejemplo, Gabriel Oddone que sería el ministro de Economía de Orsi, es un economista liberal o sea que no tiene nada de marxista. Me imagino que va a durar en el ministerio hasta que presente el presupuesto, o sea no más de seis meses. Porque cuando venga el presupuesto al Parlamento, desde el Partido Comunista y otros sectores radicales van a exigir determinados gastos manifestando poco interés por los equilibrios fiscales. O sea que ahí van a comenzar los problemas.
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