De los 38 mil usuarios afectados, aún quedan unos 10 mil para que se les restablezca el servicio. Las autoridades de la empresa pública que fueron hasta el lugar estiman que el fin de semana se podrán terminar los trabajos de reconexión.
El saldo del fuerte viento “que barre”, según establecieron las autoridades del Instituto Uruguayo de Meteorología que descartaron la presencia de una turbonada como se dijo en un primer momento, fue de 38 mil usuarios de UTE afectados, entre otras consecuencias. Hasta esa ciudad llegaron los directores del ente, Enrique Pees Boz y Felipe Algorta y el gerente de producción Luis García para tomar contacto directamente con la situación que allí se vive.
“Vimos cosas que parecían de película”, dijo a La Mañana el Ec. Pees Boz, “cumbreras de los techos colgadas de los cables de UTE, un contenedor que voló no menos de doscientos metros y paró contra una columna nuestra, chapas por todos lados colgando de los cables”. Los destrozos se concentraron básicamente en la franja costera de la ciudad y el barro Nuevo Paysandú en las cercanías del puente internacional Paysandú Colon.
Pees Boz estima que hasta el fin de semana no estarán totalmente restablecidos los servicios de energía eléctrica, dada la complejidad existente en los barrios con postes y cables caídos y el peligro que estos representan para los vecinos. Explicó “que si bien la tensión está en orden” y disponible para su uso, aún no estarían dadas las condiciones para habilitar la energía en los domicilios “para no arriesgar alguna cosa peor”. Hasta el momento se han restablecido el 75% de las redes de energía eléctrica. Las cuadrillas del departamento fueron reforzadas con personal de Salto y Artigas para acelerar la capacidad de respuesta.
Un cinturón de destrozos enormes
Al llegar a la ciudad parece todo normal “pero cuando uno se desplaza hacia la costa y norte aparece un cinturón de destrozos enormes”, dijo el jerarca. Las columnas de cemento de la red de media tensión fueron quebradas como si fueran “prácticamente de cartón” y los postes de madera que distribuyen el tendido de cables en los barrios “quebrados de cuajo”. Una enorme araucaria que crecía en una escuela arrastró columnas y cables al caer por la fuerza de los vientos. Escenas como estas se multiplicarón por donde pasó este fenómeno.
El Presidente en la zona del desastre
Como ya había sido anunciado, el presidente Luis Lacalle Pou se hizo presente en la ciudad de Paysandú para tomar contacto directamente con las familias afectadas. Destacó la solidaridad de los vecinos que se autoconvocaron para ocuparse de los casos más urgentes y la coordinación que todos los estamentos del Estado y las intendencias llevan adelante. Aseguró que se aceleraron los trámites para que desde el gobierno y la intendencia se disponga de materiales para la recostrucción de las viviendas afectadas. Reconoció que cada vez que suceden hechos de estas características los tiempos del estado no se condicen con las urgencias de la gente, aunque dijo que se están apurando los trámites para que la respuesta sea rápida.
Las autoridades de Inumet viajaron hasta la zona del desastre y descartaron que haya sido una turbonada lo que pasó por Paysandú este lunes de mañana. La directora de Servicios Meteorológicos del organismo dijo que se trató de “una corriente descendente”, un fenómeno que se forma en un corto periodo de tiempo y produce fuertes vientos.
Una solidaridad autoconvocada
Como sucede cada vez que aparecen situaciones tan complejas, los vecinos de Paysandú se organizaron para ayudar a las familias más afectadas. A través de un grupo de whatsapp se van comunicando las novedades para así coordinar y dar respuestas rápidas. En esta primera etapa las urgencias se centran en la recostrucción de los techos de las viviendas teniendo en cuenta pronósticos de lluvias para los próximos días. Disponen de nylon de silos que consiguieron en las últimas horas para proteger los muebles hasta que se puedan reconstruir definitivamente. En el mismo sentido Un Solo Uruguay aporta lo suyo, a través de una alcancía para recolectar fondos y camiones para la distribución de materiales en los barrios afectados. “Mucha gente necesita contención” dijo Dugal Cabrera uno de los vecinos que conforma esta brigada autoconvocada donde el aspecto “emocional” de las personas afectadas también debe ser atendido.
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