La noche del 30 de junio, luego de conocidos los resultados de las elecciones internas, el candidato electo por el Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, llamó a generar consensos con los partidos de oposición con quienes siente más afinidad: el Partido Colorado (PC), el Partido Independiente (PI), el Partido de la Gente (PG) y Cabildo Abierto (CA).
Pasado más de un mes de ese momento, el líder nacionalista continúa enfatizando en la misma estrategia, pero hoy el contexto es de mayor incertidumbre porque su partido sufrió una caída en intención de voto, en comparación con la que tenía previo a las primarias.
Según se desprende del último sondeo realizado por Cifra y publicado el pasado lunes, el PN obtiene un 25%, mientras que en junio había alcanzado un 35%. La baja se dio a la par de una suba del PC. Esta es la tercera encuesta presentada en las últimas semanas que muestra el mismo diagnóstico; las dos anteriores corresponden a Equipos y Opción.
En este escenario, los blancos buscan dar señales de unidad partidaria, y así quedó demostrado en la Convención Nacional del partido, que tuvo lugar en el Club Atenas el sábado 10. Allí fue proclamada la fórmula presidencial por unanimidad.
Un compromiso de trabajo y una apuesta a la articulación
Frente al gimnasio colmado, la primera en tener la palabra fue la candidata a la Vicepresidencia, Beatriz Argimón, quien comenzó agradeciendo a los cuatro exprecandidatos, Jorge Larrañaga, Juan Sartori, Enrique Antía y Carlos Iafigliola, por haber hecho posible la concreción de la fórmula el mismo día de la interna. Además, remarcó la unión existente, dada por el compromiso que todos tienen con el programa de gobierno. Esta semana, de hecho, comenzó la recorrida por el país de la que ellos participan.
Tal como había adelantado un mes atrás a La Mañana el asesor de Lacalle Pou, Pablo da Silveira, el programa fue elaborado con las propuestas de todos los sectores. Ese proceso se realizó “en forma silenciosa, recorriendo el país y escuchando las preocupaciones de todos los ciudadanos”, indicó Argimón. El texto final, denominado “Lo que nos une”, “tiene un diagnóstico absolutamente aterrizado a la realidad”, agregó.
Si bien la propuesta de gobierno nacionalista apunta a mejorar la economía, la educación, la seguridad y la salud, entre otros temas, destaca un reclamo permanente de la sociedad uruguaya, que es recuperar la convivencia. Sobre eso, la exdiputada sostuvo: “estamos cansados de que nos quieran dividir, no estamos dispuestos a perder la integración social.
Apostamos al desarrollo de los individuos con independencia del lugar en el que les toca nacer, creemos en las políticas sociales que dan oportunidades”.
Después, ratificó su compromiso con los ejes en los que ha trabajado en su vida política, entre los que nombró la lucha por políticas de la primera infancia; el trabajo contra toda forma de violencia instalada en la sociedad, la discriminación, el abuso sexual, la trata, la explotación; la erradicación de las inequidades salariales de hombres y mujeres que ocupan el mismo cargo; el fomento de las diversas formas culturales como instrumento de integración social.
Los desafíos del gobierno al que los blancos quieren llegar
Enseguida tomó la palabra Lacalle Pou, que aseguró que cualquier persona que lea el programa de gobierno del PN en el lugar del país que sea, tiene que sentir que lo representa y que hay una preocupación genuina por la realidad nacional. Afirmó que Uruguay necesita una alternancia en el poder, que “es sano para la democracia porque el proyecto político del Frente Amplio, después de 15 años, ya no solo se agotó, sino que fracasó”, tras tener “viento de cola y mayoría política tres veces consecutivas”.
Además, señaló que el partido de gobierno tuvo “la fuerza del respaldo popular, que es a la que no hay que defraudar, porque no podemos permitir que bajen los brazos una vez más los uruguayos. Por eso hay que poner de pie nuestro país, no podemos darnos por vencidos”.
Al candidato le preocupan los miles de uruguayos en todo el país con poca esperanza e ilusión, y para revertirlo quiere hacerse responsable del gobierno. En esa línea, adelantó que “se vienen momentos de ejercer la autoridad, con justicia y con humildad”, puesto que eso es lo que Uruguay exige, así como que se brinde un mensaje a la delincuencia y al narcotráfico de que se terminará la impunidad. El presidenciable no está dispuesto a vivir en un país con zonas rojas donde el Estado no entra, y es allí al primer lugar al que va a ir si asume el mandato el 1º de marzo de 2020, “con represión y con inclusión”. Al respecto, exhortó a “no tenerle miedo a la represión cuando están asolando a los vecinos de bien”.
Lacalle Pou se refirió también a las personas sin hogar y a los problemas que atraviesa el sistema educativo. Subrayó la importancia de tener una política de vivienda para que todas las familias puedan vivir dignamente, y dijo que es necesaria la justicia en la educación pública, donde asiste “la mayoría de nuestros niños y jóvenes; ahí está el entramado social que tenemos que fomentar y proteger”. Añadió que en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, quien no tenga acceso a la educación de calidad quedará atrasado. “Nosotros nos vamos a preocupar y ocupar de todos”, indicó.
Con respecto a la administración actual, lamentó que dejará a las generaciones venideras endeudadas, con déficit y una alta tasa de desempleo, y planteó que hay dos vías para solucionarlo: “o más impuestos y más tarifas, o austeridad republicana de un gobierno que respeta los fondos de la gente”. “Si no alivianamos la carga del que emprende, del que produce, del que transporta, el Uruguay no va a despegar”, puntualizó.
Por otra parte, el desafío más estimulante para el nacionalista es seguir construyendo el país con personas de diversas ideologías y filosofías.
“Busquemos lo que nos une, sé que en campaña es difícil; respetemos a las personas, porque el que llega desuniendo, descalificando e insultando, no va a ser capaz de gobernar para todos”, aseveró. De esa forma, explicó que su objetivo implica “abrir la cancha” y “no excluir a nadie de la mesa de una coalición de antemano”, ya que “esto tiene que ser bien amplio” para poder hablar de los cambios que el país necesita con muchos partidos sin importar su procedencia.
Acto seguido, el candidato mostró los programas de gobierno del PC, el PI, el PG y CA, y contó que junto con su equipo los había leído para, justamente, encontrar las coincidencias. Por ejemplo, de la propuesta del PI destacó la necesidad de rediseñar el Ministerio de Desarrollo Social, “para que sea un instituto que genere independencia y libertad en los uruguayos”. En el caso del PC, Lacalle Pou mencionó que su candidato, Ernesto Talvi, “habla de una regla fiscal para terminar con gobiernos que despilfarren los fondos públicos”. En cuanto a la iniciativa de CA de “derogar la injusta obligación financiera que le ha complicado la vida a tantos miles de uruguayos”, el nacionalista concuerda. El PG, por su parte, “se ha dedicado al tema de seguridad pública, se ha asesorado internacionalmente” y ha llegado al mismo planteo que los blancos: que es fundamental que en las comisarías haya una mayor eficacia.
Una etapa que comienza y un apoyo para lograr la victoria
Ninguno de los integrantes de la fórmula quiso dar declaraciones a la prensa, pero sí lo hizo Juan Sartori, quien recalcó que ahora “comienza una nueva etapa para todos nosotros, se acabaron las peleas, dejamos atrás las diferencias y nos pusimos a trabajar todos juntos para la victoria del PN”.
Así como había dicho tiempo atrás en conversación con La Mañana que encabezaría una lista al Senado, el empresario reiteró esa decisión, con el objetivo principal de tener una gran bancada parlamentaria y respaldar al partido con sus ideas.
En tanto, dijo que la gente le pide que siga adelante con su movimiento político. “El país nos necesita y el partido también, y vamos a seguir trabajando con la misma fuerza, recorriendo el territorio y apoyando para que el PN llegue al gobierno, reflexionó.
Consultado acerca del diferencial del PN respecto del resto de los partidos, Sartori opinó que tiene mejor modelo de país, equipo y programa de gobierno, además de las ganas de hacer los cambios que el Uruguay necesita. “Todos vamos a trabajar unidos, manteniendo alguna diferencia, que es normal, para lograr nuestros objetivos”, sostuvo, y agregó que Lacalle Pou puede unir al partido y también al país. Ambos se reunieron días atrás, donde establecieron “las bases para poder trabajar juntos”.