Desde el movimiento plantean la importancia de revertir la dispersión de prestaciones y que el ente se centre en mejores jubilaciones y pensiones. Los distintos sectores que integran USU alcanzaron criterios comunes en las diversas áreas y exigen mayor austeridad y transparencia.
El movimiento Un Solo Uruguay (USU), integrado por actores del sector agropecuario, comercial e industrial, participará en las elecciones de representantes sociales del Banco de Previsión Social (BPS) del próximo 28 de noviembre con candidaturas en los tres órdenes: empresarios, trabajadores y jubilados.
La semana pasada comenzaron una gira por distintos departamentos del país donde los tres candidatos —Virginia Vaz, candidata del sector de jubilados; José Pereyra, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, candidato por el sector de empresarios; y Luis Lisboa, funcionario del BPS y candidato a representantes de los trabajadores en el BPS— dieron a conocer sus lineamentos y su intención de incidir en la futura reforma de la seguridad social.
El vocero del movimiento, Marcelo Nougué, en diálogo con La Mañana, manifestó “la importancia de mantener un contacto permanente con la gente, dándole mucha participación a las distintas organizaciones sociales y teniendo un ida y vuelta constante con la gente del interior”.
Nougué dijo que decidieron participar en las próximas elecciones de BPS porque empezaron a ver “la necesidad de incidir en la gestión pública desde los lugares donde puede hacerlo la sociedad civil” y entendieron que tenían que “pelear por participar para poder gestionar” de la forma que creían, indicó. Explicó que, si bien cada sector tiene diferentes intereses, se acordaron algunos criterios de trabajo entre las tres áreas para poder gestionar en conjunto “pensando en el bien común”.
Contralor, transparencia y especificidad de BPS
Desde USU entienden que al estar el directorio de siete miembros integrado por cuatro directores políticos –que corresponden al gobierno de turno– y solo tres directores sociales, el contralor de la gestión recae sobre estos últimos.
“Hoy lo que se gasta en el directorio, por ejemplo, nadie lo sabe. No hay información pública en qué o cuánto gasta el directorio para funcionar”, cuestionó Nougué. Por eso, desde el movimiento entienden que uno de los aspectos fundamentales es la “transparencia” en la información, para “que la gente sepa lo que está pasando en el BPS, que es la mayor caja del Estado”.
Al mismo tiempo, apuntó que para USU es “fundamental la austeridad en el manejo de los recursos públicos evitando duplicación de gastos, tratando de mejorar la gestión por ese lado. Porque el BPS muchas veces superpone algunos beneficios y actividades con otros organismos del Estado”.
El vocero del movimiento se preguntó por qué el tema de las viviendas destinadas para jubilados no lo gestiona y lo ejecuta el Ministerio de Vivienda, “ya que es su área específica de acción y tiene los técnicos correspondientes”. En la misma línea planteó que si Uruguay cuenta actualmente con un Sistema Nacional Integrado de Salud, las prestaciones para lentes comunes deberían pasar a los prestadores de salud.
Nougué advirtió que en la medida de que se ha ido abriendo cada vez más el abanico de prestaciones de BPS “cada vez es menos el porcentaje de lo que la gente aporta que luego se destina a su jubilación”. En ese sentido dijo que entre los lineamientos generales acordados está el de “tratar de ir hacia las especificidades para las que fue creado el BPS: el tema de jubilaciones y pensiones”.
“Hoy hay 400 mil pensiones y jubilaciones, que son realmente de miseria y en parte es producto de la dispersión de temas en los que trabaja BPS”, dijo Nougué y lamentó que la actual representación social de los trabajadores “no esté focalizada en el tema”. Para Nougué, “todos los sectores” tienen que priorizar que tanto los recursos humanos, de infraestructura y todo el gasto operativo “se concentren cada vez más en las prestaciones específicas de BPS”.
El vocero indicó que entre los aspectos que hay para mejorar con respecto a los derechos de los trabajadores está el de “que todos tengan una jubilación digna”. “Una persona que durante 35 años tuvo un almacén, y termina fundiéndose con deudas en el BPS, hoy no se puede jubilar. Hay diferencias entre los derechos jubilatorios dependiendo del rol que juegue en la sociedad”, advirtió. “Hay que entender que cuando alguien se funde no lo hace porque sea mala gente, sino porque le fue mal. Pero la peleó muchos años y también tiene derechos”, agregó.
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