El vocal en el directorio de ASSE, el coronel (R) Julio Micak, sostiene que es importante lograr mejores salarios para los profesionales de la salud dentro de la institución, ante la dificultad de reclutar nuevo personal médico, principalmente especialistas. El representante por Cabildo Abierto dialogó con La Mañana sobre el combate a la nueva cepa del covid-19 y la situación de la mutualista Casa de Galicia.
¿Cómo viene trabajando ASSE en medio de esta nueva variante de covid?
En este tema hay varias puntas. Esta nueva cepa que sabíamos que tarde o temprano iba a ingresar llegó en un momento que no era el más adecuado. Esto porque ya se habían autorizado licencias y habían cesado algunas contrataciones por el fondo covid. Esto desencadenó una serie de hechos en medio del pico producido por la variante ómicron. Por eso se da una situación en que nos encontramos con algunas demoras en procesar los PCR y además con un stock al borde en materia de antígenos. No es menor sumarle que en medio de esto, la Justicia nos pone a cargo de Casa de Galicia.
¿Esta situación ha llevado a reprogramar nuevamente intervenciones quirúrgicas?
Se ha continuado con lo programado. En el único lugar donde se tuvo que volver atrás fue en el Hospital Español, que vuelve a ser el centro de referencia covid. Por otra parte, el Inot volvió a sus funciones.
Retomando el tema Casa de Galicia, ¿usted es partidario de que el edificio pase a manos de ASSE?
Ese es un tema que va a decidir el Ministerio de Economía con el de Salud Pública. Ahora desde el punto de vista de ASSE, si se observa Montevideo, está en proceso de iniciar la construcción del hospital del Cerro, algo que hace muchos años es necesario. Si nos vamos más al norte, en ese Montevideo que está entre lo urbano y rural, lo único que tenemos es el Saint Bois que necesita una reforma muy importante en su parte de infraestructura edilicia.
En una reunión que yo participé, se nos preguntó si esa infraestructura de Casa de Galicia le servía a ASSE y claro que sí nos sirve. La puerta de emergencia que está en el hospital Saint Bois vendría para ahí y no implicaría muchos recursos humanos. Pero eso hay que verlo porque está la parte Judicial y cómo se va a liquidar y hay un actor relevante que es el Ministerio de Economía, que en definitiva es quien lo va a decidir.
En lo referente al personal y si finalmente ese edificio pasa a ASSE, ¿cuál sería el futuro de los funcionarios actuales de Casa de Galicia? ¿Podrían pasar al Estado?
No. Por ley se va a proceder de la misma manera que se procedió en los anteriores cierres de mutualistas. La cantidad de personal se prorratea de acuerdo a la cantidad de socios que cada mutualista va a recibir.
¿Cuáles piensa que son los principales desafíos de ASSE para este año, más allá de la pandemia?
Son los mismos desafíos de siempre. El tema salud es imprevisible. Tenemos lugares con carencias edilicias fundamentales o refacciones que inclusive me lleva a decir que algunos lados deberían hacerse todo nuevo. Hay un plan de obras que se empezó a ejecutar y seguirá en 2023.
A su vez tenemos que ser más competitivos a la hora de reclutar recursos humanos, porque hay una distancia que es de toda la vida, por la diferencia salarial entre la parte privada y la pública. Cuando en el interior se sale a pedir una determinada especialidad o se llama a concurso, muchas veces se declara desierto porque no se presenta nadie. Tendremos que volver a las comisiones de Salud de Diputados y Senadores a reiterar que necesitamos más recursos en ese sentido.
¿No es atractivo para los especialistas radicarse en el interior por el tema salarial?
Por supuesto que no. Inclusive prefiere quedarse en el área metropolitana que tiene muchas más posibilidades de ser contratado. Asimismo, dentro de ASSE debemos seguir con la capacitación que es algo muy importante y la profesionalización del llamado a concurso.
En materia de afiliaciones, una cantidad considerable de usuarios del Sistema de Salud salió de las mutualistas y fue para ASSE. ¿Cómo están manejando este punto?
Se ha potenciado lo referente a las afiliaciones. Ahora Atención al Usuario está, por un lado, y Afiliaciones tiene una dirección nueva. Otro asunto que está en esta línea es lo referente a distribución de medicamentos. Se creó una dirección de farmacia. Este año trataremos de lograr un sistema diferente, porque si seguíamos haciendo lo mismo nos seguían faltando medicamentos en algunos lugares y no es por presupuesto, sino por cuestiones de distribución y de tiempos. Acá inciden los procesos de compra que tiene el Estado. Esta es otra cuestión que hemos hablado con los legisladores. Seguiremos cumpliendo con el Tocaf, de eso no hay dudas, pero el sistema de compra por licitación hace que para el sector de la Salud sea muy complicado efectuar las adquisiciones.
¿Qué es el principal problema que les acarrea este sistema?
En la salud no se sabe cuántos medicamentos va a necesitar. Se puede tener una base, pero la realidad no la va a tener nunca. Lo mismo ocurre con los procedimientos quirúrgicos o estudios. Se debe tener en cuenta que ASSE tiene 89 unidades ejecutoras y que cada una realiza su procedimiento de compra, acorde a su región y el tipo de población que atiende. Estamos intentando cambiar, por ejemplo, la compra de medicamentos para que sea centralizada. Pero eso no lo tengo muy claro, en el sentido de hacer una compra lineal anticipada, porque las realidades son diferentes en cada lugar del país.
Hace tiempo atrás surgió una polémica con respecto a las poblaciones que carecían de una ambulancia o el equipamiento en general. ¿En qué se encuentra este tema en particular?
Hay una planificación nueva que se va a empezar a cumplir. Evidentemente, el hecho de que no se renovaran ambulancias en diciembre de 2019 a nosotros nos llevó a trabajar eso en el momento más duro de la pandemia. Se tuvo que salir a renegociar un cambio importante de ambulancias. Eso es lo que se está tratando de cubrir ahora.
Pero hay otro punto que no es menor. Cada ambulancia lleva tres choferes. Entonces no es inaugurar una nueva sede del SAME y acondicionar la casa para donde va a estar el móvil, porque se precisa también el recurso humano. Y eso no se puede hacer sin tener una planificación territorial. Recientemente, inauguramos sedes del SAME en San Bautista y Parque del Plata, pero cuando se inaugura una nueva base, hay que tener recursos humanos que manejen esas ambulancias y que deben quedar en ASSE. Entiendo el usuario que quiere tener una ambulancia en su lugar de residencia, pero muchas veces vemos la cantidad de usuarios que hay y no lo justifica, porque tiene una ambulancia a 50 kilómetros. Y eso es difícil decírselo al usuario, porque si hay dos localidades separadas por 50 kilómetros, se pone la ambulancia donde hay una mayor cantidad de usuarios.
Asimismo, estamos planificando el cambio de ambulancias cada dos años; renovarlas cuando tengan un determinado kilometraje. No es lo mismo rematar una ambulancia con 100 mil kilómetros que con 300 mil. Y tampoco no es lo mismo que esos 300 mil kilómetros se hayan hecho en el interior que en Montevideo. Todas esas pequeñas cosas complican la situación de algo tan sencillo como parece ser cambiar una ambulancia o comprar una nueva.
¿Y cómo incide el tema de las ambulancias especializadas en el tema de la renovación?
Muchas lo son y tienen un equipamiento muy complejo. Después de haber estado dos años en uso, ese equipamiento debe pasar por una licitación para que una empresa lo reciba y vea en qué condición está. Son dos cosas diferentes: una ambulancia de traslado a otra especializada. Y muchas veces en puerta de emergencia hay este tipo de ambulancias.
¿En todo esto incide el tema del sistema de compras del Estado, principalmente por los tiempos?
Cuál sería el sistema, no sé. Pero que todo se complejiza con esta logística que es necesaria, eso es así. ASSE tiene más de 1,4 millones de usuarios, 900 lugares de atención al público, 43 centros auxiliares y hospitales. Y todo esto se maneja con las mismas reglas de compras, en todo el país, porque donde otros ministerios se pueden dar el lujo de no estar, nosotros no podemos. Este tema de las compras lo hemos hablado con los legisladores y si bien el sistema de compras por el Tocaf es muy transparente, es muy lento. No hablamos de compras directas de urgencia porque eso se puede realizar, pero sí hablamos de planificar dos o tres años hacia adelante.
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