Uruguay adquirió seis aeronaves de combate a Brasil, que permitirán reforzar las fronteras de manera importante, ya que en la actualidad para esta tarea hay solamente una operativa.
El comandante en jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya, general del aire Luis H. de León, señaló a La Mañana que la Fuerza Aérea hace más de tres leyes de presupuesto estaba previendo un cambio de las aeronaves de combate por la obsolescencia de las existentes.
En 2020 se efectuó una evaluación de las posibles aeronaves adecuadas a las tareas de la Fuerza Aérea. El general De León explicó que “se observaron seis plataformas que nosotros teníamos intenciones de operar, adecuadas a las tareas que son el control de fronteras y el tratar de reducir el tráfico de drogas que está pasando en la parte norte del país”.
Una de esas posibilidades eran los A29 Super Tucano de Embraer, la empresa brasileña, aviones que se consideran adecuados para las tareas de vigilancia. El acuerdo se logró tras una reunión mantenida en la última Cumbre del Mercosur por parte de los presidentes Lacalle Pou y Lula da Silva. La operación es por unos 100 millones de dólares a pagar entre 10 y 15 años. El contrato incluye el data link y apoyo logístico por cinco años. Los aviones tienen también un pod electroóptico que es similar al ojo compuesto de libélula, equipado con una variedad de dispositivos y puede rotar 360 grados para recopilar información. Asimismo, se incluye un simulador de vuelo.
Embraer señala que este avión “ofrece una respuesta de combate, reconocimiento y entrenamiento probada, precisa, confiable y rentable en una sola plataforma. Equipado con sistemas de última generación, que incluyen identificación precisa de objetivos, sistemas de armas y un completo conjunto de comunicaciones”. Están operativos en 16 fuerzas aéreas nacionales, incluida la de Estados Unidos. Los plazos de entrega dependerán de cuándo se inicie el contrato y la llegada será de dos aeronaves cada 12 meses. Embraer anunció esta semana en el Salón Aeronáutico Internacional de Farnborough la venta de seis de estos aviones (A-29 Super Tucano) a la Fuerza Aérea Paraguaya. Al igual que con Uruguay, la operación, con entregas previstas a partir de 2025, incluye equipamiento de misión y un paquete logístico integrado.
“Un antes y un después”
En aeronaves de combate, la Fuerza Aérea tiene doce A37 Dragonfly, pero solo uno de estos está operativo. El ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, dijo que con esta compra “se hablaría de un antes y un después en la Fuerza Aérea Uruguaya, en una política de tratar de blindar lo más posible la frontera uruguaya, esto va a ir acompañado después de un paquete tecnológico”. Acotó en declaraciones a la prensa que “hay una mezcla de una decisión técnica, de una decisión económica y hasta de una decisión política en cuanto a buscar algo regional para interacción. O sea, la Fuerza Aérea Uruguaya y la Fuerza Aérea de Brasil tienen excelentes relaciones que van mucho más allá de los gobiernos de turno”.
Para el ministro de Defensa, “hoy el gran desafío que tenemos como país es proteger nuestras fronteras. El narcotráfico nos está entrando por todos lados y la capacidad que tenemos en frontera es muy poca”. Acotó que “se está trabajando en conjunto con el Ministerio del Interior, pero ahí tenemos carencia de logística, tenemos carencia de radares, por supuesto tenemos carencia de aviones, de interceptación. No hay que pensar en el extremo de derribar un avión, sino todo el proceso que lleva a la interceptación”.
También se compró a Embraer otro avión, pero este se espera que sea adaptado para traslados sanitarios.
En la Comisión de Defensa del Senado, Castaingdebat indicó que esta compra irá asociada a una negociación posterior sobre reformulación y rediseño de la política de radares. Aclaró que existe sobre este tema la idea de hacer algo en conjunto con las tres fuerzas. “Hay más de una canal de conversación, ya que si bien no se trata de elementos baratos sí son muy importantes e, indudablemente, estas gestiones deberán ser continuadas por el próximo gobierno”, dijo el ministro. Dentro de estas posibilidades está la adquisición también a Embraer de radares tridimensionales de las series M-60 y M-200, los cuales son usados en Brasil.
Otro punto tratado por Castaingdebat en la Comisión fue la adquisición de las patrulleras, las OPV. Al respecto señaló que tras la llegada de las garantías de la empresa se estaría en condiciones de hacer el primer desembolso para comenzar la construcción. Por otra parte, se embarcó la donación de otra patrullera menor que hizo la República de Corea, que estaría llegando a mediados de agosto.
Mantener a los pilotos
Otro aspecto relacionado con la Fuerza Aérea tiene relación con su personal y las aspiraciones de muchos jóvenes de ingresar para poder llegar a ser pilotos. Al respecto, sobre este punto también conversamos con el comandante en jefe de la Fuerza Aérea. En el caso de los pilotos, el número considerado adecuado para su formación es entre 12 y 20. En la actualidad existen grupos de alumnos de 34, 25 y dos cursos más de 12 y de 17. De todos ellos saldrán para la formación como aviador entre los 12 y 20 mencionados.
La Fuerza Aérea puede, a través de la Escuela Militar de Aeronáutica, tener hasta 100 alumnos. La pregunta es qué pasa cuando un piloto se recibe y cómo se logra su retención dentro de la institución. Al respecto el general del aire Luis H. de León señala que retenerlos es “económicamente imposible” por el nivel salarial que se paga en la órbita estatal y en los privados. Esto se debe a que existe una fuerte demanda de pilotos por parte de las aerolíneas. En la actualidad, por ejemplo, existen llamados para pilotos por parte de las aerolíneas Copa y LAN. “El mantener el interés en las generaciones jóvenes, para que sigan dentro de la Fuerza Aérea una vez recibidos de pilotos es uno de los desafíos más grandes para nosotros”, sintetiza.
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