El pasado sábado 23 de enero, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció en conferencia de prensa la llegada de vacunas contra el coronavirus (covid-19) a Uruguay. Pfizer y Sinovac serán las utilizadas para inocular a la población, aunque se negocia con otros tres laboratorios. Trabajadores de la salud, personas de residenciales y funcionarios de la educación están en el orden prioritario de vacunación.
En América Latina se han realizado esfuerzos multilaterales para promover la cooperación, incluida la Instalación Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una iniciativa que trabaja para lograr un acceso rápido y justo a las vacunas en todo el mundo con el objetivo de entregar 2.000 millones de dosis para fines de 2021.
En esa línea, algunos países de la región como Argentina, Brasil, Chile y Paraguay ya iniciaron o están en proceso de iniciar el plan de vacunación, y Uruguay está dentro del grupo que espera la llegada de las vacunas a fines de febrero o comienzos de marzo para comenzar a aplicarlas -voluntariamente- en personas que trabajan en la salud, residenciales y sistema educativo. Fuentes del MSP señalaron a La Mañana que en los primeros días de marzo podría llegar a accederse por este mecanismo a vacunas que cubrirían a un 3% de la población, una cifra nada despreciable de aproximadamente 100.000 personas.
Mientras tanto, el acuerdo con Pfizer consta de la compra de 2.000.000 de dosis y a Sinovac se le compraron 1.750.000. De todas formas, el gobierno uruguayo continúa negociando con otros laboratorios y esperan tener novedades en breve. En ese sentido, Lacalle Pou explicó que la aspiración es tener vacunas para 2.800.000 personas y que, para llegar a eso, en el proceso vienen participando el Ministerio de Salud Pública, en la aprobación de las vacunas, el Ministerio de Relaciones Exteriores, que hizo contactos diplomáticos en acuerdo y coordinación con la Presidencia de la República, y Álvaro Delgado y Rodrigo Ferrés, así como algunos actores por fuera del gobierno.
“El orden de vacunación que hemos establecido, asesorado científicamente, va a empezar por el personal de la salud, al mismo tiempo y de acuerdo a dosis, se vacunará en los residenciales a los adultos mayores y a funcionarios del sistema educativo”, declaró el presidente de la República.
Como en Uruguay se pretende iniciar los cursos con presencialidad, se tratará de asegurar que todo el sistema educativo tenga la vacuna cuanto antes, se dijo en la conferencia. “Luego seguiremos con los mayores de 75, y así sucesivamente para cumplir con el plan de vacunación que tenemos”.
Otros subgrupos que se contemplarán son los soldados, los policías y los bomberos, además de los privados de libertad. “El orden de vacunación lo irán diciendo aquellos que están dedicados a la estrategia. Tiene un peso importante el tipo y número de vacunas que vayan llegando a nuestro país”, expresó el presidente.
Por otra parte, afirmó que nuestro país tiene un sistema de vacunación muy eficiente y eficaz. Y recordó que el tapabocas sigue siendo la vacuna, “hay que seguir cuidándose, y hay una recomendación del GACH que dice que hay que tratar de bajar los casos para que sea más eficaz la vacuna”.
Proceso de llegada
A finales de febrero y principios de marzo llegarían 200.000 dosis de cada laboratorio. Esa cifra del primer arribo permitiría inmunizar a los grupos que se hizo referencia. Lo que aún no está definido es si llegarían todas juntas o unas 50.000 por semana. En un principio, días atrás, se dijo que la idea era vacunar a unas 600.000 personas al mes, pero Lacalle Pou recalcó que se trata de una cifra ambiciosa a la que se suma que la inoculación no es obligatoria.
En lo que respecta a los efectos adversos de las vacunas, anunciados en algunos medios, el presidente informó que, amparados por la ley, el gobierno firmó dos contratos de distinta índole que contienen cláusulas en las que se detalla cómo ha sido la elaboración de las vacunas y se hace referencia a la velocidad en la que se elaboraron, dado que una vacuna, en general, demora unos cinco años en aprobarse, en tanto estas tardaron unos seis meses. “Teníamos la opción de tomarlas o no, igual que todos los países, y en ese sentido asumimos algunas responsabilidades”, aseguró.
El gobierno envió al Tribunal de Cuentas -con anticipación- la indicación de que se deberían invertir en el entorno de US$ 120.000.000, cifra que fue aprobada esta semana. Lacalle Pou indicó que se trata de vacunas con características distintas, “la Sinovac es más parecida a lo que estamos acostumbrados y con menos efectos colaterales. Pero ambas son buenas vacunas, están aprobadas y recomendadas”.
Panorama regional
En Argentina, la semana pasada comenzó en todo el país la inmunización de la segunda dosis de la Sputnik V, al tiempo que el gobierno del vecino país anunció que llegarán 51 millones de vacunas. Según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, con fecha del 20 de enero, ya se aplicaron en total 288.064 vacunas en los trabajadores de la salud de todo el territorio. En menor medida se han vacunado a gobernantes.
El país vecino adquirió las primeras 300.000 dosis de la vacuna a finales de diciembre, y a diferencia de otras, que se administran como dos inyecciones del mismo producto, la vacuna rusa Sputnik V se basa en dos dosis administradas con diferentes virus inactivos. Por otra parte, días pasados se dieron noticias en las que se indicaban algunos efectos adversos serios, pero que aún no está confirmado su vínculo directo con la vacuna Sputnik V.
En lo que respecta a Brasil, el pasado miércoles 20 de enero comenzó su plan de vacunación que incluye a todo el personal de salud: médicos, enfermeros, personal de limpieza y choferes. Se trata de la vacuna CoronaVac, una de las autorizadas por el país, al igual que la británica de AstraZeneca.
Los norteños comenzaron con 6.000.000 de vacunas disponibles (para una población de 210 millones), de las que más de 4 millones y medio fueron enviadas por el Gobierno Federal a los diversos estados con apoyo de las Fuerzas Armadas, mientras que el resto permanecieron en Sao Paulo.
En el caso de Chile, el pasado viernes 22 de enero se anunció que la vacunación masiva se dará en tres etapas y dividida en ocho grupos. Según información de portales internacionales, las etapas pretenden alcanzar a la mayor parte de la población antes de junio de 2021, aunque se han generado polémicas por el orden en que se vacunará, ya que al personal de la educación y las autoridades públicas serán inmunizados luego de las personas privadas de libertad.
La primera etapa comenzó el 24 de diciembre de 2020, y mañana jueves 28 de enero llegarán casi 2.000.000 de dosis de Sinovac, posteriormente, el domingo 31, otros 2.000.000. De manera que se podrá comenzar la fase de vacunación masiva.
De todas formas, Chile ya había recibido cargamentos de la vacuna de Pfizer-BioNtech, con lo que se han vacunado a más de 54.000 personas con al menos una dosis. Entre esas personas se encuentran funcionarios de la salud y adultos mayores.
Paraguay, por su parte, el pasado 22 de enero anunció que el plan de vacunación comenzará su primera etapa en la segunda quincena de febrero, pero aún no anunció formalmente cuál será la vacuna utilizada ya que se encuentran en proceso de cierre de negociaciones. Lo que sí se indicó es que se comprarán 3 millones de dosis, y que se tiene previsto adquirir 4,2 millones de dosis a través del mecanismo Covax de la OMS.
Vacunas habilitadas
En resumen, Argentina habilitó la vacuna Sputnik V y AstraZeneca-Oxford. Chile, por su parte, la Pfizer-BioNTech. Brasil la Sinovac y AstraZeneca-Oxford. En tanto, por el momento, Paraguay adquirió la Sputnik V.
Por otra parte, si bien en Uruguay se confirmó la llegada de Pfizer y Sinovac, el pasado lunes 25 de enero, el embajador de Rusia en Uruguay, Andrey Budaev, se reunió con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. En la instancia, el embajador ofreció la vacuna Sputnik V y mencionó que nuestro país podría producirla. Luego de la reunión, en rueda de prensa, Budaev aseguró que el asunto está en negociación desde hace algún tiempo, pero que aún no es posible realizar ningún anuncio público.
Uruguay realizó producción de vacunas hasta el año 1982. Especialistas consultados por La Mañana consideran que si bien nuestro país tiene “materia prima cerebral” para retomar ese camino, se precisarían varios años, al menos diez, para formar esos recursos humanos con posgrados en el exterior y adecuar la infraestructura. “De retomarse la producción de vacunas no sería para las vacunas genéricas sino en todo caso para atacar nuevas cepas”, aseguran.
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