El Partido Nacional terminó recuperando las intendencias de Rocha, Río Negro y Paysandú durante estas elecciones departamentales. A esto se sumaron también varias alcaldías. En Rocha, de manera inesperada, el Frente Amplio perdió la comuna contra la coalición multicolor, mientras que en Canelones y Salto se mantienen los gobiernos progresistas.
En los últimos quince años el Frente Amplio ha perdido varias intendencias y su fuerza se fue concentrando en el área metropolitana de Montevideo y Canelones. En esta oportunidad, a pesar de bajar la votación en Salto logró retener esa intendencia del litoral, mientras que perdió mucho pie en Maldonado y también el departamento de Rocha, lo que no estaba en los planes de la coalición de izquierda.
En Rocha la coalición multicolor dio resultado y logró el triunfo de candidato blanco
Una de las mayores sorpresas dentro de las elecciones en el interior, fue lo acontecido en Rocha, departamento donde el Frente Amplio venía gobernando desde 2005. Fueron tres períodos (dos con Artigas Barrios y uno con Aníbal Pereyra), pero la coalición de blancos, cabildantes, colorados e independientes, logró que un integrante del Partido Nacional recuperara la comuna.
En 2005, el Frente Amplio llega por primera vez a la comuna con Artigas Barrios, quién repetiría su mandato en las elecciones siguientes (2009) y le pasaría la dirección comunal a otro frenteamplista, Aníbal Pereyra, un hombre cercano al expresidente José Mujica.
Para estas elecciones y bajo el lema Partido Nacional, se agruparon candidatos blancos (Alejo Umpiérrez y José Carlos Cardozo) y de Cabildo Abierto (Martín Rodríguez). A ellos se sumaron colorados que se consideraron por fuera de su propio partido para esta instancia.
En comparación con las elecciones de 2015, el FA pasó de 23 mil a 22 mil votos, el lema Partido Nacional de 21 mil a casi 24 mil (con la inclusión de CA que aportó en esta ocasión cuatro mil votos), mientras los colorados se mantuvieron en los 1.600 sufragios. La diferencia para este triunfo la hizo, sin duda, Cabildo Abierto, ya que el PN había obtenido 21 mil votos en 2015 y ahora llegó a poco más de 19 mil con sus dos candidatos.
Una interrogante es como un intendente (Aníbal Pereyra) con el 70 % de apoyo a su gestión termina perdiendo. Ante esta pregunta, Mariana Pomiés, de la consultora Cifra, asegura que el apoyo del presidente de la República al candidato puede haber sido un hecho decisivo. “Pesó mucho el respaldo del gobierno nacional y su vínculo con Lacalle. Esto lo usó a su favor. El presidente también se hizo presente en muchos eventos donde estaba Umpiérrez”. Para Pomiés, y visto que no había una desaprobación a la gestión de Pereyra, el apoyo de Lacalle a Alejo Umiperréz fue un factor decisivo. A esto se sumó una muy buena votación del candidato de Cabildo Abierto, que obtuvo 4.017 votos y los sumó a la coalición.
También en esta debacle rochense del Frente Amplio, la coalición perdió municipios que eran emblemáticos y que gobernaba desde hace diez años, como ser Chuy o Lascano, mientras que logró mantener Castillos y La Paloma.
Umpierrez había manifestado que en su gestión “no voy a tener chantas ni chafas”, a la vez de no descartar que en lugares de confianza de la comuna estén algunos funcionarios que tienen vinculación con el Frente Amplio. “Si primero tienen la camiseta de Rocha, a mí me sirven”, dijo al portal Rocha al Día.
El desabarranque del FA en Maldonado
En Maldonado la victoria del Partido Nacional fue aplastante (68 mil votos contra 31 mil del Frente Amplio) y la coalición de izquierdas pierde dos de sus grandes feudos: San Carlos y Piriápolis. El FA se queda de esta manera sin ningún municipio en Maldonado. “San Carlos históricamente estaba junto al Frente Amplio” dijo Pomiés, quien destacó la experiencia política de Enrique Antía, electo por tercera vez como intendente. “Los conflictos internos del Frente Amplio en Maldonado, con los enfrentamientos entre Oscar de los Santos y Darío Pérez, fueron debilitando a esa colectividad y a esto se sumó la buena gestión de Antía”, lo que terminó colaborando con su triunfo.
Un detalle no menor es la caída del Frente Amplio en comparación con la elección departamental de 2015: en cinco años pierde 13 mil votos (pasa de 44 mil a 31 mil).
Antía dijo que ganó porque “nunca largamos un ‘bolazo’ y nunca prometimos nada que no se pudiera cumplir. Y la gente va entendiendo las certezas. No le gustan las peleas ni las inseguridades”. En declaraciones a FM Gente de Punta del Este, el reelecto intendente sostuvo que “hay que hacer las cosas bien de bien, prolijito, prolijito… Y estar al pie del cañón, cumpliendo con la gente”.
La falta de acuerdo entre blancos y colorados dio la victoria al FA en Salto
El triunfo del Frente Amplio en Salto generó todo tipo de comentarios por las circunstancias en cómo se termina gestando. El FA obtuvo 36.500 votos, contra casi 32 mil del Partido Nacional y 17.600 del Partido Colorado. Aun así, y mirando hacia el pasado en materia de números, el FA cayó 3.500 votos con respecto a 2015 cuando llegó a los 40 mil, siendo el único caso a nivel nacional donde un partido que pierde más del 10 % de sus electores, termina ganando.
De esta manera, el intendente Andrés Lima es reelecto. Su triunfo parece no ser el resultado de la competencia planteada en Salto entre Carlos Albisu (PN) y Germán Coutiniho (PC). Ninguno quiso ir bajo otro lema que no fuera el de su partido, o buscar un candidato en común para presentar bajo un mismo lema, dándole de esta manera el triunfo a Lima.
Mariana Pomiés dijo que Lacalle Pou le dio un fuerte apoyo a Albisu, y desde el comienzo se vio que este dirigente blanco se convertía en competencia para Lima. Coutiniho siguió adelante con sus planes de enfrentarse solo al intendente frenteamplista, tomado en cuenta la muy buena votación de 2015, algo que esta vez no se repetiría.
Tras la elección se observa que “el Partido Colorado termina votando menos que el Partido Nacional, lo que al final favoreció al Frente Amplio”, sostuvo la analista. El del PN y el PC “no fue un movimiento político acertado, porque si se hubiera buscado la manera de ir en una coalición, seguramente vencían al Frente Amplio”. Aunque para nuestra entrevistada esto no era fácil, ya que ambos, Albisu y Coutiniho, querían luchar por el sillón comunal, pero no lo podían hacer bajo el mismo lema.
Tampoco se podía pensar en un trasiego de votos de colorados al candidato nacionalista ya que el exintendente colorado es una figura fuerte en la política salteña y en todo momento pensó que podía ganar. Había obtenido 38 mil votos en 2015, y Lima 40 mil. Pero esta vez, si bien Lima perdió 4 mil votos y obtuvo 36 mil, el dirigente colorado terminó con poco menos de la mitad que cinco años atrás: tan solo 16 mil. Mientras tanto el Partido Nacional daba un sorprendente salto: de los 5.600 votos de 2005, pasaba a 31.700.
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