El inspector mayor retirado Gustavo Sánchez Paleo, quien integra el grupo asesor de seguridad de Cabildo Abierto, participó este pasado fin de semana de la recolección de firmas por Deuda Justa. Lo hizo acompañado de otro de los asesores, el comisario mayor Jorge Gómez.
En diálogo con La Mañana, Sánchez Paleo relató que quedó sorprendido porque mucha gente que iba en vehículos paraba y se arrimaba a las mesas que estaban instaladas para dejar su firma.
Dijo que había estado en Saravia y Lecoq, una zona muy conocida por ambos. Sánchez fue comisario en esa zona y Gómez era el subcomisario. Sobre el lugar, dijo que la zona ha cambiado, señalando que observó un lugar “más tranquilo”. Relató que se trata de una zona de gente de trabajo y que en sus épocas de comisario de la zona (a fines de los años 90) existía un terreno baldío, en el cual ahora hay viviendas. “El ministro de esa época quería poner la comisaría móvil en esa ubicación. Nosotros habíamos realizado un estudio profesional y técnico. Le planteamos al jefe de Policía poner la móvil en la zona del Complejo América, donde había unos seis o siete núcleos habitacionales y vivían entre 6500 y 7000 personas”, señaló.
“No queríamos poner la móvil donde planteaba el ministro porque los delincuentes iban a hacer tiro al blanco contra ellos, por el lugar que se planteaba”, dijo nuestro entrevistado. Esto tiene relación con “cuando se habla con cierta ligereza por parte de algún diputado de gran conocimiento jurídico, pero de cero conocimientos de la actividad policial. No basta con poner un blindado, un jeep, un tanque o un camión con media docena de soldados”.
Recordó que la Policía Militar de Brasil “se coloca en lugares poco menos que fortificados y con el personal con uniforme de combate. El problema que hay con este tipo de operaciones es que existe un desgaste natural, ya que existe una dinámica de las operaciones. Como dice Manini, las Fuerzas Armadas no se pueden involucrar en ese tipo de vigilancia porque no tienen la capacitación adecuada para las operaciones policiales y porque el armamento son armas largas y no de puño”.
Para Sánchez, lo que vio en la zona donde fue comisario “quiere decir que, en algunos lugares, la gestión ha sido buena o bastante buena”. Pero esto lleva a otra pregunta, ¿qué sucede con los delincuentes cuando se hace un operativo de saturación policial? Para el especialista, esta situación es como un globo de cumpleaños al que se le da forma, se aprieta en un lado y el aire se va para otro. Sucedió que con Gómez (su subcomisario), trabajaron ampliamente en la zona y los delincuentes se iban a la jurisdicción de otras seccionales.
Sánchez contó que en un momento tenían muchas rapiñas, en especial a los ómnibus, en otra seccional. Pero a su comisaría trasladaron a un cabo, que también era chofer de una de esas empresas. En el año 1998, implementaron la idea con ese funcionario de seguir con un vehículo particular a la línea que rapiñaban. Entonces, cuando sucedía una rapiña al ómnibus, como en él iba un funcionario policial, les avisaba a los que estaban en el otro vehículo que los seguía y detenían al rapiñero.
“Aquello sirvió, pero entonces los rapiñeros se iban a otra jurisdicción”, manifestó Sánchez.
Críticas al Frente Amplio
También se mostró crítico con la anterior gestión frenteamplista en materia de seguridad. “Desde el 2016 con la modificación de la Ley Orgánica, llevada adelante por el señor Charles Carrera y Mario Layera, las comisarías perdieron dos de sus atribuciones. La comisaría, de acuerdo con el reglamento que representaba la Ley Orgánica anterior, era prevención, represión, información y relaciones públicas. Hoy solo se pueden recibir denuncias y relaciones públicas. Por lo tanto, los elementos represivos desde una comisaría no se pueden efectuar”.
Por otra parte, recordó que Cabildo Abierto ha planteado desde el inicio de esta administración y basado en el documento “Compromiso por el país” devolver a las comisarías sus roles anteriores, lo cual no se ha cumplido.
Para el asesor en seguridad, un punto fundamental para la fuerza “es reclutar bien”. Y este hecho lo relaciona con la gran cantidad de suicidios en la Policía. Hasta 2012 había psicólogos de la institución que hacían estudios sobre el personal y determinaban quiénes estaban aptos para la función. Hoy solo se solicita para el ingreso un certificado de un psicólogo particular. “¿Qué garantía tenemos de que todos los psicólogos sean honestos y que no haya algún mercenario que por amiguismo o unos pesos haga un certificado? Y después nos preguntamos qué Policía tenemos”, reflexionó. Sánchez también criticó al gobierno actual por no modificar la Ley Orgánica Policial y dijo que no basta con poner normas en la Ley de Urgente Consideración, sino se debe “respaldar” al personal policial, ya que “a quienes les realizan un sumario, quedan sin nada del sueldo mientras se tramita el acto administrativo”.
“Por eso es por lo que Cabildo tiene una actitud crítica, no solamente hacia los 15 años de las tres administraciones del Frente Amplio, que, por sus traumas ideológicos, le dan palo y palo a la Policía, sino también hacia esta administración. A una buena gestión hay que estarle arriba y no alcanza con recorrer las comisarías de noche. Un ministro del Interior debe tener un buen equipo y no hacerse el policía. Si los asesores nunca pasaron por una comisaría o estuvieron muy poquito porque dispararon en cuanto pudieron, el ministro va a tener gente que lo va a mirar con ojos alucinados, pero tendrán iniciativa cero”, concluyó Sánchez.
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