El anuncio de un acuerdo entre Cabildo Abierto y el presidente de la República en dos puntos que el senador Guido Manini Ríos había considerado, desde un inicio, esenciales para mejorar el proyecto de ley presentado por el Dr. Saldain, podría significar dar el paso decisivo para que se apruebe esta reforma. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, un sector del Partido Colorado ha puesto cierta reticencia a estas modificaciones, las cuales continúan bajo estudio.
Siguiendo la línea de los acontecimientos, podemos decir que de aquellos siete puntos que le fueron presentados al Poder Ejecutivo por Guido Manini Ríos antes de las vacaciones de Semana Santa, cuando se votó la prórroga de la votación de la reforma de la Seguridad Social en Cámara de Diputados, el presidente Luis Lacalle Pou terminó accediendo a aprobar dos de ellos, que son, en definitiva, los que Cabildo valora como los más importantes. Es fundamental tener en cuenta que ambas modificaciones repercutirán positivamente en beneficio de la ciudadanía, y ha sido justamente ese argumento el que el presidente consideró al momento de acceder a introducir estas sugerencias.
Los dos puntos que el Partido Nacional aceptó de Cabildo Abierto son: el que refiere a la cantidad de años a tomar en cuenta para el cálculo jubilatorio que de 25 pasa a 20, y el desglose de la sección que trata acerca de las inversiones de las AFAP fuera del país.
Sobre el tema de los años a tomar en cuenta para el cálculo jubilatorio, en la mañana del lunes en el programa Desayunos Informales, el senador Guido Manini Ríos sostuvo: “Durante la semana tuvimos conversaciones con el presidente de la República, varias, al final dijimos, si es más de 20 años, Cabildo no lo va a votar. Y al final en el fin de semana salió el humo blanco, o el humo multicolor, como se le quiera llamar. Y una vez presentados los nuevos números con los equipos se llegó a la conclusión de que en realidad se podía seguir atendiendo todos los aspectos de ley”. Sobre este tema hay que decir que fue de vital importancia hallar acuerdo. Este punto no se podía votar por separado, pues formaba parte de la estructura integral del proyecto de ley presentado por el Dr. Saldain, por lo que, en caso de no haber consenso, todo el proyecto de ley habría podido naufragar en su totalidad.
Pero, en definitiva, tal como lo expresó por su parte el senador Guillermo Domenech para el diario El País del día 10, lo importante era hacer aportes para mejorar la ley. Por ello el senador Manini recalcó: “Es importante tener en cuenta que no estamos hablando de números abstractos, entre 25 y 20 años hay una diferencia grande. Por ejemplo, un maestro ingresa con un sueldo nominal de 44.000 pesos cuando se esté por jubilar probablemente ya esté en la categoría 7, ese sueldo nominal es más del doble, son 89.000 pesos hoy. Si se le promedian 25 años para atrás, no es lo mismo que si se le promedian 20 años para atrás. Es decir, hay diferencia en todo ese tipo de actividades que son escalonadas y que indudablemente esto afecta”. (Desayunos Informales, 10-4-23).
En ese sentido, ambos legisladores se mostraron satisfechos con los avances alcanzados, ya que esta modificación beneficiará a gran parte a los trabajadores, desde profesionales hasta maestros, profesores, policías, militares, etc. Y al mismo tiempo, dejaron entrever que al modificar la ley también es posible defenderla mejor frente a un posible Referéndum. Además, si en algo coinciden los líderes cabildantes es que a la aprobación de esta ley se le va a dar un uso político. Por ello, desde CA entienden que al mejorar la ley también se le hace un blindaje.
Por otro lado, más allá de la polémica que se instaló dentro de la coalición de gobierno por la postura del Cabildo en este proceso, merecen ser rescatadas las palabras de Adrián Peña en la entrevista de El País del domingo que testimonian algo que seguramente muchos de nuestros parlamentarios deben pensar y pocos se atreven a decir acerca del funcionamiento de la actividad legislativa: “En algún punto entiendo a Manini. Muchas veces los proyectos de ley, las decisiones nos llegan demasiado elaboradas, muy avanzadas, en un punto de no retorno. Cuando eso pasa, nos vemos un poco embretados, porque no acompañar determinada propuesta puede ser leído como conspirar contra la coalición, cuando en realidad la responsabilidad es de quien lidera”.
Por ello, no estaría mal pensar que lo que ha hecho Cabildo en estas últimas semanas en este tema tan sensible para nuestra ciudadanía ha sido discutir el tema en un nivel enriquecedor, no sólo para la coalición, sino también para nuestra democracia. Porque, en el fondo, estos acuerdos que se han alcanzado tienen como foco seguir mejorando la calidad de vida de la ciudadanía, algo que toda la clase política desea.
Sin embargo, desde el Partido Colorado surgieron nuevamente dudas y escollos frente a las modificaciones propuestas por CA que fueron aprobadas, vale nuevamente decir, por el presidente y su equipo. El coordinador de la bancada del Partido Colorado, Conrado Rodríguez, expresó que no entienden el porqué de los cambios, manifestando que ahora es necesario hacer todos los cálculos nuevamente para saber si el sistema es “sostenible” (El País 10-4-23). Por otra parte, Adrián Peña, con las mejores intenciones, se refirió al tema de las inversiones de las AFAP en el exterior, argumentando que estas inversiones podrían tener mayor rentabilidad y hasta menos riesgo que en Uruguay.
Sobre las inversiones en el exterior de las AFAP
En primer lugar, hay que decir que el tema de las AFAP tomó al sistema político desprevenido y daría la impresión de que, hasta poco preparado, porque al momento de justificarlo se utilizaron varios argumentos, algunos de los cuales van en contradicción con lo que hemos expresado en este medio en innumerables ocasiones.
Kenneth Coates publicó en nuestro número anterior un artículo donde explica claramente el tema de las inversiones de las AFAP. La tesis que plantea Coates es: “Si el nivel de ahorro interno tradicionalmente ha sido un factor limitante de la inversión doméstica del país, ahora que finalmente se está corrigiendo esa restricción, ¿tiene sentido exportar estos ahorros?”. Y responde a su propia pregunta: “Quizás fuera mejor buscar nuevas formas de darle participación al sector privado en los megaproyectos de infraestructura que tanta falta le hacen al país; áreas como el riego, el tránsito en masa, erradicación de asentamientos, para mencionar solo algunas posibilidades. Seguramente habría oportunidades de financiamiento por parte de las AFAP”.
Por ello, al mentar la ecuación Riesgo/Retorno debemos ser extremadamente cuidadosos para no engañar a la ciudadanía con espejitos de colores, porque cualquier persona que tenga mínimos conocimientos de historia económica sabe que sólo cuando el riesgo sube, suben también las posibilidades de obtener jugosas ganancias. Ahora bien, utilizar el ahorro que constituye el fondo para las jubilaciones de nuestros ciudadanos en inversiones de riesgo fuera del país, no parece acertado, especialmente porque estos fondos no son un excedente de una actividad económica rentable, sino que son simplemente ahorros. Por eso, hay que poner las cosas en su debido lugar. Ya que, si le preguntamos a cada uno de nuestros ciudadanos acerca de la posibilidad de que invierta los ahorros propios para su vejez en un juego de ruleta, con la promesa de multiplicar su dinero, a la gran mayoría le podría parecer un desacierto. Porque lo que nadie dice es que, si una inversión de las AFAP en el extranjero llegara a resultar un fiasco, los que sufrirán verdaderamente serán nuestros ahorristas que perderán parte del fruto de su trabajo de largos años.
Entonces, es importante no sólo consultar los nuevos números de la Reforma, sino también los libros de historia, para luego hacer verdaderos aportes a este país.
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