Desde el comienzo de las obras de UPM 2 en la planta de Pueblo Centenario, el temor a los efectos contaminantes sobre el Rio Negro y sus afluentes fue motivo de reiterados planteos por diferentes grupos de ambientalistas. El derrame sobre el curso del Arroyo Sauce de un millón de litros de soda cáustica y la absurda multa a la empresa finlandesa han puesto el tema nuevamente en discusión.
En agosto se comunica el derrame
El pasado 16 de agosto, autoridades de la empresa finlandesa se comunicaron con el director Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) del Ministerio de Ambiente, Eduardo Andrés, para notificarlo sobre el derrame, a la vez que se notificó a la División de Emprendimientos de Alta Complejidad. De inmediato desde el Ministerio se comenzó a monitorear la estación automática ubicada en las inmediaciones.
De acuerdo a lo que informó la Dinacea, el lunes 21 de agosto se procedió a inspeccionar la planta de la empresa a la vez que se recorrió la zona del Arroyo Sauce que fuera afectada por el derrame. En el informe mencionado se destaca el hecho de que: “el fin de semana anterior a la inspección se produjeron fuertes precipitaciones que habían lavado fuertemente el curso, lo que quedaba evidenciado por la resaca en el entorno del arroyo”.
En la inspección se pudo comprobar que el sensor de pH (mide la actividad del ion hidrógeno en soluciones acuosas indicando grado de acidez o alcalinidad) se encontraba inoperativo desde tiempo atrás.
El daño ambiental
En su recorrida, los técnicos del Ministerio de Ambiente advirtieron la ausencia de peces y crustáceos en el curso del arroyo Sauce además de los efectos sobre la vegetación tanto en las orillas como la acuática. Se identificaron peces muertos de diferentes especies en el arroyo y en la desembocadura del Río Negro, como también la ausencia de fauna acuática, lo que consideran lógico debido al alto nivel de pH en la masa de agua.
Gerardo Amarilla, subsecretario de Medio Ambiente: “Las multas se rigen por la ley“
En la búsqueda de respuestas sobre la grave situación, La Mañana entrevistó al Subsecretario del Ministerio de Ambiente Dr. Gerardo Amarilla quien hizo precisiones al respecto.
¿Con la sanción económica a UPM 2 queda saldada la situación o el Ministerio de Ambiente va por más medidas?
En Uruguay tenemos los límites que marca la ley y las multas se rigen por ella. Es cierto que para una empresa como esta, la multa no es nada y no supone un esfuerzo, pero no se tiene en cuenta la infracción. Nosotros no solo vamos a establecer la multa, se sugieren varias acciones además de la multa. La empresa tiene que presentar la corrección de las actuaciones, es una imposición que hacemos. Se deben realizar las obras para solucionar las piletas y las tareas de reconstrucción ambiental de la cañada que fue afectada por el derrame de soda. Aquí se busca recomponer la biodiversidad afectada”
Más allá de las medidas que menciona, ¿el daño ambiental quién lo paga?
La empresa se hace cargo de la recomposición de la biodiversidad del arroyo en la zona afectada. Nosotros hicimos muestras de la calidad de aguas del arroyo, posterior a las lluvias se había diluido el compuesto, pero todo lo que mató es responsabilidad de la empresa.
Referente a las causas de lo sucedido, ¿se hará el monitoreo al respecto?
Absolutamente, todo está en etapa de investigación. Lo que se debe aclarar es que el Ministerio de Ambiente funciona en cuanto a los controles. Las fallas, sean cuales sean, motivan nuestra actuación y medidas. Por supuesto que tenemos controles, puede que hayan sido más estrictos en algunas situaciones, este caso no estaba dentro del radar, ya que no estaba en los planes este hecho. Tal vez debamos mejorarlo. Hay un monitoreo de la zona circundante, no han llegado informes sobre afectaciones a terceros, pero estamos en plena investigación. Esto parece haber sido acotado en el espacio.
César Vega, diputado del PERI: “Con una pérdida de un millón de litros de soda cáustica, se aplica una multa que equivale a $1,60 por litro”
El Ing. César Vega (diputado PERI), en entrevista brindada a este periodista, hizo referencia a la gravedad del hecho y de todo lo que viene alertando desde el inicio de la obra.
Has hablado durante mucho tiempo sobre la contaminación de los afluentes del Río Negro. ¿Los hechos te dieron la razón?
Siempre estuvimos en esta postura de preguntar e indagar sobre estos temas. El discurso de Tabaré Vázquez en Minas de Corrales fue nuestro eje. El militar en contra de estas inversiones me hizo ir muy mal. Siempre habíamos alertado sobre los efectos de estos emprendimientos, incluso desde cuando se instalan en Fray Bentos como Botnia. La soda cáustica además del uso que ya conocemos, se utiliza para cocinar las aceitunas que consumimos. La empresa tuvo una pérdida de más de 1 millón de litros, por el uso de este químico. Con este número, podremos cocinar más de 10 millones de kilos de aceitunas, que son enjuagadas en varias ocasiones. Se le está colocando una multa que equivale $1,50 el litro/kilo a un producto que tiene un precio de $200. Es tremendo porque esto termina en las aguas. Decimos que terminan en un recodo estos químicos que están cerca de paradores turísticos. Quiero creer que estamos formados como país por personas que quieren salir adelante, pero no debe ser de esta forma. Muchas personas de la región están consumiendo agua de estas zonas. El Rio Negro va a terminar en el Rio Uruguay uniendo los desechos no solo de estos emprendimientos, sino que de otros con consecuencias sumamente negativas.
Víctor Bachetta, periodista y ambientalista: “No es un accidente, es negligencia criminal“
En publicación presentada en el Portal Sudestada.uy, el periodista hizo referencia a las declaraciones públicas realizadas por Gerardo Amarilla, quien expresó: “el viceministro califica al hecho como un ‘accidente’ y la sanción a aplicar como ‘una más de las 1000 denuncias y cientos de multas que se aplican por año’ (sic). No es un ‘accidente’ o un hecho ‘imprevisto’, sino un acto de ‘negligencia criminal’ por sus consecuencias”.
Por otra parte, señaló que el hecho difícilmente pueda ser catalogado como un “accidente” y si como “el derrame completo de una pileta de almacenamiento inadecuada para recibir el material”.
En la columna publicada que a pesar de que la planta no esté funcionando a pleno, desde el Ministerio anunciaron otra multa por el aumento de los niveles de descarga de los efluentes al Río Negro.
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